Los pueblos blancos de Andalucía son una de las señas de identidad de esta región. A través de sus calles, con una esencia incomparable y adornadas con macetas y flores de colores, podrás descubrir las huellas del pasado árabe y cristiano. Este recorrido, repleto de historia, gastronomía y naturaleza, es una opción perfecta para pasar unas vacaciones en familia.