Las 10 fiestas de primavera más bonitas de España

Son numerosos los pueblos y las ciudades que celebran sus fiestas de primavera, una de las épocas más bonitas del año. Por eso, en este artículo hemos escogido las 10 más destacadas, esas que merece la pena vivir para disfrutar al máximo de lo mejor de la temporada.

Con música tradicional, gastronomía local, ‘viajes en el tiempo’, verbenas y espectáculos que te dejarán con ganas de volver, iremos de paseo por los rincones de España. No solo florecen los bellos cerezos del valle del Jerte, también lo hace nuestro país, que se viste de colores y alegría para festejar esta esperada estación.

1. San Isidro, en Madrid

La fiesta de San Isidro se celebra el 15 de mayo en Madrid en honor a San Isidro Labrador, un jornalero del siglo XII y uno de los patrones de la capital. Durante estos días, los visitantes podrán empaparse de la esencia más castiza de la capital española, sumergiéndose en la cultura y tradiciones de antaño. La ermita de San Isidro, Las Vistillas, la plaza Mayor y la Pradera de San Isidro son los lugares clave donde se reúnen para moverse al ritmo de la música con sus bailes y degustan la comida típica de la festividad. Eso no es todo, podrás ir a conciertos, disfrutar de las verbenas y los fuegos artificiales en el parque del Retiro.

Es la fiesta de primavera más importante y popular de la ciudad. Aunque en su origen eran una festividad religiosa que se desarrollaba en el barrio de San Isidro, en Carabanchel, se ha expandido por toda la ciudad. El Ayuntamiento y otras entidades organizan diversas actividades culturales, deportivas y gastronómicas para todos los públicos.

¿Un consejo? Aprovecha la ocasión para seguir la tradición de merendar rosquillas y limonada mientras los chulapos y chulapas beben el ‘agua del santo’ junto a la ermita de San Isidro.

2. Fiesta de La Folía en San Vicente de la Barquera, Cantabria

La Fiesta de La Folía es la más popular de San Vicente de la Barquera, una villa costera de Cantabria, que tiene lugar el primer o segundo domingo después de Semana Santa. Conmemora la aparición de la Virgen de la Barquera en un pequeño bote en la costa, lo que llevó a la construcción del actual Santuario de la Barquera. Concentra a miles de personas, locales y visitantes, que acompañan a la virgen en un recorrido por mar y tierra, y también organizan diversas actividades como pruebas de lanzamiento, espectáculos infantiles, fuegos artificiales, romería y verbena.

Los actos religiosos incluyen una misa solemne y la procesión terrestre y marítima, acompañada por cantos y bailes populares de los picayos. Fue declarada de Interés Turístico Nacional y es una oportunidad para disfrutar del patrimonio arquitectónico y gastronómico de San Vicente de la Barquera al ritmo de las panderetas, con un clima único.

3. Fiesta de la primavera y cerezo en flor en el Valle del Jerte, Cáceres

Una de las fiestas de primavera más conocidas del país nos lleva a Cáceres. El Valle del Jerte, en Extremadura, celebra desde la década de 1970 anualmente la Fiesta de la Primavera y Cerezo en Flor, que dura un par de semanas entre finales de marzo y principios de abril. Durante estos días, los cerezos florecen y cubren los montes del valle con un manto blanco que quita el aliento y atrae miles de visitantes cada temporada.

La organización de los mercados medievales, las verbenas y las maravillosas exposiciones no tiene comparación, pero además tendrás la opción de realizar degustaciones, entre otras actividades para celebrar. Podrás visitar las bodegas, fraguas y lagares, así como las casas que conservan la arquitectura tradicional de la zona. Además, admirarás de diferentes perspectivas del florecimiento de más de un millón y medio de cerezos recorriendo todos los pueblos del valle con paisajes de postal.

La mejor manera de apreciar la floración de los cerezos es recorrer las montañas y pueblos deteniéndote en los miradores y áreas de descanso. Caminar por los alrededores y pasear por las rutas senderistas o de bicicleta de montaña son excelentes maneras de sumergirse en esta experiencia. La comarca posee 26 rutas de senderismo homologadas y correctamente señalizadas que invitan a pasear para admirar las vistas.

Si prefieres hacerlo en coche, hay dos rutas sugeridas: por las laderas, que incluye los municipios de Valdastillas, Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno y Rebollar; y la otra opción, siguiendo el río Jerte, te conduce a través de la N-110 y pasa por los pueblos de Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas.

4. Feria de la Cruz de Mayo de Cádiz

Si buscabas un plan diferente para tu visita al sur esta primavera, no te pierdas la Feria de la Cruz de Mayo. Esta pequeña fiesta, que comenzó como una feria de ganado, ha evolucionado en una colorida fiesta en la que los habitantes del municipio de Espera y las localidades cercanas disfrutan de bailes al son de la música y diversas actuaciones.

Tendrá lugar este año del 27 al 30 de abril. El tradicional encendido del alumbrado público marca el inicio de una celebración que cuenta con casetas donde podrás degustar vinos y productos típicos andaluces como la manzanilla, el fino y el rebujito, acompañados de deliciosos platos como tortilla, pimientos y pescaíto frito, todo al ritmo de sevillanas. ¡No te lo pierdas! Las calles se llenan de alegría mientras te dejas encantar por la hospitalidad de los habitantes de Espera.

5. Día de la Cruz en Granada

Descuida, que aún no nos vamos del sur, porque Granada se prepara cada 3 de mayo para celebrar una de las fiestas de primavera más populares de toda Andalucía: el Día de la Cruz. Esta fiesta tiene sus orígenes tanto en la cultura pagana como en la cristiana, y se celebra en toda la ciudad y sus alrededores. Los vecinos se esmeran en decorar las calles, plazas, patios e incluso escaparates con impresionantes altares en honor a la Santa Cruz, utilizando mantones de manila, cerámica y objetos de cobre.

Los niños son parte activa de la celebración, construyen pequeños altares y los decoran con flores, clavos y frutas. Eso sí, la competencia por tener la mejor Cruz puede ser feroz. Los vecinos, varios colegios e incluso las cofradías y el mismo Ayuntamiento organizan sus propias cruces y pugnan entre sí por obtener la distinción de ‘la mejor’. 

Los barrios históricos de Granada, especialmente el Albaicín y el Realejo, son los más tradicionales a la hora de festejar. Allí, podrás encontrar cruces espectaculares que han ganado el primer premio en varias ocasiones, y además, podrás ver espectáculos musicales maravillosos.

¡Disfruta de la música y piérdete entre los volantes y los lunares flamencos!

6. Feria de abril en Sevilla

Probablemente sea una de las más conocidas por los españoles. Intensa, vibrante, y cargada de amazonas y carruajes, la Feria de Sevilla mantiene la ciudad más viva que nunca durante una semana. Se inició como una feria ganadera en 1847 y ha evolucionado hasta convertirse en una de las celebraciones más esperadas en el sur. Durante estos días, alberga más de mil casetas en las que compartir y pasarlo bien en compañía son ley hasta altas horas de la madrugada.

El inicio lo marca el encendido de las bombillas de colores del recinto y la puerta principal, que a pesar de ser diferente cada año, tiene nada más y nada menos que 50 metros de altura. Ven a sumergirte en una jornada colmada de productos típicos, vino, sevillanas y canciones en medio de una algarabía total. 

No puedes perderte los jinetes y carruajes en el paseo de caballos, que pueden disfrutarse alquilando una calesa con conductor. Cerca del recinto ferial, la calle del Infierno es perfecta para la familia porque tiene atracciones tanto infantiles como para adultos, y muchos puestos donde comer. Aunque si vais a la feria con niños, hay que tener cuidado con perderse. Eso sí, ¡prepárate para ver un desfile inagotable de trajes típicos andaluces! Y, si puedes, no te vayas sin ver el espectáculo de fuegos artificiales el domingo a medianoche. Merece la pena, por algo es una orgullosa celebración declarada interés turístico internacional.

7. Tarraco Viva, en Tarragona

Tarragona, en este caso vamos a llamarla Tarraco, una de las ciudades más esplendorosas de la época romana, celebra cada año un festival cultural que ningún amante de la historia (o de las grandes performances, en general) debería perderse. Está dedicado a la divulgación histórica de esa época, pero Tarraco Viva va más allá y te llevará de viaje en el tiempo en tan solo unos minutos.

Se desarrolla a lo largo de varias jornadas y ofrece una gran cantidad de exposiciones, talleres, conferencias y demostraciones en espacios monumentales e imponentes como las antiguas murallas, el circo, el anfiteatro, el teatro y el acueducto. Sí, el acueducto es espectacular; todo el paisaje confabulará para hacerte sentir en el pasado.

Los visitantes disfrutarán del clima histórico con conciertos de música de la antigüedad, cata de vinos y cocina del imperio, y muchas de estas experiencias son gratuitas. ¡Podrás ver la recreación de la vida cotidiana en una ciudad romana! Y sí, eso incluye gladiadores.

Si te quedas con hambre, también celebra las jornadas gastronómicas Tarraco a Taula, donde muchos restaurantes de la ciudad se transforman para revivir los sabores y aromas propios de la cultura romana con productos locales y de temporada.

8. El bando de la Huerta en Murcia

Prepárate para elegir a la Reina de la Huerta porque nos vamos a Murcia, más precisamente a conocer esta celebración declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Claro, que tiene con qué, porque lo que comienza con una Misa Huertana frente a la catedral, se convertirá pronto en una procesión con la imagen de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Fuensanta. Mientras tanto, las plazas y los parques son invadidos por la multitud que degusta las viandas típicas en las barras callejeras.

Las familias también concurren, porque los niños y niñas también pueden participar del Bando de la Huerta infantil y divertirse con un pequeño desfile costumbrista, similar al de los adultos, donde se representan las tradiciones y costumbres de la huerta murciana.

Durante las fiestas, las peñas huertanas instalan las famosas barracas en las plazas y jardines más importantes, donde se ofrecen platos típicos de la gastronomía murciana y se recrean los antiguos usos y costumbres de la huerta.

Lo mejor llega al final, para cerrar, con el Desfile del Bando de la Huerta. La gran alegoría está compuesta por gigantes y cabezudos, animales, grupos de danzantes, bandas de música y carrozas.

9. Fiesta de San Bernabé en Logroño

Las Fiestas de San Bernabé han sido declaradas de Interés Turístico Nacional desde 2015 y se celebran en la primera quincena de junio con un programa repleto de actos que atrae cada año la atención de miles de visitantes. Si te gusta el estilo renacentista pero a su vez también te encantan las celebraciones, definitivamente tu destino es Logroño. Aquí se celebra anualmente la conmemoración de la victoria que tuvo lugar en 1521 ante las tropas del ejército francés, al mando de André de Foix, señor de Asparrot y conde de Foix.

Durante las jornadas de festejo, podrás ver una serie de rituales del homenaje: los cañones disparan sus salvas de honor y se realiza una degustación de pan, vino y peces en la puerta del Revellín, construida en el siglo XVI. 

Espera porque no todo es historia y solemnidad, hay opciones para todos los gustos y edades. Al igual que en Tarraco Viva, Logroño también busca representar las escenas cotidianas del asedio, los mercados de la época, exposiciones de armas y, por supuesto, los desfiles de la victoria. Merece la pena y pronto llegará la Cofradía del Pez para entregarte un pez, pan y vino, recordando la tradición que menciona que gracias a esos peces (pescados a escondidas en el Ebro), los logroñeses se alimentaron durante la contienda. Esta degustación es una de las más multitudinarias de España, en la que se llegan a repartir nada más y nada menos 30.000 raciones en una mañana.

Antes de irte, no olvides pasar por debajo del arco de San Bernabé. La tradición dice que trae suerte en el amor y cumplirá tus deseos. ¡Mejor no tentar a la suerte!

10. Festival de los Patios de Córdoba

El Festival de los Patios de Córdoba es un concurso que se celebra anualmente desde 1921 durante la segunda y tercera semana de mayo. Los participantes abren gratuitamente sus patios al público para que la gente pueda visitarlos dentro del horario establecido para el evento. Desde 1980, ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, y en 2012, se inscribió como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Los patios participantes se establecen en tres categorías: ‘Arquitectura Antigua’, ‘Arquitectura Moderna’ y ‘Patios Singulares’. Desde el año pasado, se estableció un máximo de 55 espacios para participar. ¿Sabes que han asistido más de un millón de personas? Esto, evidentemente, ha transformado el mes de mayo en el más turístico de Córdoba. Como extra, posee un programa educativo organizado por el Ayuntamiento cuyo objetivo es dar a conocer a los estudiantes la arquitectura y el patrimonio local, así como fomentar el respeto por su gran legado cultural.

Los barrios más antiguos de la ciudad se convierten en protagonistas y se visten de fiesta, pero como si la belleza arquitectónica no fuera suficiente, se complementa con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores del país.