10 Destinos imprescindibles para llegar volando desde Madrid en menos de 2 horas

La capital española es una ciudad increíble y definitivamente vale la pena pasear y recorrer cada uno de sus rincones. Sin embargo, si buscas escapar del bullicio y estás planeando un viaje corto en familia, te contaremos qué opciones tienes para que llegues en menos de lo que haces las maletas. ¿Quieres conocer estos imperdibles destinos a dos horas en avión desde Madrid? Toma nota.

1. Alghero, Italia

A solo dos horas de Madrid, ubicada al noroeste de Cerdeña, Italia, encontraremos este paraíso natural de playas y mares azules.  

La atracción principal de esta bellísima ciudad portuaria medieval es el centro storico, rodeado por atractivos diques de enormes paseos, coloridas casas de pescadores y restaurantes. Al norte se encuentra el puerto deportivo, donde se pueden admirar elegantes yates que animan el paisaje. Su plaza más concurrida es la piazza Civica, llena de restaurantes y tiendas. ¿Por qué destacan? Porque venden joyas de coral, un elemento propio del comercio de la región que podremos, justamente, admirar en el Museo del coral.

No te pierdas la catedral de Alghero y su enorme campanile, desde donde se contemplan las vistas más impresionantes de la región y sus mares. Aunque otras iglesias como la chiesa di San Francesco y la di San Michele Arcangelo, con su distintiva cúpula de mayólica multicolor, son opciones igualmente bonitas.

En el puerto encontrarás excursiones en barco, como el que lleva a la Grotta di Nettuno, para visitar las cuevas y las hermosas calas que las rodean. 

2. Niza, Francia

Si buscamos destinos a dos horas en avión desde Madrid, no podemos dejar de lado esta joya de la Riviera francesa.

También posee un icónico paseo marítimo: la promenade des Anglais, que brinda una imagen de postal con el mar turquesa, la arena blanca y sus famosas palmeras de fondo. Niza nos obsequia un tramo de seis kilómetros de aguas cristalinas y su arquitectura ornamentada de los siglos XIX y XX. La mejor manera de disfrutarla es a pie, e incluso encontrarás recorridos guiados para sumergirte en la historia del lugar. Desde las escaleras de Castle Hill se ven las más pintorescas puestas de sol, con vistas panorámicas únicas.

Francia es reconocida por su comida y bebida, y aquí podrás degustar las especialidades locales en el casco antiguo. Si vas de paso, puedes comer socca, una famosa comida callejera preparada con harina de garbanzos y aceite de oliva, similar a la farinata italiana, o disfrutar de un pissaladiere, la pizza de Niza, una masa de pan con anchoa y cebolla dulce.

Este bonito lugar es conocido, además, por sus mercados de alimentos, con algunos de los mejores del mundo, donde venden también sus increíbles vinos de Bellet, los más antiguos de Francia y con denominación de origen propia.

3. Marrakech, Marruecos

Marrakech combina lo antiguo y lo moderno en una ciudad casi mágica. Tras los altos muros rojos de la Medina, es fácil quedar hipnotizados por los encantadores de serpientes, vendedores bulliciosos en un mercado colorido, los zocos y los artículos artesanales. Porque es, definitivamente, el alma vibrante de Marruecos.

Es también la puerta de entrada a la región del Alto Atlas, la principal zona de actividad del país, donde puedes hacer senderismo, ciclismo de montaña o escalada. Incluso si dispones de pocos días, una opción es disfrutar de la montaña eligiendo una de las muchas excursiones de un día. 

¿Te apetece adquirir una de sus famosas alfombras? Al lado de place Ben Youssef, encontrarás Fondouq Namas, un antiguo caravasar de comerciantes que alberga muchas tiendas especializadas en ellas. Si lo que deseas es hacerte con algunas de las especias de la región, dirígete al place Rahba Kedima.

4. Palma de Mallorca, España

Este paraíso playero nuestro está a tan solo una hora de vuelo desde Madrid. En Mallorca, sin duda encontrarás un sinfín de planes para toda la familia.

Si te gusta admirar la arquitectura histórica, nada como visitar uno de los pocos castillos circulares de Europa, asentado sobre una colina cubierta de pinos. Lo que otrora fue una residencia real, un refugio de la peste y luego una prisión, el Castillo de Bellver, ahora está abierto al público, junto a un museo dedicado a la historia de Mallorca. Durante el verano es posible asistir a conciertos de música clásica y diferentes eventos en el patio central, pero siempre es un placer darse un buen paseo entre los árboles.

El Mercado Gastronómico de San Juan ofrece una gran variedad de delicias y está ubicado en un antiguo matadero. Encontrarás allí un montón de delicias: mariscos, ostras, pinchos, jamón, croquetas de todo tipo e incluso una tortilla de tinta de calamar. Sin duda es una parada inevitable para tomar un almuerzo rápido o disfrutar de una noche con música en directo y DJ.

5. Marsella, Francia

La segunda ciudad más grande de Francia después de París se ha convertido hoy en un destino turístico vibrante. Ubicada en la costa mediterránea, es famosa por sus jabones hechos a mano, sus campos de lavanda y su deliciosa cocina. 

El punto de partida suele ser el puerto viejo, el corazón de la zona localizado entre dos fuertes en cada entrada. Camina junto al Quai des Belges y descubrirás el bullicioso mercado de pescado. A tan solo 15 minutos a pie, está el museo de Marsella, con jardines que invitan a explorar. ¿Sabías que entre lo que allí se exhibe se encuentran una pieza del Muro de Berlín y una biblioteca con más de 30.000 libros?

En Le Panier, el barrio más antiguo, tendrás ocasión de detenerte a comer el plato estrella de Marsella, la sopa bullabesa, mientras descubres por qué la cocina del sur de Francia es tan alabada. 

6. Lisboa, Portugal

Es de las ciudades más antiguas de Europa Occidental, concretamente, la segunda después de Atenas, con una historia de 2.700 años. Hoy está llena de color, vida y carácter. Soleada y con un clima bastante agradable durante todo el año, es un crisol de culturas y etnias. No dejéis de probar excelente cocina portuguesa a través de sus mariscos, el Bacalhau, el cerdo negro, la bifana o el caldo verde, entre muchas otras preparaciones.

Portugal seduce en cada uno de sus rincones, pero si visitas Lisboa no dejes de pasear por el barrio de Alfama, en el corazón de la capital. Sus calles estrechas, los balcones floridos, los restaurantes, el fado y los escenarios de la vida cotidiana son parte del encanto de recorrerla. 

7. Lyon, Francia

Con sus edificios históricos y un centro que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, llegamos a la que se convirtió en ‘Capital Mundial de la Gastronomía’ durante casi un siglo, por lo que, de todos los destinos a dos horas en avión desde Madrid, sin duda este complacerá gratamente a los amantes de la buena cocina. Rodeada de regiones vinícolas y a solo un par de horas de París. 

No dejes de visitar la place Bellecour, el puente Bonaparte y el Vieux Lyon, un barrio medieval y renacentista donde podrás admirar edificios imponentes, como la catedral Saint-Jean. Si os cansáis de ver monumentos, no o preocupéis: aquí encontraréis las mejores áreas del arte callejero.

A la hora de comer, el plato favorito es la quenelle, uno de los más famosos y populares. Recuerda que siempre puedes profundizar aún más en la cocina tradicional lionesa en los bouchons (los restaurantes típicos) y, los mejores suelen estar alrededor de Presqu’île. Allí preparan comidas que tomaban los trabajadores tiempo atrás, por lo que son muy abundantes: hay callos fritos marinados, usualmente servidos con una salsa de ajo y hierbas, o cocinados con cebolla. ¿Sabes que también preparan un tipo de salchicha con ellos? Sí, la Andouilette. Si no te gusta, no te preocupes, el coq au vin también es tradición aquí, al igual que las patatas lionesas, cortadas en rodajas y fritas con cebolla y perejil.

8. Faro, Portugal

Entre los destinos a dos horas en avión desde Madrid está Faro, una encantadora ciudad de estilo morisco localizada en la costa del Océano Atlántico, en el sur de Portugal. Para ser más precisos, estamos en la capital de la provincia de Algarve. Es perfecta para explorar hermosas lagunas, playas de arena, rutas fluviales y bahías escondidas.

Un parque natural marino, Ria Formosa, rodea la ciudad y se extiende desde Tavira hasta Faro. Aquí se puede encontrar variedad de vida silvestre, por lo que es perfecto para los amantes de la observación de aves.

Sus mayores monumentos históricos datan de los siglos XVI y XVII, y se agrupan tras las murallas del casco antiguo. Recorre Marina Faro, un puerto concurrido y colorido, y, pasando el Arco da Vila, te encontrarás en una calle peatonal empedrada que dirige a su bella y única catedral.

9. Burdeos, Francia

Si deseas perderte por unas pintorescas callejuelas empedradas, quizás quieras apuntarte este destino francés: la ciudad del vino te da la bienvenida. 

Prepárate para paisajes de Instagram, porque justo al lado de la place de la Bourse podrás ver el hipnótico Miroir d’eau, el espejo de agua y piscina reflectante más grande del mundo. Si, por otro lado, te apetece vivir la experiencia culinaria, pasea por el mercado del muelle, una parada ineludible si quieres comprar productos locales que no tienen igual, como pan fresco, verduras y otros alimentos.

También puedes visitar su bella catedral de San Andrés, alzándose sobre la place Pey Berland, una de las joyas de la región por su magnífica arquitectura. ¡No dejes de visitarla!, podrías tener la suerte de disfrutar de un concierto gratuito de órgano o de la orquesta sinfónica. 

10. Oporto, Portugal

Oporto, llamada así por su importancia histórica y actual como puerto marítimo, tiene mucho de qué jactarse. Imagina un sitio plagado de arquitectura románica y gótica, una multitud de lugares para probar los deliciosos mariscos de la región, vida nocturna y un ritmo más tranquilo que el de Lisboa.

Si tienes la oportunidad, permítete disfrutar de un espresso a la orilla del río Duero, o recorre las estrechas calles empedradas desde Ribeira hasta su casco antiguo. ¿Lo que no debes perderte? El bullicioso Mercado do Bolhao, que sirve comida callejera.