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Salud Infantil

Dr. Jesús Garrido: “Aprendemos las necesidades de los niños, las entendemos mejor y podemos criarlos respetándolas”

Jesús Garrido
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 21.06.20

Hablamos con el Doctor Jesús Garrido, pediatra en el Hospital de la Inmaculada de Granada, fundador de Mi pediatra online autor de Bebés sin cólicos: El método pionero para resolver en casa los cólicos del lactante, sobre su labor como médico, las principales dudas que se suelen repetir en la consulta, sus métodos para ayudar a los padres y los nuevos proyectos profesionales a los que se enfrenta.

 SyP: ¿De dónde le viene la vocación de la pediatría?

J.G.: Puede que mi vocación de pediatra venga del hecho de que soy el tercero de siete hermanos y que desde el principio tuve que ejercer como cuidador del pequeño. Cuando hice la residencia una cosa que me sorprendió es que muchos profesionales sanitarios estaban quemados en sus especialidades, pero cuando hice la rotación en pediatría vi que todos los días me reía. ¿El resultado? Que llevo ya 24 años de pediatra y no habido un solo día de trabajo en el que no me haya reído en la consulta.

Hay situaciones que son duras, pero después siempre hay algún niño que tiene alguna gracia. La pediatría de verdad es una especialidad muy buena para las enfermedades coronarias en comparación con cualquier otra.

 SyP: ¿Por qué y cómo empezó a publicar los vídeo-artículos de Mi pediatra online?

J.G.: Empecé a escribir y a publicar vídeos y artículos en mi página de internet porque tenía una consulta de atención primaria en la que no contaba con tiempo para explicar las cosas en profundidad a los pacientes. Por este motivo, empecé a hacer hojas explicativas. Por otro lado, amigos que tenían niños me preguntaban y me hacían sus consultas y se enteraron de que tenía esa especie de librito explicativo para los padres y me dijeron que por qué no lo compartía con ellos, pero no estaba acabado. Uno de mis amigos me dijo, entonces, que lo publicara en un blog y así todos podrían acceder. Y así es como empecé a escribir hasta que un día me di cuenta de que en esa página web que había hecho por casualidad, simplemente para tener disponible la hoja explicativa que le daba a las familias, recibía cada día a más padre de los que entraban por la puerta de mi consulta. Me di cuenta, entonces, de que era una herramienta increíble para ayudar a la gente y para dar, precisamente, las explicaciones que no te da tiempo a dar en la consulta.

Lo importante es intentar que se comprendan los conceptos fundamentales para que los padres, poco a poco, vayan teniendo las habilidades suficientes para tomar decisiones sobre la salud de su hijo

Es algo relativamente sencillo de hacer, porque son explicaciones que doy todos los días una y otra vez, así que me pongo delante de la cámara o me pongo a escribir y solamente tengo que soltarlo una vez más, me sale de forma automática. Trato de hacerlo de la misma forma que lo explico en la consulta, sin irme a demasiados tecnicismos y sin profundizar en estudio científicos. Lo importante es intentar que se comprendan los conceptos fundamentales para que los padres, poco a poco, vayan teniendo las habilidades suficientes para tomar decisiones sobre la salud de su hijo.

SyP: Se habla mucho de la libre interpretación de los consejos médicos en internet ¿qué precauciones toma usted para evitar que la gente pueda malinterpretar los suyos?

No, no me da miedo. Considero que los padres son personas con dos dedos de luces, que tienen un interés muy claro en hacer lo mejor para sus hijos y, precisamente, lo que hacen es buscar información en internet porque creen que están recibiendo poca. Si yo puedo contribuir a que la tengan, lo que estaré haciendo es ayudarles a tomar mejores decisiones sobre la salud de los niños. ¿Existe un riesgo de que la gente se equivoque? Por supuesto que sí, pero cuanto peor sea información en la que se están basando para tomar esas decisiones, más fácil es que se cometan errores.

Si tuve que llegar a hacer esto en un país donde la sanidad es una de las mejores del mundo, entiendo que hay algunos que no disponen de profesionales que puedan dar buenas explicaciones, si esa persona tienen la posibilidad de consultar esa información en Internet, en lugar de acceder a ella a través de su cuñada o la vecina del quinto, creo que seguramente mejorará las decisiones de salud que va a tomar sobre tu hijo. Hacemos una labor que nunca será perfecta pero que mejora la situación que había.

SyP: ¿Cuántas consultas recibe al día por redes sociales y cómo hace para resolverlas en menos de 24 horas?

J.G.: Recibo miles de preguntas a través de Internet, pero no les contesto todas. Por suerte o por desgracia no puedo dedicar 24 horas al día, tengo que vivir. Trabajo, y trabajo bastante ahora en el hospital, tengo una familia y quiero dedicarles tiempo. Hace mucho que mi labor en la red no consiste en contestar las dudas de los padres de forma directa, si tuviera que hacer eso no tendría vida y además no tenía tiempo suficiente tampoco para hacerlo, por eso, atiendo consultas a través de Internet previo pago. Evidentemente, estas ya no tienen un volumen tan grande y sí son asumibles.

Contestar a cada duda que me plantean a través de Facebook, significaría renunciar a toda la confidencialidad y a toda la seguridad jurídica. Sin embargo, hay medios tecnológicos, hoy en día, que permiten que la distancia geográfica no sea algo que impida realizar una consulta.

Evidentemente si unos padres me preguntan sobre por qué su hijo tiene fiebre, solo voy a poder responderle generalidades, pero las familias tienen la cabeza sobre los hombros y cuando hacen una consulta la hacen precisamente porque creen que lo que te están preguntando puedes resolverlo sin ver al niño: trastornos del sueño, consejos sobre introducción de la alimentación complementaria, problemas con los cólico del lactante.

En estas consultas lo que interpretamos fundamentalmente son datos clínicos. Cuando no tiene acceso un consejo de mejor calidad, la consulta online te permite hacer una personalización un poco más allá de lo que hago cuando escribo un artículo. Es un paso más que aporta cosas positivas por encima de lo que podríamos hacer sin esa consulta online.

SyP: ¿Cuál es el principal problema de salud infantil en España?

J.G.: El principal problema de la salud infantil en España, para mí, es la obesidad infantil y el segundo más importante, las alteraciones del sistema inmunitario, es decir, las alergias. Estos dos son los que más influyen en la calidad y en la duración de la vida de las personas en este país. Los pediatras, que nos dedicamos fundamentalmente medicina preventiva, es por los que deberíamos de preocupar más.

SyP:  ¿Cuál es la causa más común de visitas a su consulta?

J.G.: La causa más común de visitas a la consulta son las infecciones. Pero, a pesar de que estas no siguen preocupando, no hay más que ver los titulares en estos días, las infecciones no son la principal causa de mortalidad ni tampoco de empeoramiento de la calidad de vida de las personas en nuestro país. La principal causa son problemas asociados a una mala higiene de vida: dietas incorrectas, malos hábitos, sedentarismo y una mala regulación del sistema defensivo, que es la que nos explica, por ejemplo, una mala respuesta frente a infecciones, alergias, enfermedades autoinmunes y el propio cáncer. Con lo cual, a pesar de que las consultas fundamentales vienen porque el niño tiene mocos, fiebre, tos, vómitos, diarrea, es decir las típicas infecciones, en realidad lo que a mi me preocupa es la patología crónica que va a llevar a una mala regulación del sistema defensivo y los hábitos alimenticios que nos llevan a tener enfermedad de crónicas.

SyP: ¿Qué medidas se pueden tomar con niños que gatean o se llevan todo a la boca?

J.G.: Absolutamente nada. Tenemos que tener claro que los niños tienen una especie de burbujita inmunitaria, y esto existe en los primeros seis meses de vida, ya que los bebés tienen los anticuerpos que su madre le transmitido y le defiende de las infecciones que ella ha pasado a lo largo de su vida. También tiene la ayuda que le pueda proporcionar la lactancia materna a través de los anticuerpos de la leche y, además, los tenemos vacunados de un montón de enfermedades.

SyP: En su último libro trata los cólicos de lactancia, ¿por qué es tan difícil distinguir si un bebé menor de tres meses llora mucho por un cólico de lactancia o por cualquier otro motivo.

J.G.: Hablando del libro de Bebés sin cólicos: El método pionero para resolver en casa los cólicos del lactante, la dificultad está en que, durante mucho tiempo, no hemos comprendido qué era lo que pasaba en los bebés. Como estos no pueden comunicarse, no pueden hablar, siempre ha sido como una especie de misterio en el que había muchas suposiciones y muy poco conocimiento.

Desde hace muchos años ya hemos ido avanzando en cosas como, por ejemplo, la conducta de los animales o la eteología y hemos ido poco a poco comprendiendo mejor que los instintos del bebé son correctos; que lo que funciona, lo que va pasando en cada una de las etapas, sucede porque está diseñado para que sea así, ya que ha funcionado durante generaciones y generaciones.

Muchas de las pautas de crianza que se estuvieron recomendando durante muchas décadas iban en contra de los instintos, por ejemplo, una alimentación incorrecta podría generar problemas en el niño; una pauta de higiene excesiva podría impedir que el niño se defendiese adecuadamente y dar lugar a las alergias o las intolerancias. El resultado es que con todos estos problemas que se pueden producir en la adaptación durante los primeros meses, cada vez tenemos más datos y vamos conociendo más piezas del puzzle y por fin, tenemos uno que podemos encajar. Esto es lo que aporta este libro, no he descubierto una plantita mágica que cura ni una forma en la que tocas el niño y con eso se le quita el dolor de barriga, no son tratamientos de estos milagrosos ni maravillosos, he integrado todos esos conocimientos que cada vez acumulamos de forma más rápida y que hoy en día nos dan una visión de conjunto en la cual, la gran mayoría de los niños que lloran, podemos entender por fin por qué se produce.

No he descubierto una plantita mágica que cura ni una forma en la que tocas el niño y con eso se le quita el dolor de barriga, no son tratamientos de estos milagrosos ni maravillosos

Podemos pensar más allá de que todos los que lloran lo hacen por el mismo motivo y empezar a distinguir y a diferenciar cuál es la causa en cada niño o las causas, ya que a veces son varias, y así tomar medidas que vayan dirigidas al origen del dolor. Cuando hacemos esto la respuesta no va a terminar con el dolor cuando pasen unos meses, no; la respuesta es que se trata la causa y el dolor se resuelve en cuestión de días. Y esto es algo que se puede efectuar en la acrtualidad y que no estoy haciendo solamente yo, yo he hecho el trabajo de escribir un libro que sea comprensible para los padres, de forma que obtengan unas respuestas que les permitan, a ellos solos, comprender qué está fallando en su hijo, atenderlo y resolverlo. En algunos casos necesitarán también la ayuda de los profesionales, no es que nos hayamos quedado sin trabajo ni muchísimo menos, pero esto es algo que en muchos casos las familias son capaces de entender y de resolver cuando tienen la información adecuada, ya que son los que están conviviendo con sus hijos y quienes mejor los conocen. Cuando les dan las claves son perfectamente capaces de entenderlo.

SyP: Háblenos de su método para resolver en casa los cólicos del lactante.

J.G.: Este método consiste en entender que los niños siempre lloran por una causa, ya sea porque que no cubramos debidamente sus necesidades o por un problema en la adaptación inicial de los primeros meses de vida. Estos problemas son identificables y tratables y no necesitan en la mayoría de los casos pruebas complementarias complicadas ni nada por el estilo, sino entender lo que está comunicando el bebé. A mí me encanta precisamente el hecho de atender a niños que no hablan, porque como decía el Doctor House: “todos los pacientes mienten” y yo le añadiría “todos menos los bebés” porque no hablan y siempre te dicen la verdad, lo que pasa es que hay que saber escucharlos.

A mí me encanta atender a niños que no hablan, porque como decía el Doctor House: “todos los pacientes mienten” y yo le añadiría “todos menos los bebés” porque no hablan y siempre te dicen la verdad

SyP: ¿En qué consiste la crianza y pediatría respetuosa y cómo deben trabajar padres y pediatras para lograrlo?

J.G.: Durante muchos años estuvimos llevando a cabo unas pautas muy teóricas que no se sustentaban en nada, no estaban basadas en el conocimiento del niño sino en que a priori nosotros pensábamos que la mejor forma en la que se podían hacer las cosas era esta o aquella.

Hemos ido aprendiendo cada vez más sobre los niños, entendemos mejor sus necesidades y podemos criarlos respetándolas. Cuando nosotros hacemos esto, la crianza se hace mucho más fácil y llevadera porque no generamos un conflicto detrás de otro. Pero estas cosas se pueden hacer de muchas maneras y nos hemos encontrado también, en los últimos años, con mucha gente que defendía una forma de crianza supuestamente respetuosa y natural que es irreal. Por ejemplo, hay familias en las que ambos progenitores trabajan y se les recomienda pedir una excedencia y dedicarse las 24 horas del día a cuidar de sus hijos en casa. Esto no lo puede hacer ni el 1 ni el 0,1 % de la población. Consiste en generar un sentimiento de culpa en los padres y plantearle una forma de crianza bucólica que es irreal y que no es asumible en ningún caso.

Nos hemos encontrado también, en los últimos años, con mucha gente que defendía una forma de crianza supuestamente respetuosa y natural, que es irreal

Tenemos que buscar equilibrios razonables entre las necesidades del bebé y la forma de cubrirlas, y también las demandas lógicas de los padres por su situación social e incluso por sus deseos y aspiraciones, que también son legítimas. Se puede encontrar el punto medio para conseguir una conciliación familiar real, no esa de la que hablan tanto los políticos y que luego a la hora de la verdad, cuando viene una epidemia como la del coronavirus, vemos que es inviable.

SyP: En sus artículos de divulgación usted habla de la importante labor de la medicina preventiva. ¿Qué hacemos mal los padres en este sentido?

J.G.: Fundamentalmente, lo que hacemos los padres mal se debe a una falta de información, porque yo conozco pocas familias que teniendo claro lo que es bueno para sus hijos no lo apliquen. Así que quienes estamos haciéndolo mal somos los pediatras que no conseguimos comunicarlo de forma suficientemente clara.

¿Son todos los padres perfectos? Por supuesto que no. Hay quien se toma esta labor con mucho más interés y otros que se lo toman con mucho menos. Pero yo conozco muchos que están muy interesados y que las cosas no las estaban haciendo bien, no porque no quisieran o porque no pusieran interés, sino porque no se les estaba recomendando las cosas adecuadas. Nos centramos muchas veces en cosas secundarias, pasando por alto las que de verdad son importantes.

Resulta, por ejemplo, imposible de creer que hoy en día, en España, en pleno siglo XXI, con una obesidad infantil del 32 %, la mayoría de los padres cuando salen de un centro de salud de hacerle un control a su hijo, estén preocupados porque su hijo está por debajo de la media en peso. Esto es alucinante, que sigamos preocupados por los esquemas con los cuales nos guiábamos los pediatras en el siglo XIX y principios del siglo XX, en los cuales la principal causa de mortalidad infantil era la nutrición y la gastroenteritis y queríamos que todos estuvieran gordos, porque así sobrevivían. Que sigamos con esa mentalidad de “yo quiero que mi hijo esté por encima de la media en peso porque así me quedo más tranquilo porque está sano” y no nos demos cuenta de que lo que estamos haciendo es crear gordos en serie, es alucinante. Pero eso no es culpa de los padres, en absoluto, sino de que todavía seguimos en unos esquemas de salud preventiva que no deben estar funcionando en la formación de los profesionales.

Conozco muchos que están muy interesados y que las cosas no las estaban haciendo bien, no porque no quisieran sino porque no se les estaba recomendando las cosas adecuadas

SyP: ¿Cuál es su próximo proyecto a corto plazo?

J.G.: Pues tengo muchos proyectos, no a corto plazo, porque todos los que merecen la pena siempre son a medio o a largo plazo. Uno de ellos es que posiblemente saque un libro nuevo que va a hablar sobre alimentación infantil. Estoy trabajando también con empresas de genética, porque una de las cosas que estamos avanzando en la actualidad y que de verdad suponen un cambio radical en lo que estamos haciendo, es precisamente el conocimiento de la genética. Si nosotros nos fijamos en cuáles son los puntos que pueden ayudarnos a que mejore la salud de la población, uno de ellos, evidentemente es mejorar los hábitos alimentarios. Por eso, es importantísimo hablar de alimentación. Durante los últimos años se ha avanzado mucho, ha habido muchos cambios en muy poco tiempo, y hay mucha gente que se ha quedado estancada en algunos de ellos haciendo afirmaciones que deberían matizarse mucho.

Por ejemplo, de la recomendación de la OMS de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, que parece el undécimo mandamiento de la ley de Dios, no se puede hablar nada en contra, porque parece que se ataca a la lactancia materna, cuando uno es defensor de este tema. Y lo que estamos hablando cuando decimos que nos cuestionamos ese mantenimiento de la misma como alimento exclusivo hasta los 6 meses, es que el BLW va en contra de eso. Introducir de forma precoz esa alimentación, sí puede conseguir reducir las alergias y conseguir que el niño maneje mejor los sólidos, que tenga una dieta infinitamente más amplia y que esté mejor alimentado en cuanto a variedad. Y va a ser la lactancia la que le siga garantizando todos los macronutrientes.

Hay muchas cosas en las que nos hemos quedado estancados en los eslóganes y parece que cualquiera que no se sume a él de forma indiscutible está contradiciendo los pilares absolutos. Y es que tenemos que profundizar mucho más, tenemos que hacer una recopilación a día de hoy, de cuál es toda la información, todos los avances que hemos hecho en alimentación infantil, para tener una visión a día de hoy, en 2020, y no seguir acarreando con una idea de 2001, que está produciendo alergias alimentarias, por ejemplo. Así que, ese es uno de mis proyectos.

SyP: ¿Cuál es su mayor reto como profesional?

J.G.: Mi mayor reto como profesional es que cada paciente que entre por la puerta encuentre las respuestas que busca; y que lo que yo explique, lo padres lo entiendan y, además, funcione.

SyP: ¿A qué retos cree que se enfrentarán los padres durante la próxima década?

J.G.: Estamos viviendo una crisis en la cual el mundo no va a volver a ser lo que nosotros conocíamos hasta ahora. Esta crisis a nivel económico y social que está desencadenando el coronavirus va a cambiar toda la sociedad. Esto va a ser algo que vamos a estudiar en los libros de historia. No tengo ni idea de cuáles van a ser los desafíos de los padres en el futuro, nadie lo sabe, ni los que yo voy a tener.

Sé que seguirá habiendo familias que quieran a sus hijos y lo mejor para ellos, y sé que yo, como profesional de la salud, seguiré intentando aportarles las respuestas que les ayuden a conseguir el bienestar de los niños con el mínimo esfuerzo, para que tengan una vida larga y sana. Pero ahora mismo, estamos ante la situación de mayor cambio en poco tiempo que ha vivido la humanidad en toda su historia.