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‘Vamping’: qué es, cómo nos afecta y de qué forma podemos prevenirlo

Vamping
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 08.02.21

Muchas personas tienen el mal hábito de quedarse pegados al móvil o el ordenador hasta altas horas de la madrugada, mientras chatean con sus amigos y navegan por Internet. Esto es lo que se conoce como vamping. Es una práctica común entre los adolescentes que produce diversos efectos negativos en el aspecto físico y psicológico.

En qué consiste

Es un fenómeno que se refiere a las personas que utilizan dispositivos electrónicos hasta muy tarde por la noche. Esta costumbre hace que disminuyan sus horas de descanso. También aumentan las posibilidades de padecer insomnio y otros trastornos relacionados con la falta de sueño.

El término proviene de la unión entre las palabras del inglés vampire (vampiro) y texting (escribir mensajes de texto). Cualquier persona puede caer en esta actividad, aunque son los adolescentes los más proclives a pasar largas horas con el móvil o el ordenador.

La Asociación Española de Pediatría, a través de su blog Familia y Salud, asegura que “durante la noche existe más riesgo de ser víctima de distintos tipos de acosos online, como ciberbullying (hostigamiento digital), grooming (contacto con adultos con fines sexuales) y sexting (intercambio de fotos de contenido erótico)”.

Causas del vamping

Si tu hijo trasnocha con frecuencia por este motivo y deseas ayudarlo, primero debes conocer las motivaciones que lo mantienen enganchado a la pantalla hasta la madrugada:

1. Falta de tiempo de ocio

En muchos casos, los adolescentes realizan tantas actividades durante el día (colegio, deportes, horas de estudio, encuentros familiares, etc.) que tienen muy poco tiempo libre para socializar con sus amigos o pareja.

Por esa razón, usan algunas horas de la noche para chatear en WhatsApp, navegar en Instagram, ver vídeos en YouTube y visitar páginas web.

2. Quieren ser parte de un grupo

Los jóvenes prefieren la noche para utilizar el móvil porque saben que sus amigos estarán conectados a esas horas. Es decir, aprovechan ese tiempo para socializar. Lo hacen publicando mensajes en las redes sociales, participando en foros, etc. En el fondo, solo quieren sentirse parte de un grupo.

3. Sexting

Al estar solos en su cama sin la vigilancia de sus padres, emplean las horas nocturnas para el sexting (conversaciones eróticas a través del chat) o tener algo de intimidad.

Aunque muchos jóvenes lo hacen, esta costumbre conlleva graves riesgos. Por ejemplo, podrían terminar siendo extorsionados por una persona a la que le han enviado fotos eróticas o hacerse adictos a la pornografía.

Principales consecuencias

Veamos algunos de los efectos negativos que produce la práctica frecuente del vamping:

1. Trastornos de sueño

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de diferenciar, por un lado, las horas del día, destinadas a realizar distintas actividades. Por otro, las de la noche, generalmente usadas para descansar y reponer fuerzas.

Cuando cerramos los ojos durante la noche, el cerebro comienza a segregar melatonina, una hormona que permite regular de forma correcta el horario de sueño y vigilia. Pero si las retinas continúan recibiendo la luz de un dispositivo electrónico, se suspende la segregación de melatonina. Esto hace que a la persona le cueste menos permanecer despierta.

Al final se da un trastorno en las rutinas de descanso que podría derivar en problemas de insomnio a medio y largo plazo.

2. Depresión y ansiedad

Ambos desórdenes han sido relacionados con el vamping en múltiples investigaciones. Tal es el caso de un estudio hecho en 2014 por Elizabeth Englander, profesora de psicología en la Universidad Estatal de Bridgewater, en Massachusetts, Estados Unidos.

En una encuesta realizada a 642 estudiantes universitarios de primer año, entre hombres y mujeres, el 80 % admitió haber realizado esta actividad de forma frecuente durante la secundaria. La mayoría dijo pasar de 1 a 2 horas conectados a sus móviles cuando sus padres pensaban que estaban dormidos.

El 42 % de los estudiantes entrevistados aseguró sufrir problemas de depresión y ansiedad.

3. Aumento de peso

La perturbación en la segregación de melatonina también puede influir en los hábitos alimenticios de una persona y afectar a su apetito. Así lo explican en un artículo de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra.

La doctora María Alija, especialista en endocrinología pediátrica, asegura que “la luz de las pantallas inhibe la producción de la melatonina, por lo que aumenta la producción de neuropéptidos, que estimulan nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces”.

Alija advierte de la importancia de respetar los hábitos de sueño. Asegura que si pasamos mucho tiempo con el móvil antes de dormir, sentiremos una mayor necesidad de ingerir comida rica en grasas y azúcares. La consecuencia inmediata es un posible aumento de peso. De hecho, esta especialista asegura que reducir entre 3 y 5 horas de reposo nocturno nos llevará a consumir 385 calorías extras al día.

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Dormir poco por la noche nos empuja a consumir más ‘comida basura’ | Fuente: Canva

4. Irritabilidad y cambios de humor

Las alteraciones en los horarios de descanso pueden provocar cambios en el humor de las personas, según una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y difundida por el Instituto Europeo del Sueño.

Se han realizado experimentos de modificación genética en ratones sobre el gen PER3, correspondiente al reloj circadiano. Estas pruebas determinaron que los cambios en los ritmos de reposo producían comportamientos de depresión y apatía.

“Diversos estudios han dejado constancia de que no dormir adecuadamente y durante el tiempo necesario puede desencadenar estrés, cansancio, depresión, comportamientos agresivos y alteraciones en el humor”, aseguran los especialistas del sueño.

Otras consecuencias del vamping son:

  • Cansancio
  • Defensas bajas
  • Falta de concentración
  • Mareos
  • Confusión
  • Trastornos del ritmo cardíaco
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Las alteraciones del sueño y el cansancio son dos de los síntomas habituales | Fuente: Canva

Consejos para prevenir el vamping

Atendiendo a las recomendaciones de la Fundación Americana del Sueño, te traemos algunos consejos para ayudar a tus hijos a prevenir esta práctica:

1. Limitar el uso de la tecnología

Muchos adolescentes no tienen la madurez suficiente para comprender la importancia del sueño. Por eso debemos imponerles límites en el uso de la tecnología.

Por ejemplo, podrías prohibir el móvil y el ordenador después de las 11 o las 12 de la noche, en función de la hora a la que deban levantarse por la mañana. De esa manera, tu hijo tendrá varias horas para chatear con sus amigos y navegar en Internet después de la cena, antes de irse a la cama con la mente relajada.

Si asume una actitud rebelde y no comprende los riesgos del vamping, existe el recurso de emplear una herramienta de control parental para bloquear el dispositivo electrónico después de cierta hora.

2. Alejar el móvil de la cama

Tener el smartphone o la tablet en la mesita de noche es una tentación muy fuerte para un adolescente. Por eso debemos acostumbrar a nuestros hijos a mantener los dispositivos lejos de la cama a la hora de dormir. Podrían guardarlos en un cajón o, incluso, dejarlos fuera de la habitación durante la noche.

3. Dar ejemplo

Recordemos que el vamping no es solo cosa de niños y adolescentes. Muchos adultos también reducen sus horas de sueño por su adicción al móvil. Si deseas que tu hijo no caiga en este mal hábito, debes comenzar dando ejemplo.