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Consejos de un experto en huella digital para afrontar un caso de ciberbullying

Gestionar el ciberacoso
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 20.07.23

Es innegable que estamos viviendo una época en la que el acoso online o ciberbullying, un fenómeno perturbador que supone hostigar, amenazar, degradar o avergonzar a alguien a través de internet, se ha extendido alarmantemente. Resulta cuanto menos inquietante imaginar hasta qué punto puede afectar psicológicamente este tipo de ataques a los menores, quienes suelen ser sus principales víctimas. Aquí trataremos este asunto y os daremos las claves para gestionar el ciberacoso desde la óptica de un experto en huella digital.

No es una novedad que cada vez asistimos a más sucesos de esta índole, lo que queda reflejado en estudios estadísticos como el que se recoge en statista.com, según el cual cerca del 38 % de las personas son testigos de ciberacoso en las redes sociales diariamente. Para añadir un dato más desconcertante, parece ser que los estudiantes extranjeros son más propensos a sufrir este tipo de hostigamiento que los autóctonos.

Lo cierto es que estamos hablando de un tema que se ha convertido en la principal preocupación del personal escolar, y no es para menos, cuando en España se denunciaron cerca de 70.000 casos entre 2022 y 2023.

Manifestaciones del ciberacoso

El hostigamiento online puede manifestarse de muchas formas, algunas de las cuales son reconocibles y claramente perjudiciales:

1. La denigración

Que consiste en difundir información falsa o despectiva sobre alguien para dañar su reputación.

2. Suplantación de identidad

Crear un perfil falso haciéndose pasar por otra persona, a veces incluso robando sus credenciales, y publicar contenidos embarazosos o malintencionados.

3. Flaming

Discusiones online dentro de chats privados y apps, con comportamientos vulgares para molestar a otra persona.

4. Trolling

Provocar a otros usuarios para que se enfrenten en internet.

Signos de alarma

Es verdad que, muchas veces, no es sencillo abrir diálogos con los menores cuando son víctimas de este tipo de ataques. Sin embargo, existen señales de alerta que pueden indicar si un niño o adolescente está siendo acosado. Observar cambios en el comportamiento después de usar internet, notar que elude actividades sociales y escolares o que se produce un descenso en el rendimiento académico son algunas de las señales a las que se debe prestar atención. Y, si se advierten cambios en la salud mental del menor, como tristeza, ansiedad o retraimiento, resulta crucial buscar ayuda médica.

Decálogo para gestionar el ciberacoso

Pero, ¿cómo se puede prevenir y afrontar este problema? Aquí os dejamos diez pautas básicas:

1. Establecer normas claras

Es importante conversar con los menores sobre un comportamiento adecuado en internet.

2. Restringir el acceso

Limitar el uso de la red a un tiempo determinado al día para evitar la exposición excesiva.

3. Configurar controles parentales

Estos filtros pueden garantizar un ambiente virtual más seguro.

4. Limitar el uso de dispositivos

Supervisar la actividad online en un lugar central de la casa.

5. Definir sitios prohibidos

Educar a los menores sobre los sitios seguros y no seguros en internet.

6. Guardar evidencia

En el caso de que ya se haya producido algún episodio, documentar los incidentes con capturas de pantalla o fotos.

7. Bloquear al agresor

El corte de comunicación es un primer paso imprescindible para frenar el acoso.

8. Informar a una figura de autoridad

Profesores, administradores o cualquier otro adulto de confianza.

9. Buscar apoyo médico

Las implicaciones psicológicas que suponen para la víctima deben ser atendidas por profesionales.

10. Recurrir a expertos

Ellos trabajarán en la eliminación de los contenidos lesivos que se han publicado.
Borrarlos de internet es un proceso complejo pero no imposible. Es un camino que, muchas veces, requiere múltiples pasos e involucra a varias entidades. Puede ser necesario eliminar o desactivar cuentas en redes sociales, blogs, foros y otros sitios donde se haya publicado la información. Para ello, a veces es preciso recurrir a leyes y regulaciones como la del derecho al olvido.

Existen empresas especializadas que, en casos de ciberacoso, ayudan a gestionar la presencia online y a minimizar la huella digital. Lo que hacen es recurrir a una variedad de técnicas para ayudar a reducir la visibilidad de la información dañina en los motores de búsqueda y en las plataformas.

Si, después de todos estos esfuerzos, lo que se publicó para perjudicar a la persona siguiera estando disponible, se puede solicitar a los motores de búsqueda que desindexen el contenido. Aunque este proceso suele ser complicado y, a menudo, depende del tipo de publicación y del motor de búsqueda.

A pesar de que no hay que mirar internet como un lugar hostil, sino como un espacio de oportunidades, es imposible negar que debemos prestar mucha atención y tomar medidas siempre que sea necesario para garantizar a nuestros niños y jóvenes un presente y un futuro digital seguro.

Alejandro Abascal
Experto en huella digital y CEO de Remove Group