El Método Estivill es la primera propuesta que se encontrará cualquier padre con dudas sobre cómo acabar con los despertares nocturnos del bebé. Lo encontraremos reflejado en el libro [amazon_textlink asin=’8490328625′ text=’Duérmete niño‘ template=’ProductLink’ store=’saposyprinces-21′ marketplace=’ES’ link_id=’c6967037-4b51-4b66-a017-7ad4a9028c53′] del Neurólogo catalán especialista en sueño, Eduard Estivill. Tiene la finalidad de ayudar a las familias a conseguir que sus hijos concilien el sueño solos. Según su creador, los menores están preparados para dormir sin compañía a partir de los 4-6 meses de edad.
En el libro se parte de la idea de que los padres hacemos que nuestros bebés adquieran hábitos inadecuados de sueño. Cuando son muy pequeñitos les dormimos a distintos horarios, en la silla del coche, en el cochecito de paseo, en la cuna, en el sofá, en brazos o en una terraza tomando café. De esta forma, el niño no adquiere una rutina adecuada y lo que intenta conseguir este método es ayudar a crearla.
¿Por qué es tan polémico el Método Estivill?
Algunos han resumido la metodología de Estivill como “dejar llorar al niño hasta que se canse” y no es exactamente esto, pero tiene algo que ver. Recomienda que los padres acuesten al bebé y lo dejen despierto en la cama durante periodos cada vez más largos, que van desde 1 hasta 17 minutos. Esta rutina se llama “espera progresiva” ya que el tiempo de espera debe aumentar paulatinamente, es decir, aunque lloré no se puede acudir hasta que toque y cuando se haya cumplido, los adultos solo pueden consolarlo desde la distancia, no pueden ni cogerlo en brazos, ni darle de comer.