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Educación en casa

7 Motivos por los que hay que llevar a tu hijo a una exposición

llevar a los niños a una exposición
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 21.03.19

¿Debemos llevar a los niños a una exposición o solo tienen que ir en las salidas escolares? Una actividad de este tipo puede ser interesante para toda la familia. ¡No lo dudes! Acude siempre que puedas con tus hijos a salas de arte y museos. Gracias a estas visitas se acercarán a la cultura de una forma más espontánea y natural y disfrutarán del arte desde pequeños. Además, aprenderán de una manera distinta contenidos que tratan en el colegio. Entre otras cosas porque entran en espacios dedicados al conocimiento, a la belleza, a la historia. En definitiva, al arte.

En un estudio publicado en Education Next, se afirma que los alumnos expuestos a las instituciones culturales como museos y centros de artes escénicas, no sólo tienen niveles altos de compromiso con las mismas sino que este acercamiento genera más tolerancia, empatía histórica, mejor memoria educativa y pensamiento crítico.

La Fundación MAPFRE ofrece, en sus salas de Madrid y Barcelona, un sinfín de exposiciones de diferentes disciplinas, como la fotografía, la escultura o la pintura, además de talleres y juegos para toda la familia. Acudir a estas muestras puede resultar muy positivo para la vida y la educación de nuestros hijos y es un buen ejercicio para su formación. Os vamos a dar 7 motivos por los que llevar a los niños a estos lugares.

1. A nuestros hijos les gusta el arte

Los niños disfrutan de los museos incluso más que los adultos. Si les llevamos habitualmente a estas actividades culturales, por ejemplo en las mañanas de los fines de semana, encontrarán inspiración para su vida diaria y desarrollarán su creatividad e imaginación.

2. Una buena herramienta de aprendizaje

Acercarse al arte en el centro escolar, con los compañeros y profesores, o las salidas culturales del colegio son actividades muy positivas. Pero, visitar exposiciones en familia es mucho más: ayuda a potenciar la complicidad y el compromiso entre sus miembros porque participan juntos en una actividad creativa. Además, capacidades como el razonamiento abstracto, el pensamiento visual o la creatividad se desarrollan en los más y menos jóvenes.

3. Aprender nuevos conocimientos

Gracias a estas visitas pueden aprender conocimientos nuevos sobre historia, geografía, ciencia, literatura o música de forma espontánea. Si en un cuadro aparece un violín sería un buen momento para hablarles de los instrumentos de cuerda y de la música. Podemos preguntarles si lo han visto alguna vez o si conocen otros tipos. Además, las exposiciones temáticas sobre un género, un movimiento cultural o una figura relevante es una buena oportunidad, para grandes y pequeños, de acercarse a temas menos conocidos pero interesantes.

Llevar a los niños a una exposición4. ¡A disfrutar, siempre!

El aprendizaje a través de juegos, acertijos, secretos y talleres es una buena medida para participar de las exposiciones y pasar un rato ameno e interesante. Por eso, es recomendable elegir museos que ofrezcan muestras atractivas para el público infantil. Incluso tours especiales y actividades divertidas.

5. Crear expectativas antes de llevar a los niños a una exposición

Una buena idea es ir creando ilusión antes de llevarles a algún espacio artístico. Estaría bien buscar información en Internet durante la semana, como imágenes y vídeos para que vean que es una oportunidad para hacer algo novedoso y emocionante. Tenemos que implicar a toda la familia para que la salida tenga éxito, desde los más pequeños a los adultos. Incluso podemos hacer un listado y colgarlo en la nevera con lo que vamos a ver en la galería. Cada uno puede apuntar lo que le ha parecido más interesante y hay que intentar no perderse. Cuando encuentren los cuadros o las piezas en el museo seguro que se emocionarán.

6. Buscar visitas guiadas

Aunque preparemos con antelación la salida, lo mejor es buscar solo aquellas con visitas guiadas. Los educadores saben cómo llamar su interés preguntándoles por lo que ven o lo que les parece más curioso.

Los padres siempre deben acompañar a los hijos en las actividades. Por ejemplo, en la Fundación MAPFRE realizan talleres para niños de 3 a 6 años y de 7 a 12 años por solo 3 euros por participante, en los que requieren el acompañamiento de algún adulto. Las visitas familiares están organizadas de forma dinámica para que no se hagan pesadas, con la elección de obras y de actividades perfectamente diseñadas para la comprensión de las mismas.

7. Crear sus propias obras

Por último, os recomendamos que, al llegar a casa, les animéis a que pinten esa obra que les ha gustado o sorprendido. Se trata de una buena manera de que la recuerden y de que puedan desarrollar su creatividad. Además, podéis crear un cuaderno con todas las visitas y repasarlo juntos al final del año.

Ofrecido por Fundación MAPFRE