Consejos
Retos en la educación

Método educativo de la gamificación

Método educativo de la gamificación
Fuente: Unsplash
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 20.04.20

El juego es, por su capacidad de motivación e inspiración, una de las herramientas más valiosas para el aprendizaje. En función de los propósitos perseguidos, puede emplearse de distintas maneras dando lugar a metodologías como la gamificación, donde el componente lúdico se adapta a los contenidos para facilitar su asimilación.

Gamificar no es jugar

Procedente del vocablo inglés game y también denominada ludificación a partir de su etimología castellana, esta modalidad de la enseñanza aplica, a una materia de estudio concreta, las “dinámicas, mecánicas y reglas” propias de un escenario lúdico. Así lo explica Ingrid Mosquera, profesora de UNIR especializada en Psicología de la Educación, que la distingue de otras disciplinas como el Aprendizaje Basado en el Juego, con un funcionamiento opuesto en el que es la asignatura en cuestión la que se acomoda al pasatiempo.

Gamificación, por tanto, no equivale a juego, sino a utilizar aspectos interesantes de este para mejorar la enseñanza de temas generalmente complejos o modificar determinadas conductas indeseadas. Precisamente, su objetivo esencial consiste en reducir la dificultad de algunos retos didácticos, disminuyendo también las probabilidades de fracaso y de la frustración que este a veces conlleva.

Gamificación para cambiar conductas
A través de la gamificación se pueden llegar a modificar conductas inapropiadas | Fuente: Pxhere

Características de la gamificación

La eficacia de esta metodología radica en una serie de aspectos, algunos compartidos con otras modalidades didácticas, que permiten alcanzar las metas establecidas mediante un procedimiento más ameno y entretenido:

1. Diversión

En una de sus definiciones del concepto, Francisco José Gallego, Rafael Molina y Faraón Llorens, del Departamento de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Alicante, afirman que, en el camino hacia la consecución de los retos planteados, la gamificación debe aportar, ante todo, diversión.

2. Motivación

Otro punto en común de todo proceso ludificado son sus incentivos, generalmente basados en la obtención de recompensas y distinciones que reflejan los progresos de cada participante, ya hablemos de rankings, insignias, medallas u otros elementos motivadores.

3. Implicación

Los mencionados docentes de la Universidad de Alicante también hacen referencia a la implicación como rasgo común de toda propuesta gamificada, algo imprescindible para propiciar que los participantes mantengan un esfuerzo y una dedicación constantes a lo largo de la misma.

La gamificación busca motivar
Una de las características de la gamificación es la motivación a través de herramientas lúdicas | Fuente: Unsplash

4. Progresión

Si en los juegos hablamos de ganadores y perdedores, en el contexto de la ludificación las reglas están orientadas al progreso de los implicados, ya se dirija al aprendizaje de una materia o a la búsqueda de un cambio de comportamiento.

5. Colaboración

Asimismo, este tipo de iniciativas, sostiene Ingrid Mosquera, suelen tener un carácter colaborativo a diferencia de los entornos de juego, donde predomina la competitividad.

6. Simplificación

La aplicación de mecánicas lúdicas a los contenidos permite, además, la simplificación de los mismos, algo extremadamente útil cuando se trata de temáticas que entrañan una complejidad considerable.

7. Personalización

La posibilidad de repetir, de volver atrás o de establecer un ritmo propio, explica Ingrid Mosquera, añade una necesaria atención a la diversidad, poniendo el foco en las capacidades de cada participante y facilitando el aprendizaje a partir de sus propios errores.