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¿Se deben limitar los deberes? Esta es la opinión de los expertos

¿Se deben limitar los deberes? Esta es la opinión de los expertos
Fuente: Pixabay
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 01.09.19

El ya conocido debate sobre si las tareas escolares suponen una carga excesiva para nuestros hijos o no, se ha ido avivando durante los últimos meses. Tras entrar en vigor la primera ley que contempla limitar los deberes (aprobada a finales de 2018 por la Comunidad Valenciana y solo aplicable en la misma Comunidad Autónoma), muchos nos preguntamos si deberíamos avanzar en ese sentido o, si, por el contrario, es una exageración con poco fundamento.

El caso de España: muchos deberes y bajo rendimiento escolar

Antes de nada, si nos paramos a analizar la situación de nuestro país, observamos que, según los datos de la OCDE, los menores españoles dedican más de seis horas semanales para cumplir, fuera del horario lectivo, con las obligaciones impuestas por sus distintos profesores. Una cifra que contrasta con las escasas tres horas empleadas por los niños en otros países como Finlandia o las cuatro de los alumnos suecos.

Si enfrentamos el anterior aspecto con los últimos datos de Eurostat, la Oficina Europea de la Estadística, la cosa se pone más que interesante. Porque resulta que, pese a esa dedicación extra de nuestros estudiantes, nos situamos en el primer puesto en cuanto a abandono escolar entre todas las naciones que forman parte de la Unión Europea. Con una tasa del 17,9%, lideramos este negativo ranking en el que nos sigue Malta (17,5%) y nos superan de largo otros estados como la República Checa (6,2%), la Eslovaca (6,6%), Croacia (3,3%), Eslovenia (4,2%), Grecia (4,7%) o Polonia (4,8%).

Los estudiantes españoles y los problemas de estrés académico

Una de las voces a favor de limitar los deberes es la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sitúa a España entre los países con una de las poblaciones escolares más estresadas. Afirman que dentro de esa presión tiene gran culpa la excesiva carga de tareas para hacer en casa. Entre los 11 y los 12 años, un 34% de los niños y un 25% de las niñas se sienten agobiados por esta acumulación de tareas. Porcentajes que se elevan hasta un 55% en chicos y un 53% en chicas de 13 y 14 años y que lo siguen haciendo cuando cumplen los 15 (70% y 60%, respectivamente).

No limitar los deberes puede generar situaciones de estrés infantil
Limitar los deberes  aliviaría la presión que sienten nuestros estudiantes, según la OMS | Fuente: Unsplash

Esta situación de presión, según la propia visión de los expertos de la OMS, deriva en ocasiones en “problemas de salud como dolor de cabeza, abdominal, de espalda o mareos y otros de tipo psicológico, como sentirse triste, tenso o nervioso”. Además, puede generar una sensación de déficit de energías que perjudique en el rendimiento académico.

La importancia de escuchar la opinión de los profesionales

Con los datos sobre la mesa, podemos intuir que algo no estamos haciendo bien. Si dedicar más tiempo a hacer ejercicios en casa no aumenta el rendimiento de nuestros estudiantes, ¿cuál es entonces la clave?

La Doctora en Pedagogía y Vicepresidenta del Colegio de Pedagogos de Cataluña, Victoria Gómez Serés, afirma que los deberes “deberían servir para motivar al alumno y no ser una tarea que se pone porque el profesor se ha pasado 45 minutos de la clase, explicando y no tiene tiempo de hacer las actividades en el aula”. Además, recuerda la importancia de adaptarlas a las circunstancias de cada alumno: “hay niños que precisan de un refuerzo, por lo que necesitan ejercicios para recordar lo aprendido. Otros se aburren en clase y lo que necesitan son retos y juegos en los que tengan que pensar”.

Esa desmotivación es uno de los máximos enemigos del profesorado. Muchos docentes apuestan por incentivar a los alumnos con entornos atractivos para ellos, priorizando las materias útiles sobre la enseñanza teórica vacía. La maestra del CEIP Santa Eulalia Alba Mato, nos comentaba en una conversación reciente que es vital “conseguir que el cerebro de cada uno de los niños esté predispuesto al aprendizaje. Y, sobre todo, que este sea significativo y real”. Para ello, cree que los profesores deben ser conscientes “del estado emocional del alumnado, potenciando la escucha y despertando su curiosidad”.

Limitar los deberes o hacerlos divertidos
Se deben proponer a los niños actividades que les motiven | Fuente: Pixabay

Lourdes Jiménez, nombrada 2ª mejor docente de Primaria en los Premios Abanca 2018, resta protagonismo a aquellas “actividades que premian lo memorístico y mecánico”. En su lugar, apuesta por “contenidos unidos a competencias, habilidades y destrezas”, otorgando especial importancia a la inteligencia emocional y al trabajo cooperativo. Opina que “las tareas que suponen experimentación, manipulación, práctica y convivencia dejan un aprendizaje significativo” que los niños interiorizarán de por vida.

Todo parece indicar que, más que por limitar los deberes, la solución pasa por la calidad, la adaptación individual y la forma de plantearlos. Aspectos que, si empiezan a ser más tenidos en cuenta por las instituciones educativas, se reflejarán muy probablemente en un mejor desempeño de nuestros estudiantes.