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Los 10 acantilados más impresionantes de España

Acantilados de España
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
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Fecha de actualización: 23.04.24

Los acantilados son accidentes geográficos caracterizados por sus pendientes abruptas. Aunque solemos asociarlos con la costa, también se alzan sobre montañas, fallas y orillas de ríos. Estas formaciones rocosas se han esculpido a lo largo de milenios debido a procesos erosivos, pero además de ser fascinantes desde el punto de vista geológico, son lugares turísticos increíbles. ¿Quieres conocer los más impresionantes de España?

1. Cañón de Délica

Si buscas acantilados que te dejen sin aliento, y estás de visita en el País Vasco, dirígete a Álava, más precisamente al Valle de Arrastaria. Allí te toparás con el imponente Cañón de Délica, formado por el río que fluye tras el Salto del Nervión. Con sus 222 metros de altura, es el salto de agua más alto de la península.

Para una vista única, sigue la Senda Verde de Delika, una ruta que te permite caminar por su interior y contemplar el espectacular salto desde abajo. De aproximadamente 5 kilómetros, parte del núcleo urbano de Délica y remonta el curso del río hasta alcanzar el inicio del cañón. Aunque la ruta no llega hasta la base del Salto del Nervión, ofrece vistas magníficas y una experiencia cercana a esta maravilla natural. ¡El desnivel acumulado es de 115 metros!

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El del Nervión es el salto de agua más alto del país | Fuente: Canva

2. Acantilados de Vixía Herbeira

Los Acantilados de Vixía Herbeira son impresionantes formaciones rocosas situadas en la Sierra de la Capelada, en A Coruña, Galicia. Tienen una altura de 613 metros sobre el nivel del mar, lo que los convierte en los más altos de la Europa continental.

La vegetación en esta zona suele ser de matorral o monte bajo, debido a la altitud y la exposición a los fuertes vientos del océano. Aquí abundan los brezos y los tojos, y también hay extensas praderas donde pasta ganado vacuno y caballar. En el punto más elevado, justo al borde del acantilado, se encuentra la garita de Herbeira, una antigua construcción de piedra con techo abovedado que data del siglo XVIII. Formaba parte de una serie de puestos de vigilancia costera y marítima a lo largo de toda la costa, y hoy es parte de una postal turística única.

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Los de Vixía Herbeira tienen la mayor elevación sobre el nivel del mar de Europa | Fuente: Canva

3. Flysch de Zumaia

Si vas caminando por la costa, en el corazón del País Vasco, escucharás las olas chocando con los acantilados: a tus pies se yergue el Flysch de Zumaia, una maravilla geológica capaz de contar la historia de nuestro planeta.

Se compone de una serie de estratos rocosos que se alternan entre capas duras y blandas. Estas se han formado a lo largo de más de 50 millones de años y son como las páginas de un libro. Cada capa representa un periodo diferente, con fósiles y sedimentos que nos dan pistas sobre cómo era el mundo en épocas pasadas.

Lo que lo hace tan especial es la claridad con la que se pueden observar estas capas. Los acantilados aquí han sido erosionados de tal manera que han quedado expuestas verticalmente, permitiéndonos ver y estudiar este fenómeno sin necesidad de excavar.

Además de ser una formación rocosa impresionante, tiene una gran importancia científica. La Sociedad Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS) lo declaró uno de los cien lugares de patrimonio geológico mundial.

Flysch de Zumaia
En Zumaia encontrarás uno de los tesoros geológicos más bonitos de España | Fuente: Canva

4. Cabo Formentor

El cabo Formentor está en el punto más septentrional de la isla de Mallorca, famoso por sus altísimos acantilados que en algunos puntos alcanzan los 300 metros de altura. Desde allí, el paisaje es magnífico, con el mar Mediterráneo extendiéndose hasta donde alcanza la vista.

Uno de sus principales atractivos es su faro. Inaugurado en 1863, se alza a 200 metros de altitud y ofrece una panorámica inigualable del entorno natural virgen que lo rodea. Además, cuenta con una hermosa playa de aguas cristalinas, perfecta para un chapuzón o un paseo en familia.

El viaje por la carretera que lleva al cabo es una aventura en sí misma. Construida por el ingeniero mallorquín Antonio Parietti en 1925, serpentea a través de la Sierra de Tramontana, acompañada de postales únicas del mar.

Cabo Formentor acantilados
Los acantilados del cabo Formentor están en la costa norte de Mallorca | Fuente: Canva

5. Barrancas de Burujón

Las Barrancas de Burujón son otra maravilla de la naturaleza; están situadas en la localidad de Burujón, en la provincia de Toledo, a unos 30 km de la capital. Este paraje es conocido por sus espectaculares cortados arcillosos de color rojizo, formados por la erosión del viento y las aguas del río Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.

Estos cortados, también conocidos como cárcavas, se extienden a lo largo de, aproximadamente, 1 kilómetro y alcanzan más de un centenar de metros de altura en algunos puntos, concretamente en su pico más alto, que es conocido como el ‘Pico del Cambrón’.

En el interior de las barrancas se encuentra el embalse de Castrejón, que añade una belleza aún mayor a este paraje y sirve de refugio para numerosas especies de aves.

La flora de las barrancas es diversa, con vegetación de ribera, que incluye altos carrizos, eneas, zarzamoras, sauces o tarayes, y vegetación mediterránea, con plantas como el tomillo, el romero, los almendros, la retama de bola, la efedra y el enebro.

La fauna es igualmente variada, con conejos, liebres, perdices y una gran cantidad de aves, incluyendo cigüeñas, ánades, patos, garzas, martinetes, cormoranes. Además, quizá tengas ocasión de ver algún imponente halcón peregrino, águila imperial ibérica, búhos, cernícalos y buitres.

Para explorar, una buena idea es seguir la Senda ecológica de las Barrancas, un sendero llano —¡y sencillo!— que cuenta con varios miradores desde los cuales se pueden contemplar los espectaculares cortados, además de los animales pululando en su hábitat con libertad.

Barrancas de Burujón
¿Has visitado ya los acantilados rojos de las Barrancas de Burujón? | Fuente: Canva

6. Los Gigantes en Tenerife

Los acantilados de Los Gigantes, ubicados en Santiago del Teide, son una de las atracciones más impresionantes de Tenerife. Alcanzan alturas de hasta 600 metros y se extienden a lo largo de gran parte de la costa oeste de la isla. Estos gigantescos acantilados de basalto ofrecen paisajes espectaculares tanto desde tierra como desde el mar, y atraen a miles de turistas. Además, la zona es hogar de una rica y protegida fauna local.

Los Gigantes no solo son un deleite visual, sino también un destino lleno de actividades para los amantes de la naturaleza y el deporte. Aquí puedes hacer kayak, observar ballenas y delfines, o incluso bucear para descubrir la biodiversidad que se encuentra hasta 30 metros bajo el mar. Cerca de allí, también hay una hermosa playa con piscinas naturales.

Además, Tenerife, colmada de diversidad y belleza, ofrece una amplia gama de playas, parques, excursiones, actividades y viajes de un día para disfrutar de unas vacaciones inigualables.

Los acantilados de Los Gigantes Tenerife
Los Gigantes de Tenerife, una de las atracciones más impresionantes de la isla | Fuente: Canva

7. Los Órganos de La Gomera

Los Órganos son un monumento natural situado en la costa noroeste del municipio de Vallehermoso, en la isla de La Gomera. Es uno de los tesoros más escondidos y espectaculares de la isla, y se llama así porque se asemeja a los tubos de un órgano gigante que parece que emerge desde las profundidades del océano Atlántico.

Esta formación geológica única es el resultado del enfriamiento lento del magma de una erupción volcánica que ocurrió hace cientos de años, junto con la erosión constante del mar. Las columnas, imponentes, alcanzan una altura de 80 metros y cada una tiene un grosor de más de un metro.

Debido a su ubicación bajo un acantilado de casi 700 metros de altura, es inaccesible por tierra y solo puede verse desde alguna embarcación. Hay varias empresas locales que ofrecen excursiones a Los Órganos, siempre que el mar lo permita, ya que las aguas del norte son las que tienen corrientes más fuertes.

Además de su geología única, también alberga una rica biodiversidad. Aquí puedes encontrar una gran variedad de plantas endémicas de Canarias, incluyendo algunas que son exclusivas de La Gomera. La fauna invertebrada es abundante y es endémica en un 80 %. También hay reptiles como el lagarto tizón gomero y el perenquén.

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En la imagen se ve por qué reciben el nombre de Los Órganos | Fuente: Turismo de Canarias

8. El Tajo de Ronda

Nos dirigimos ahora al sur de la península, más precisamente a la encantadora ciudad de Ronda, en la provincia de Málaga. El río Guadalevín ha esculpido este paisaje durante miles de años, creando este impresionante desfiladero. En 2019, el Tajo fue reconocido como Monumento Natural de Andalucía, y si lo visitas, descubrirás pronto por qué. Se extiende a lo largo de medio kilómetro, con una profundidad de 100 metros y una anchura de 50. En su interior, encontrarás ‘La Caldera’, una hondonada circular cubierta por matorral disperso.

El Tajo de Ronda es hogar de una gran diversidad de fauna. Aquí hay córvidos, vencejos y palomas, así como rapaces como el cernícalo y el halcón peregrino. Eso sí, el Tajo no es solo un espectáculo geológico; también es un rincón de gran importancia histórica y cultural. Sobre este desfiladero se alza el Puente Nuevo, uniendo las dos partes de la ciudad.

Tajo de ronda
Este desfiladero fue declarado Monumento Natural de Andalucía en 2019 | Fuente: Canva

9. Castellfollit de la Roca

Viajando hacia la región de La Garrocha, en Cataluña, está Castellfollit de la Roca, uno de los pueblos más pequeños de Girona. Pero, ¿alguna vez visitaste una población asentada sobre un acantilado de roca volcánica?

El paisaje aquí es simplemente indescriptible. El poblado se extiende a lo largo de 1 kilómetro, con una altura de más de 50 metros, y ofrece panorámicas que te dejarán —casi literalmente si sufres un poco el vértigo— sin aliento. Los ríos Fluviá y Toronell han esculpido con paciencia este risco durante miles de años, dejando a su paso una postal única.

Como extra, pasear por las calles de Castellfollit es como viajar atrás en el tiempo. Las casas antiguas, con sus paredes de piedra negra y tejas doradas, te llevarán de viaje en la historia. Si buscas tranquilidad, y un ambiente casi de postal, apúntate esta visita.

El corazón del pueblo está dominado por construcciones medievales, entre las que destaca la antigua iglesia de San Salvador. Este templo, cuyo campanario parece querer tocar el cielo, alberga hoy en día el Centro Cultural de la comunidad, con exposiciones permanentes.

Justo al lado, está el mirador y plaza Joseph Pla, un sitio perfecto para contemplar el horizonte, el Parque Volcánico y los alrededores de Castellfollit. Aquí, donde antes se encontraba el cementerio del pueblo, los amantes de la fotografía darán con las mejores vistas.

Finalmente, no puedes perderte la Torre del Reloj, otro emblema local, que desde 1925 marca las horas de la villa.

Castellfollit de la Roca
Vivir sobre acantilados es lo normal en Castellfollit de la Roca | Fuente: Canva

10. Arribes del Duero

Los Arribes del Duero, un tesoro nacional situado en el noroeste de la provincia de Salamanca y el sudoeste de la provincia de Zamora, en Castilla y León, invita a los amantes de la naturaleza a sumergirse en su belleza.

Este espacio protegido, declarado parque natural, zona de especial protección para las aves, zona especial de conservación y reserva de la biosfera, es un obsequio de la naturaleza. Los cañones, esculpidos por el río Duero a lo largo del tiempo, crean un paisaje sin igual. Los acantilados verticales, las cascadas y los valles verdes conforman una imagen perfecta.

Además de su particular geografía, Arribes del Duero cuenta con una rica diversidad biológica. En los parques de la región, podrás adentrarte en bosques autóctonos y observar diferentes especies vegetales y animales.

Su belleza también se extiende a sus encantadores pueblos. Cada uno con personalidad propia, te permitirán sumergirte por un momento en la vida rural. Para los amantes de la aventura, los cruceros fluviales son una excelente opción. ¿Te apuntas?

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Arribes del Duero posee desniveles de hasta 500 metros | Fuente: Canva