Viajar con niños
Consejos para viajar

Buenas razones para animaros a viajar con vuestro bebé y disfrutar de la experiencia

viajar con un bebé a la montaña
Los estímulos visuales que propician los viajes contribuyen al desarrollo cerebral del bebé
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 18.05.22

Son muchos los que deciden frenar sus viajes durante una temporada por el simple hecho de convertirse en padres o tener un niño pequeño en casa. Consideran que es el momento de vivir con ellos una etapa más tranquila y aparcar todo ese universo de emoción y aventura que implica el descubrir nuevos lugares. Pero, ¿y si te decimos que viajar con un bebé le beneficia más de lo que imaginas? Y no solo a él, sino que las bondades que ofrecen se extienden a toda la familia.

Es cierto que la dinámica cambia en estos casos. Será necesario organizar las cosas con más margen de tiempo, ser previsores, bajar el ritmo con itinerarios relajados y respetar sus necesidades. En este sentido, una buena referencia para planificarlos puede ser el libro Guía para viajar con tu bebé.

A diferencia de cuando nuestros hijos son ya más mayores y tienen capacidad de decirnos lo que les gusta y lo que no, los bebés se dejan llevar a todas partes prácticamente sin rechistar ¿No crees, por tanto, que al final sí es un buen momento para salir a conocer otros lugares en familia? Y encima este no es el único aspecto a favor, sino que hay muchos más beneficios.

Ventajas de viajar con un bebé

1. Pasar tiempo de calidad con él

El ritmo que llevamos en la sociedad moderna no nos permite en muchos casos disfrutar del nuevo miembro de la familia como nos gustaría. Una manera de pasar tiempo de calidad con él es cuando organizamos alguna escapada.

Estas salidas hacen posible vivir experiencias diferentes con nuestro pequeño y dedicarnos a él al cien por cien. Y es que no es lo mismo el ritmo frenético que llevamos cotidianamente que esos días de evasión en los que solo importa disfrutar del momento. Y eso él lo apreciará. En realidad, todos estaréis contribuyendo a mejorar la cohesión familiar.

2. Salir de la rutina

¿Aún piensas que tu bebé no es consciente de lo que es la rutina? Quizá no como nosotros, pero lo que sí podemos afirmar es que ellos identifican perfectamente cuando están en casa o en cualquier otro lugar.

La mayoría piensa que, en la crianza de los hijos, la rutina les aporta estabilidad. Y es cierto. Pero lo que a menudo se desconoce es que su cerebro está en constante evolución desde que nacen y cuantos más estímulos reciben, más se desarrollan sus capacidades. Cuando viajamos, es imposible no percibir toda una serie de nuevos estímulos sensoriales, principalmente a nivel visual, pero también nos encontramos con olores, sabores, personas, idiomas y culturas diferentes.

Y con todo un armamento de neuronas en plena expansión, os podemos asegurar que en ellos también influyen positivamente. No tengas miedo de cambiar de aires con tu hijo pequeño, con independencia de que sea lejos o cerca, ya que a la hora de fomentar la estimulación temprana todo serán ventajas.

3. Mejorar la adaptación de niños y mayores

Viajar con un bebé puede suponer un reto en algunos sentidos. De entrada, para él, porque tendrá que aprender a identificar situaciones desconocidas y darles respuesta.

Parece una tontería, pero no es lo mismo gatear por casa que por la arena de las playas del Mediterráneo. Y una cosa es que tome comida casera y otra que pruebe un tayín en Marruecos o un pad thai en Tailandia —cuando ya tenga edad para hacerlo, claro—. O dormir una siesta en su cuarto que hacerlo rodeado del ruido incesante de un aeropuerto.

Todas esas sensaciones irán quedando en su cerebro y no harán otra cosa que mejorar constantemente su capacidad de adaptación ante lo novedoso.

Además, en estas salidas, también los padres tendremos que ir superando ciertas situaciones que no siempre nos lo ponen fácil. Como bajar el cochecito del niño por unas empinadas escaleras o cambiarle de urgencia porque ha hecho aquello que no esperábamos en medio de una visita, por poner solo un par de ejemplos. Es en casos así cuando tendremos que poner a prueba nuestra capacidad de adaptación como padres.

4. Socializar desde el primer momento

¿Y si os decimos que durante el viaje ellos serán los protagonistas de la aventura? Los bebés son armas de atracción masiva: captan miradas, sonrisas y acercan a adultos y niños. Esto se vive tal cual cuando vamos de visita a cualquier lugar, pero más intensamente en los de culturas diferentes a la nuestra.

Aunque sabemos que hasta cierta edad no podemos crear vínculos —los bebés no lo hacen de modo duradero porque aún no tienen esa capacidad—, ese inicio de socialización será muy positivo. Esas situaciones que viven al intercambiar experiencias con un desconocido en otro lugar les harán crecer sin tanto miedo a lo diferente y con una mente más abierta y tolerante.

No hay que subestimar el intercambio que nuestro hijo pueda tener con otras personas porque siempre estará integrando algo nuevo en su haber. Y lo que es seguro es que el viaje, de una manera u otra, no hará más que fomentarlo.

¿Aún te faltan razones para viajar con tu bebé?

Lourdes Pérez
Fundadora de viajandodo.com
Autora de Guía para Viajar con tu bebé