Viajar con niños
Consejos para viajar

Viajar con niños de alta demanda, un reto que puede convertirse en una experiencia muy positiva

Viajar con niños de alta demanda
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 23.05.22

En términos psicológicos, los niños y niñas de alta demanda son de temperamento fuerte. Complicados y exigentes, suponen un verdadero reto para la crianza. Por eso, si tu hijo o hija entra dentro de esta categoría, quizá te inclines a pensar que salir de vacaciones pueda ser una aventura demasiado arriesgada y contraproducente. Pero, muy al contrario, viajar con niños de alta demanda puede ser beneficioso tanto para ellos como para sus progenitores. Los consejos que os ofrecemos aquí te ayudarán a convertir el viaje en una experiencia muy positiva.

Según Úrsula Perona, psicóloga infantojuvenil, experta en menores con estas características de personalidad y autora de un manual para padres dedicado a ellos, su carácter empieza a revelarse los primeros días de vida y su comportamiento es muy característico: problemas de sueño o de conducta, dependencia del adulto y temperamento fuerte. Impredecibles e hipersensibles, no saben calmarse o jugar solos, son muy curiosos, testarudos y ansiosos.

Por qué viajar con niños de alta demanda

Para desconectar viajando

El tiempo de adaptación a la llegada de un nuevo ser a nuestra vida varía dependiendo de cada familia. Con bebés así puede ser más complicado porque el estado físico, mental y emocional es muy alto. Pero un viaje te servirá para salir de la rutina, alejarte del mismo ambiente, tener intimidad y, simplemente, respirar en otro lugar.

Conoce algo diferente que te haga pensar en otras cosas, cárgate de nuevo de energía antes de volver a casa. No hace falta irse lejos. Ve en busca del sol si hace tiempo lluvioso, camina por la naturaleza si vives en la ciudad o regresa a aquel sitio que te trae tan buenos recuerdos.

Para conectar viajando

  • Conecta contigo. Contigo, para recordarte que, si viajar era una de tus pasiones, va a seguir siéndolo. Para que te prestes atención en estas nuevas salidas y reserves momentos de autocuidado. Centra la atención durante unos minutos en tu respiración —te será útil para gestionar bien el día—, escucha tu música favorita o escribe tus emociones.
  • Conecta con tu bebé. Entender a tu hijo o hija, tenga o no tenga un carácter de este tipo, y ayudarle a crecer es de suma importancia. Y viajar con ellos es uno de los mejores modos de conocerlos —conoceros—, de prestaros apoyo mutuo para superar nuevos desafíos y explorar el mundo. Tener ocasión de observar cómo se comporta te servirá para comprender sus reacciones ante los estímulos.

Consejos para viajar con niños de alta demanda

1. Elige el lugar que creas más adecuado para tu familia

Buscar destinos con clima agradable y libertad de horarios es la mejor opción para disfrutar de un buen viaje con menores muy activos. El contacto con la naturaleza es una excelente herramienta para la calma. Como necesitan canalizar toda la energía que tienen y moverse más que otros, los lugares con mucho espacio son nuestros perfectos aliados. Apuesta por el turismo rural o de ciudades pequeñas, sin tantos ruidos, luces o demasiada gente.

2. Organiza las cosas todo lo posible

Planificar bien lo que vais a hacer reducirá tu nivel de estrés. Por ejemplo, qué llevar en la maleta y preparar un pequeño botiquín y la documentación necesaria (DNI, pasaporte, cartilla del bebé). También, decidir si quieres instalarte cerca de algún centro de salud u otros establecimientos, y reservar el alojamiento con suficiente antelación. Concretar con tiempo qué medio de transporte vas a utilizar en el trayecto o contratar un seguro de viajes son otros aspectos que te ayudarán a tener las cosas bajo control.

3. Si vas a ir en coche

  • Procura que tu hijo o hija vaya lo más cómodo posible en el coche; ponle ropa ligera y vigila que no le moleste ningún accesorio. Si hace frío, en vez de abrigarle mucho con ropa, cúbrele con una mantita después de abrocharle el cinturón.
  • Ten una buena silla homologada acorde con su talla y peso.
  • Si es posible, viajad con él en la parte trasera, tú, tu pareja u otro adulto. Siempre necesitará cerca a alguien y será más cómodo para atender todas sus necesidades.
  • Procura el contacto visual y físico.
  • Intenta viajar en sus momentos de siesta larga. Además, se recomienda parar cada hora y media o dos, pero deberás hacerlo con mayor frecuencia si, de repente, se muestra inconsolable. Conviene salir del coche y moveros con libertad. Aprovecha para cambiarle el pañal, darle el pecho o el biberón o, simplemente, para que sienta el aire fuera del coche.
  • Entretenle con juguetes de colores y texturas variados, háblale, ponle música suave y recurre a otras estrategias que sabes que te funcionan.
  • Ten a mano aquello que necesites, toallitas, un cambiador de tela, su chupete, una mantita y una muda completa, por ejemplo.
  • Mantén tú la calma para poder calmarlo.

4. Si vas en avión

  • Ve con tiempo al aeropuerto para no llegar ya con tensión. Además, así podrá ir familiarizándose con el lugar y se sentirá seguro porque estas con él. Deja que explore y juegue.
  • Lleva su muñeco, mordedor o aquel objeto que acostumbre a tener consigo en casa.
  • Hay que tener en cuenta que, si llora en el despegue o el aterrizaje, puede deberse a la presión en sus oídos. Dale de mamar, el biberón o usa el chupete para aliviarle.
  • En determinados momentos, y siempre que sea posible, utiliza el pasillo; es una manera de distraerle. También podéis mirar por la ventana.
  • No te pongas a pensar que molesta a los demás si llora; los viajeros, por lo general, están acostumbrados a volar y vivir muchas situaciones. Aunque siempre habrá de todo, mantén la calma y haz lo que puedas hasta que acabe el vuelo. La gente suele ser muy comprensiva y amable.
  • Se trata de una experiencia nueva que va a vivir y, como pasa con otras, para algunos será más desagradable, mientras que a otros les parecerá algo sorprendente.
  • Si ya no es un bebé, cárgate de libros de colorear, lápices o juegos que podáis hacer juntos en el vuelo. Recrear que sois los pilotos del avión podría ser una idea interesante.

5. Reserva tu alojamiento

El alojamiento en nuestros viajes, cuando le sumamos un bebé de alta demanda, es un elemento decisivo para encontrarnos lo más a gusto posible en el lugar.

Puedes apostar por hoteles u hostales con encanto que cubran las necesidades de viajar con un bebé y que no tengan muchas habitaciones (para evitar exceso de ruidos, gentío y movimientos en las distintas dependencias del establecimiento). Casas rurales en un bonito entorno natural en el que puedan moverse con total libertad o apartamentos bajos con terraza constituyen una buena opción.

Comer y cenar con niños de alta demanda, si no están dormidos, es bastante complicado. Por eso, tener un sitio donde pueda moverse mientras lo hacéis y en el horario que necesitéis es preferible.

6. Lleva mochila de porteo o carro

Resulta imprescindible llevar uno de estos elementos; la elección dependerá de con cuál acostumbre a estar más cómodo, aunque si es posible llevar ambos, mejor.

7. Olvídate del reloj, ahora viajarás a otro ritmo

Planifica el día con relación a los nuevos horarios, respetando las necesidades de apetito y sueño de tu bebé. En niños muy activos, seguir sus hábitos le proporciona seguridad y estabilidad. Aunque la mayoría de las veces la rutina se nos complica en las salidas.

8. Dosis de paciencia

Si no se te mete en la cabeza que ya no podrás manejar el viaje a tu antojo como antes, no lo disfrutarás.

Viajar con niños de alta demanda: salir a la naturaleza, lo mejor
El contacto con la naturaleza es muy beneficioso para todos | Fuente: Canva

Beneficios de viajar en familia para los niños

1. Una cura emocional

Ir de viaje nos puede ayudar a manejar el estrés y restablecer nuestras emociones. Suelen procurar vivencias que guardamos para siempre y sus beneficios son inmensos. 

2. Un estímulo para su desarrollo

Nos involucraremos en situaciones que estimularán su cerebro: explorar nuevos colores, nuevas texturas, descubrir otros ambientes, olores y alimentos. Para los menores de alta demanda, tan despiertos y curiosos, es un aprendizaje enorme.

3. Una fuente de nuevas experiencias

Fomentan su espíritu aventurero y explorador. Aunque esta cualidad digamos que les viene de serie, el viajar es una buena propuesta para hacer una nueva actividad.

4. Aumentan la capacidad de observación

Disfrutarán y se entretendrán con más facilidad simplemente jugando en un bosque o en la playa, por ejemplo.

5. Propician el desarrollo de un pensamiento más racional, reflexivo y crítico

Le estamos enseñando el mundo, dándoles las herramientas para analizar lo que sucede. Sumará en su aprendizaje.

6. Les ayuda a confiar en la gente y ser más sociables

Hay niños y niñas de alta demanda que son extrovertidos y otros, en cambio, introvertidos. Para los primeros, los viajes serán grandes aliados para socializar con la gente. Para los segundos, una manera de ir ganando seguridad.

7. Adquieren nuevos valores tanto emocionales como con el entorno

Las diferentes experiencias y situaciones que se pueden dar serán una buena forma de aprender a ser más pacientes y tolerantes.

8. Fortalecerá nuestro vínculo

La conexión afectiva se verá potenciada y, además, crearemos recuerdos para toda la vida.

María José Muñoz
Los viajes de Pepa