Tips para viajar con familia numerosa y sortear las principales dificultades que conlleva

Ir de vacaciones con menores siempre implica tomar una serie de precauciones y atenciones especiales, que se incrementan considerablemente según lo hace el número de miembros de un hogar. Viajar con familia numerosa puede convertirse en una vivencia excepcional e inolvidable, si bien conviene seguir algunas pautas para evitar la irrupción de contratiempos. En caso contrario, existen riesgos que engloban supuestos como desembolsar más dinero del necesario, elegir un mal destino o alimentar los rifirrafes internos durante la estancia.

Qué tipos de unidades familiares se consideran numerosas

Pero antes de ahondar en las recomendaciones que ayudarán a mejorar al máximo la experiencia, detengámonos en las diferentes configuraciones que entran dentro de esta categoría. Tal y como se detalla en la web de la Comunidad de Madrid, pueden estar compuestas por:

• Uno o dos ascendientes con vínculo conyugal y tres o más hijos, sean o no comunes.
• Uno o dos ascendientes con dos hijos, sean o no comunes, siempre que al menos uno de los hijos tenga una discapacidad superior al 33 %, o esté incapacitado para trabajar.
• Dos ascendientes con discapacidad y con dos hijos, cuando uno de los progenitores ascendentes tenga un grado total de invalidez igual o superior al 65 %, o ambos un grado de discapacidad superior al 33 %, o estén incapacitados para trabajar.
• Un ascendiente separado o divorciado, con tres o más hijos, aunque estén en distintas unidades familiares.
• Dos hermanos huérfanos, junto a un progenitor, cuando haya fallecido el otro.
• Dos o más hermanos huérfanos de padre y madre bajo tutela, en acogimiento o guarda, pero que no se encuentren bajo las expensas del tutor, acogedor o guardador que convivan con el tutor, acogedor o guardador.
• Tres o más hermanos huérfanos de padre y madre, mayores de 18 años, o dos si uno de ellos es discapacitado, que convivan y tengan dependencia económica entre ellos.

Consejos para viajar con familia numerosa

Aunque viajar con familia numerosa implica algún que otro beneficio, también existen inconvenientes. Por lo general, están asociados a la organización, los desplazamientos, el alojamiento o la armonía entre los distintos miembros que la componen. Sin embargo, aprovechar todos juntos al máximo las jornadas de relax y diversión es completamente posible. Para lograrlo, eso sí, es conveniente no desviar la atención de las siguientes recomendaciones:

1. Implicar a los niños en la elección de destino y en los preparativos

Buscar la participación de nuestros hijos e hijas, desde que su nivel de desarrollo se lo permita, es el primer requisito para gozar de unas vacaciones sin contratiempos. Desde la elección del destino y el alojamiento hasta la organización del equipaje o la programación de actividades, resulta esencial que se sientan tan importantes y escuchados como los adultos.

Es cierto que, especialmente durante las etapas más tempranas, requerirán de atenciones adicionales. Y que, en ocasiones, tendremos que desestimar algunas de sus sugerencias. Pero eso no supone que se lo demos todo hecho y les convirtamos en meros espectadores del proceso. En el sentido contrario, si les implicamos en él, maximizaremos su satisfacción y fomentaremos los avances en su autonomía personal.

2. Aprovechar las ofertas y los descuentos

Son múltiples los servicios en los que se ofrecen ofertas y descuentos para las familias numerosas. Buena parte de las tiendas, supermercados, museos, parques temáticos, cines o teatros, entre otros establecimientos, permiten aliviar el gasto de estas estructuras parentales con bonificaciones en los precios. No obstante, conviene asegurarse y preguntar antes, pues no siempre se informa con la suficiente claridad de dicha opción.

3. Escoger el medio de transporte que más se ajuste a nuestras circunstancias

También se pueden ahorrar unos cuantos euros cuando las compañías de transporte facilitan esta clase de rebajas a los clientes. Lo que sí deberemos elegir antes es la alternativa que más nos convenga. Para ello, tendremos en cuenta factores como la distancia hasta nuestro destino, el número de pasajeros o su edad.

4. Alojarse en espacios concebidos para familias numerosas

Ya vayamos a pasar las vacaciones en un hotel, una vivienda o un camping, los espacios en los que nos instalemos han de ser lo suficientemente amplios y cubrir las necesidades de todos. Y no nos referimos únicamente a las más básicas, sino además a aquellas relacionadas con el ocio y la diversión. Solo así nos aseguraremos de gozar de unas jornadas en las que reine la armonía entre nosotros y nuestros seres más cercanos.

5. Repartir las responsabilidades entre todos

Durante el transcurso de la estancia, todos los integrantes de la unidad familiar deberían repartir las tareas equitativamente. La carga que estas supongan, claro está, ha de ir en consonancia con sus capacidades. Al asignarlas de manera adecuada, todos dispondrán de periodos similares para desconectar y relajarse, y evitaremos incómodos roces derivados de una desigualdad de obligaciones.

6. Programar actividades sin sobrecargar el día a día

Aunque estaréis deseando compartir un sinfín de actividades con aquellos a quienes más queréis, es totalmente desaconsejable saturar los días con una programación excesiva. Antes de dejaros llevar por vuestros instintos, deteneos a calcular de cuánto tiempo dispondréis y decidid, tras ponerlo en común con los demás, una selección realista que no incida sobre el indispensable descanso cotidiano.