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Guía de supervivencia para las vacaciones familiares con niños pequeños

Guía de supervivencia para las vacaciones familiares con niños pequeños
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 11.12.18

Las vacaciones familiares son ideales para disfrutar con niños. Y no es solo porque no tienen que ir al colegio o porque pueden hacer otros planes, sino por una razón mucho mayor. Normalmente los padres estamos más relajados, somos más divertidos y estamos más accesibles que en otros momentos del año.

Este descanso, irónicamente, también puede ser estresante. Nuestros hijos se acuestan más tarde, se acostumbran a la independencia y están sobreestimulados. Y nosotros también sufrimos tensiones con los abuelos que juzgan nuestra forma de educar o, simplemente, por las presiones logísticas.

Así que deberíamos aprender a relajarnos y manejar las situaciones durante las vacaciones familiares para maximizar los momentos felices y minimizar el estrés.

¿Cómo sobrevivir a unas vacaciones familiares?

1. Compartir con tiempo las actividades y eventos

Antes de viajar, podríamos hacer con ellos un pequeño libro o diario para que sepan cuáles van a ser sus planes. No tiene por qué ser una manualidad trabajada, pero a ellos les encantará dibujar lo que va a pasar cada día. Así disfrutarán de la anticipación y superarán los miedos que puedan tener.

2. Avisarlos sobre el comportamiento social necesario

Se puede ensayar con ellos en el coche o hacer un juego antes de salir para hacerles saber cómo deben comportarse en hoteles, transportes, en un restaurante o cómo queremos que lo hagan con los miembros de la familia que puede que no hayan visto en un tiempo.

3. Intentar mantener el horario habitual

Los menores necesitan tener una rutina. Se agobian con los cambios que ellos perciben como impredecibles. Como padres, debemos hacer lo que podamos para mantener un horario y ser pacientes cuando se irritan si están cansados porque, por una u otra razón, se les ha pasado su hora de irse a la cama.

4. Llegar pronto si se va a coger un avión

De esta manera podemos estar tranquilos cuando llegamos al aeropuerto. Es conveniente cambiarles el pañal e ir al baño justo antes de volar. Un truco es usar los de noche, que son más absorbentes y de esta manera evitar muchos cambios en el trayecto. Con elementos como libros, puzzles o lápices y papel, puedes tenerlos distraídos y tranquilos en el vuelo. Si el niño ya no toma el pecho, deberíamos llevar biberones, chupetes o algo para que soporte la presión de los oídos. Y aunque no seas muy partidario de las pantallas, una película descargada puede mantener tranquilo a los más inquietos.

5. No planificar más de un evento al día

Tenemos que evitar agobiarnos en los viajes y volver a casa con ganas de vacaciones. Los niños tienden a enfurruñarse con los cambios de horario, así que es mejor planificar menos para disfrutar más de los días libres.

6. Tener expectativas propias para su edad

Un niño de 4 años no puede estarse quieto y callado mientras estamos en un restaurante. A la hora de estar mucho tiempo con adultos, los menores deberían tener alguna distracción, como un libro nuevo, una película o incluso, en función de sus horarios, tal vez deberían comer antes. .

7. Jugar con ellos cada mañana

Antes de salir de casa, por ejemplo, podemos jugar un rato con ellos mientras le contamos lo que haremos ese día para que se vayan haciendo a la idea. A los niños les encanta estar con nosotros, ya que les da seguridad y les quita ansiedad.

8. Planificar tiempo de descompresión

Cada noche, antes de dormir, podemos leer con ellos sus libros favoritos para que se sientan cómodos y descansados.

9. Hablar después de apagar las luces

Un momento donde los padres podemos conectar con nuestros hijos es al apagar las luces. Podemos tumbarnos con ellos en la cama y preguntarles sobre sus momentos favoritos del día, los peores y lo que esperan del siguiente. Así nos enteraremos de sus conflictos e inseguridades con los otros niños y podremos entender su perspectiva.

10. Llevar cortinas negras

Llevar cortinas o telas negras contigo. Este es un truco que te ayudará a que duerma bien, sobre todo si el niño está acostumbrado a las persianas y vais a un hotel. De esta manera, tardará más en despertarse por la mañana y caerá dormido antes por la noche.

11. Actividad física

Como necesitan estar activos, asegúrate de que tu horario incluye muchas visitas al parque u otras oportunidades para que los niños se desfoguen.

Vacaciones familiares

12. Actividades relajantes 

Los niños también necesitan relajarse, estar tumbados, dormir la siesta y bajar el ritmo. Si no, la sobreestimulación podrá con ellos. Asegúrate de que cada día incluye ocupaciones de este tipo. También puedes propiciar actividades como jugar con la arena, el césped, el agua, con pompas o incluso con arcilla. Así pueden construir cosas, usar sus juguetes favoritos de otra forma y explorar con otros nuevos, especiales para el aire libre.

13. Vigilar la comida

Muchas rabietas se originan por el hambre, y todos sabemos reconocerlas. Si es necesario, podemos hablar antes con los abuelos y tíos sobre los caprichos y las limitaciones. Siempre conviene llevar un tentempié proteico en el bolso para que al niño no le de un ataque mientras los adultos pensamos dónde comer.

14. Pasar tiempo con los padres

Puede que nuestros hijos pasen sus días persiguiendo a sus primos, pero siguen queriendo, y necesitando, momentos con nosotros. Es la oportunidad perfecta para apagar el teléfono y aprovechar para jugar con ellos, de esta forma serán más cooperativos.

15. Oportunidad de conectar con la familia

En las vacaciones familiares debemos evitar trabajar. Potenciemos los juegos de mesa y enfoquémonos en conectar más con ellos que en hacer actividades organizadas.

16. Estar tranquilos

Viajar puede ser estresante para todos y nuestros hijos dependen de nosotros para regular su estado de ánimo y su entorno. Debemos estar relajados, y para eso podemos aprovecharnos de tíos y abuelos para que se ocupen de ellos.