Viajar con niños
Consejos para viajar

Repetir lugar de vacaciones, ¿sí o no?

Repetir lugar de vacaciones o visitar nuevos destinos
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 19.02.20

Elegir adecuadamente el destino vacacional cuando viajamos con niños es fundamental para que la experiencia transcurra sin estrés y que podamos disfrutarla. Una de las dudas que nos puede surgir es: ¿Es conveniente repetir lugar de vacaciones o mejor ir cambiando de destino?

Lo que aporta a nuestros hijos repetir lugar de vacaciones

  • Sensación de seguridad

 Los niños en edad infantil, entre los 6 y los 10 años, se suelen sentir más cómodos dentro de las rutinas. Los cambios pueden incomodarlos y, al final, lo que podemos plantearles como un viaje en que vivir nuevas experiencias y descubrir paisajes y culturas diferentes puede llevarlos a experimentar cierto estrés y malestar. Saber con antelación dónde van a pasar las vacaciones y haber estado allí previamente les ayuda a sentirse seguros y en calma. Los adolescentes, por el contrario, pueden ser algo más aventureros y no necesitar esa sensación de control, por lo que puede que disfruten mucho al descubrir nuevos sitios.

  • Apego emocional

Este es un vínculo afectivo de naturaleza social: lo solemos crear con las personas o lugares en las que nos sentimos seguros, cuidados y en estado de bienestar. Aunque visitemos varias veces el mismo punto, viviremos numerosas y diferentes experiencias, lo que nos lleva a generar este vínculo emocional con el sitio. Todos tenemos ese campo cerca de casa de los abuelos o la casa de la playa a la que íbamos de niños a pasar algún fin de semana o a disfrutar de algún domingo junto a nuestros seres queridos. Si nos ponemos a pensar, notaremos que emergen ciertos sentimientos de añoranza y anhelo. Esto es debido al vínculo que en su día originamos con ese espacio, con las personas con las que compartimos allí nuestro tiempo y con las experiencias que vivimos. ¿Por qué no aportarles este espacio seguro a nuestros hijos también?

  • Vínculos sociales fuertes

Tener un sitio fijo de vacaciones favorece que nuestros hijos construyan allí un grupo social. Se trata de amigos que solo ven una o dos veces al año, pero que en ocasiones se convierten en personas muy importantes para ellos, pues nuestros hijos los asocian a su espacio seguro. Estas amistadas forjadas durante años suelen pasar a ser, cuando llega la adolescencia, la principal motivación para volver al lugar de vacaciones. Son muy enriquecedoras y permiten disfrutar de una manera más plena que si vamos a un sitio donde no hay nadie conocido.

repetir lugar de vacaciones
Fuente: Canva

Pero viajar a nuevos destinos también puede ser beneficioso

Algunas de las ventajas que puede tener para nuestros hijos explorar nuevos parajes son las siguientes:

  • Aumentarán sus habilidades comunicativas y sociales

Estar en un sitio desconocido, fuerza que tengamos que hablar con personas que no conocemos, para preguntar cómo ubicarnos en el mapa o dónde ir a comer algo típico, algo que siempre viene bien para mejorar las habilidades sociales de nuestros pequeños. Igualmente, en los hoteles o campings ellos se verán obligados a socializar, conocer nuevos niños y relacionarse con desconocidos, lo cual también puede resultar beneficioso.

  • Reforzarán los vínculos familiares

Precisamente al no tener amigos durante el viaje, la relación familiar cobra más protagonismo. Las vacaciones se convierten así en una oportunidad de reforzar los lazos familiares y disfrutar de esos momentos compartidos.

  • Se interesarán por diferentes culturas

La curiosidad es la mejor motivación en los niños para aprender. Introducirlos en un nuevo ambiente puede hacer que se despierte en ellos el interés por entender a quienes lo rodean.

  • Ampliarán sus horizontes y abrirán sus mentes

Se dice que “viajar es la mejor cura contra el racismo”. Al no repetir lugar de vacaciones y viajar a otros sitios, podemos brindar a nuestros hijos una forma de deshacerse de estereotipos y prejuicios, que les permitirá descubrir costumbres y fomentará que se relacionen amablemente con cualquier persona, sin importar de dónde provenga esta.

Como vemos, ambas opciones tienen ventajas. Lo ideal sería combinarlas: si solemos salir de viaje dos veces al año, por ejemplo, podemos plantear uno como viaje de descubrimiento de nuevos destinos y repetir sitio de vacaciones en el otro. Así obtenemos los beneficios de ambos. Por otro lado, también hay que adaptarse a la edad de los niños. Viajes largos al extranjero, o con vuelos, pueden resultarnos más extenuantes con niños pequeños. En estos casos, parajes más próximos y al aire libre suelen ser la mejor opción de destino para disfrutar de las vacaciones.

Cuando nuestros hijos se vayan haciendo más mayores, nos podemos permitir otros destinos más exóticos. Viajar en familia es una de las oportunidades más bonitas para llenar de vivencias y de recuerdos maravillosos la vida de nuestros hijos.

Úrsula Perona
Psicóloga infantil
Colaboradora de Sapos y Princesas