Son incontables las rutas que recorren parajes con un atractivo especial. Ya sea por su imponente entorno natural o por albergar alguna relevancia histórica, existe una infinidad de recorridos a pie capaces de aportar experiencias únicas. Dejar a un lado la ansiedad del día a día y adentrarse en un ambiente rebosante de paz llega a convertirse en una verdadera afición que, además, resulta beneficiosa para todos los miembros de la familia. Y es que no solo te permite compartir momentos inolvidables con tus seres más cercanos, sino que también supone una ocasión perfecta para llevar a cabo juntos una actividad física que os ayude a manteneros sanos. Pero, ¿qué necesitas para hacer senderismo y que nada enturbie esas jornadas en compañía de los que más quieres?
1. Adapta las rutas y los materiales a cada situación
En primer lugar, debes tener claro el nivel de exigencia de cada itinerario y si este se adapta a tus características y a las de tus acompañantes. Por ejemplo, si vas a acudir con niños muy pequeños, es imprescindible evitar caminos que entrañen algún riesgo, así como aquellos que destaquen por su dificultad y dureza.
Algo similar ocurre con la ropa y el calzado que vayáis a utilizar. El material ideal para una ruta en alta montaña poco tendrá que ver con el que necesitarás en un recorrido a pie de costa. Cuando el terreno sea abrupto, harías bien en proteger tus pies con unas suelas duras, que deberán ser especialmente adherentes si vas a toparte con desniveles considerables.