Viajar con niños
Consejos para viajar

¿Cómo organizar un viaje a la nieve en familia?

Viajar a la nieve con niños
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 25.01.16

Los viajes en familia son los mejores planes que existen para disfrutar de momentos juntos y visitar cada rincón del mundo.

Viajes en familia

Muchas veces, por cuestiones de agenda de padres y madres: trabajo, colegio de los niños y actividades extraescolares, se reduce el tiempo que pasan juntos, incluso a veces no se ven ni a la hora de comer o cenar.

Por eso, es recomendable planear cada año unos cuantos viajes para disfrutar de la familia. Conocer los gustos que tiene cada miembro no solo fortalece la unión y el lazo familiar, sino que además será un recuerdo precioso que guardar en la memoria para la eternidad. A los niños les gusta realizar viajes que sean divertidos con muchas actividades al aire libre. Esto compensa las visitas guiadas a monumentos y sitios de interés turístico que en ocasiones les aburre.

Uno de los mejores viajes que realizar cada año con la familia es a la nieve, donde los niños y mayores podrán disfrutar de unos días de deporte al aire libre esquiando por las montañas más emblemáticas del país.

Prepara tu viaje a la nieve

Los viajes a la nieve necesitan de una planificación previa, ya que son muchos los aspectos a tener en cuenta para que salga perfecto y todos los miembros de la familia puedan pasarlo bien y aprovecharlo.

Antes de todo, deberás reservar tanto el fortfait para los días que vais a entrar en la pista y el alojamiento donde pasaréis las noches. Reserva con antelación el curso de esquí para los niños.

En cuanto a la estancia, es importante escoger un hotel que se encuentre a pie de pista como el Meliá Sol y Nieve. Una opción supercómoda si vas a viajar con los niños, pues no tendréis que cargar con los esquís, ni coger el coche para subir cada día a la pista.

Un aspecto muy relevante a tener en cuenta es contratar un seguro de esquí para toda la familia. Este tipo de seguros ofrecen una cobertura en la práctica del deporte, por si se rompe algo del equipo, alguien se pierde, el rescate o por si hay algún accidente. Y también cubre los problemas que puedan surgir durante el viaje, cómo la cancelación del mismo, la perdida del equipaje, asistencia médica y demás.

Una recomendación: antes de entrar a esquiar en la pista es aconsejable darles una cantidad mínima de dinero a los niños por si lo necesitasen, así como una tarjeta que los identifique con el nombre y el número de teléfono del adulto. Esto será primordial en caso de que se pierdan por la montaña. Aunque siempre estén bajo la vigilancia de un adulto, en ocasiones pueden desorientarse al estar en un sitio nuevo y con tanta gente a su alrededor.

Antes de entrar en la pista de esquí

Una vez os habéis instalado en el hotel y cuentas con todos los seguros, la contratación del equipo y del seguro, es hora de entrar en la pista, pero antes sigue estos consejos para que la experiencia sea el doble de satisfactoria. Los niños necesitan que alguien les dé unas nociones básicas antes de ponerse los esquís. Por ello, es importante que los adultos les expliquen cómo subirse al telesilla y cómo bajar a la pista; cómo coger los bastones y cómo ponerse el equipo de nieve.

Es importante la compra de ropa adecuada para ir a la nieve, tanto para niños como para adultos. Pasar frío mientras se esquía puede convertir la experiencia en un infierno. Para ello lleva ropa que aísle el frío y la humedad, frene el viento, retenga el calor del cuerpo y permita la transpiración. No olvides unos buenos guantes, calcetines gruesos, un gorro que tape la cabeza y las orejas, y una braga polar para el cuello.

Los primeros viajes a la nieve pueden ser un poco fastidio para los niños: estos tienen que adaptarse a la ropa, a los esquís, a las bajas temperaturas y aprender a esquiar con sus consecuentes caídas y posteriores rabietas. Por ello, una buena idea de que se introduzcan y aprendan a manejar todos los inconvenientes que surjan en la pista, es apuntándolos a un curso de esquí para niños, impartido por profesionales que harán superdivertido el aprendizaje de los niños. 

Llevar algo de comida en los bolsillos como una barrita o alguna pieza de fruta es ideal tanto para los niños como para los adultos. No está de más ser precavido y tener provisiones para las bajadas de azúcar. Practicar deporte durante tantas horas, y más el esquí, consume mucha energía.

Y por último, solo queda disfrutar. Pasar unos días en familia en la nieve se convertirá en una tradición si consigues que los niños adoren este plan. Además, no solo consiste en esquiar, pasa divertidos momentos construyendo un muñeco de nieve o graba videos mientras se tiran con el trineo. Seguro que harán muchos amigos y querrán volver cada año.

Ofrecido por Meliá