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Mi hijo se marea en el coche, ¿qué puedo hacer para evitarlo?

Niños que se marean en el coche, qué hacer y cómo evitarlo
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 14.03.20

Todos conocemos casos de niños que se marean en el coche, particularmente cuando recorremos largas distancias, algo bastante habitual en las vacaciones de verano. A algunos incluso les pasa habitualmente en trayectos cortos, como de camino al cole, de regreso a casa o mientras te acompañan a algún lugar. ¿A qué se debe esto? Son varios los factores que influyen en el desencadenamiento de este malestar, conocido como cinetosis, es decir, mareo que generalmente va acompañado de vómitos y que está provocado por el movimiento. Veremos a continuación por qué se produce y qué podemos hacer para evitarlo o minimizar sus consecuencias.

Un desajuste entre lo que sucede y lo que percibimos

En el sitio web del Real Automóvil Club de España (RACE) explican que la cinetosis se origina por las diferencias existentes entre las señales que recibe el cerebro y las que llegan a los oídos, los órganos responsables del equilibrio. Digamos que nuestro organismo se hace un lío porque el cuerpo está parado mientras todo se mueve alrededor. Así pues, el malestar comienza cuando el cerebro del niño recibe mensajes contradictorios sobre el movimiento, principalmente del oído interno y los ojos, que afectan a su equilibrio.

Según un artículo de The New York Times, rara vez aparecen los mareos antes de cumplir el primer año de vida. Lo más común es que estos episodios se produzcan entre los 4 y los 13 años, y los casos más intensos se dan en menores con edades comprendidas entre los 6 y los 9 años. No obstante, a muchos adultos les sigue pasando.

La NASA ha investigado este tipo de mareos (salvando las distancias, claro), ya que más de la mitad de los astronautas los padecen durante sus viajes, y aunque han tratado de implementar algunos entrenamientos, “no hay una manera fácil de evitarlo”, explica Millard Reschke, doctor en Filosofía y jefe de neurociencia en el Johnson Space Center de la NASA.

Niños que se marean en el coche: mirar hacia delante
Mirar al frente o por la ventanilla y distraerse, dos buenos recursos | Fuente: Canva

Mirar siempre hace delante

Los niños que se marean en coche suelen pasarlo peor en los viajes largos, en carreteras con muchas curvas (subidas o bajadas de puertos de montaña) o en atascos. “Si quieres evitarlo o no ver pasarlo mal a tus hijos, es importante decirles que traten de mirar siempre hacia delante cuando el coche está en movimiento”, aseguran en la web del RACE. “La vista hay que fijarla en algún punto del paisaje que se ve delante del coche, o directamente al horizonte”, explican.

Esto sucede, como hemos visto, porque el oído interno detecta movimiento, pero el resto del cuerpo está quieto. Como explica el doctor Benjamin Hoffman, profesor de pediatría en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, en Portland, Estados Unidos, lo que pasa con un niño que va mirando hacia atrás en un asiento de seguridad es que “su oído interno sabe que se mueve, pero lo que ve no se conecta con eso. Es lo mismo que pasa cuando un adulto mira hacia abajo, irresponsablemente, para ver su teléfono móvil. Esta desconexión puede generar somnolencia, mal humor, sudor, mareos y náuseas, pero también es cierto que varía de un niño a otro”.

Qué podemos hacer los padres

1. Un habitáculo bien ventilado y ropa cómoda

Antes de emprender un viaje largo, es aconsejable que el habitáculo esté bien limpio y ventilado, porque los olores intensos, o directamente malos, no ayudan nada. También es importante vestir al niño o la niña con ropa cómoda y ligera, y mantener dentro una temperatura agradable, ni muy caliente ni muy fría (entre 21 y 23º C).

2. Baja una ventanilla

Ante el primer síntoma de mareo hay que bajar la ventanilla para que el aire fresco le llegue al rostro. “El viento que sopla en la cara de un niño le indica al cerebro que se están moviendo. También puedes distraerlo, al redirigir su atención con conversaciones lograrás que se le olvide el malestar”, puntualiza el doctor Hoffman.

No obstante, si vemos que no se repone, es preferible parar en un sitio seguro para que baje del coche, camine y beba un poco de agua. El contacto con el aire libre le ayudará a sentirse mejor.

3. Controla los alimentos que ingiere antes y durante el viaje

Lo que coman antes del trayecto también afecta. Shannon Goff, dietista del Children’s Hospital de Los Ángeles, recomienda ofrecer alimentos con almidón como galletas saladas, tostadas o cereales secos dos horas antes de iniciar el trayecto. Y, en el camino, frutas, verduras y carnes frías. Hay que evitar, en cambio, las grasas, los picantes y los dulces, ya que son de más difícil digestión.

Lo más adecuado es hacer una comida ligera, no muy abundante, y procurar no comer rápido. Viajar con el estómago vacío o habiendo tomado solo líquidos como agua o leche también es contraproducente. No obstante, durante el trayecto sí es conveniente beber agua de vez en cuando.

4. Entiende las señales

Mira de vez en cuando a tu hijo sin transmitirle preocupación. Si ves que está pálido, haz una parada que parezca natural para que camine un poco, hable y su atención cambie de objetivo. 

5. Procura distracciones divertidas

Es fundamental distraer a los niños que se marean en el coche, pero nada de ponerse a leer, escribir o dibujar. Proponles mejor juegos de carretera en los que siempre estén mirando por la ventana, hacia el horizonte: el clásico ‘veo veo’ no falla.

6. Evita las pantallas

Aunque es recomendable mirar hacia adelante, es un error poner la vista sobre la pantalla de un teléfono móvil o de una tablet. Hacerlo aumenta el riesgo de marearse, ya que el cerebro creerá que estás parado. La solución es distraer al niño con canciones o juegos.

7. Si van dormidos, mejor

Cuando van dormidos, no se marean, por lo que si tu hijo es de los que sufren estos episodios con frecuencia, viajar en sus horas habituales de sueño es una buena idea.

8. Conduce con suavidad

El modo de conducir influye en la sensación de estabilidad de los pasajeros. Por lo tanto, hay que hacerlo de forma suave, evitando acelerones o frenazos bruscos, y manejar el volante sin dar tirones. Al circular por carreteras con muchas curvas extremaremos estas medidas.

9. Bolsas y toallitas húmedas

Lleva siempre en el coche una bolsa para el mareo, por si las ganas de vomitar son imposibles de refrenar. En el caso de que ya ha llegado ese momento, para el coche en cuanto te sea posible, limpia al niño, lávale la cara con un poco de agua y deja que se airee un rato antes de volver a montaros.

10. Elimina la ansiedad y la fobia

Si tu hijo es de los niños que se marean en el coche muy a menudo, trata de tranquilizarlo para que no sienta ansiedad, hazle saber que lo que le pasa no es una catástrofe y que estarás ahí para ayudarlo. Y si le explicas por qué sucede esto, seguro que entenderlo le ayuda y le sirve para mitigar las molestias.