En la Edad Media, desplazarse a países lejanos representaba algo especial e inusual para la época y, desde luego, al alcance de muy pocos. A menudo las vivencias se plasmaban en un diario de viaje para poder compartir sus experiencias con sus coetáneos y transmitírselas a las siguientes generaciones. Hoy en día ha evolucionado mucho la forma de viajar, por supuesto, pero las ganas de descubrir y sorprendernos en cada escapada siguen emocionándonos. Animar a nuestros hijos e hijas a que dejen constancia escrita de ellas en las páginas de un cuaderno tiene muchos beneficios, aparte de constituir un inestimable recuerdo.
Tan importante como proporcionar a los niños las herramientas necesarias para que colaboren en la organización y los preparativos de nuestra aventura en familia es escribir sobre ella, porque eso les servirá para rememorarla en el futuro. Además, animarlos a que lo hagan es una manera divertida y creativa de involucrarles en este hábito el resto del año.
Beneficios de llevar un diario de viaje
1. Dos en uno
No solo es una actividad que potenciará sus habilidades para la redacción de textos, también le ayudará a expresar sus sentimientos.
2. Orden y memoria
Otra de las capacidades que desarrollará será la organización mental. Para repasar todos los acontecimientos del día, el niño o la niña deberá ejercitar la memoria y poner en orden aquello que quiere anotar.
3. Una oportunidad para el crecimiento personal
Escribir a mano estimula el sistema de activación reticular, lo que hace que el cerebro dé prioridad a la concentración en ese momento. Y contribuye a la autorregulación, la autodisciplina, la voluntad y la perseverancia.
