5 Platos fáciles para lucirse con el soplete de cocina

El [amazon_textlink asin=’B074T9LMNT’ text=’soplete de cocina’ template=’ProductLink’ store=’saposyprinces-21′ marketplace=’ES’ link_id=’56d555e9-1ba7-11e8-bc0a-f3898890a42b’] es una herramienta muy útil a la hora de hacer deliciosos platos con los que sorprender a todos. Con él formarás, por ejemplo, una deliciosa capa crujiente y dorada de caramelo en cualquier postre en un abrir y cerrar de ojos. También puedes utilizarlo para dorar alguno de los dulces de manzana que te proponemos aquí o en estos otros de piña.

Por supuesto, debes tomar precauciones para no quemarte con la llama, manteniendo alejada de ella la otra mano, la que no lo sostiene. Para conseguir buenos resultados, tienes que ir moviendo el soplete por toda la superficie, sin detenerte demasiado en un punto, para evitar que el azúcar se queme demasiado en ciertas partes.

Como verás a continuación, se puede emplear tanto en postres como en recetas saladas aportando un contraste dulce; en nuestro caso, dos aperitivos deliciosos que llevan fruta y queso.

1. Pomelo con miel

El pomelo es una fruta muy saludable, con propiedades diuréticas y depurativas, que tiene un sabor ácido y ligeramente amargo. Para contrarrestarlo, la capa de miel dorada que propone esta receta es perfecta. Y el toque de nuez moscada le va estupendamente, aunque, si lo prefieres, puedes cambiarla por canela molida.

Ingredientes

• 2 pomelos maduros
• 4 cucharaditas colmadas de miel
• nuez moscada recién rallada

Preparación

1. Lava los pomelos, sécalos y pártelos por la mitad. Corta una rodajita fina de la base de cada mitad para que se apoyen bien en una superficie plana.
2. Coloca los pomelos en la bandeja del horno, con el corte hacia arriba. Unta una cucharada colmada de miel sobre la pulpa de cada pomelo.
3. Enciende el soplete de cocina, aplícalo sobre la miel y caliéntala hasta que empiece a burbujear y se dore ligeramente.
4. Inmediatamente, ralla la nuez moscada sobre la miel. Deja que repose un momento y sirve los pomelos cuando la capa caramelizada esté aún templada.

2. Bocaditos de higo con queso

Un bocado gourmet que tenemos que hacer aprovechando la corta temporada de este delicioso fruto. Como ya es de por sí bastante dulce, es mínima la cantidad de azúcar que se pone para crear una capa crujiente con el soplete de cocina. Ya es sabido que combina de maravilla con el queso, y las gotas de vinagre balsámico y los pistachos ponen el contrapunto perfecto.

Ingredientes

• 5 higos
• 2 ½ cucharaditas de azúcar
• 125 g de queso de cabra de rulo
• ½ taza de pistachos pelados
• Vinagre balsámico de Módena

Preparación

1. Lava los higos y sécalos con cuidado. Pártelos por la mitad y espolvorea cada porción con un cuarto de cucharadita de azúcar.
2. Caliénto con el soplete de cocina hasta que se derrita y se dore. Cuando la capa superior se enfríe, se endurecerá y se volverá crujiente.
3. Machaca los pistachos en el mortero; no importa que unos queden más finos que otros. Luego ponlos en un cuenco.
4. Aplasta el queso con un tenedor, forma bolitas con él y rebózalas en los pistachos triturados.
5. Rocía cada higo caramelizado con unas gotas de vinagre balsámico, coloca una bolita de queso rebozada sobre cada uno y sirve en seguida.

3. Créme brûlée con frutos rojos

Crema quemada, ese es el nombre que recibe este postre francés que tiene similitudes con nuestra crema catalana. Ambos llevan una capa de azúcar caramelizado con calor directo. El contraste entre la crema fría y el azúcar caliente es delicioso. Aquí hemos servido la crema con frambuesas, arándanos y moras, cuyo sabor un poco ácido le va estupendamente. Pero se puede acompañar con otras frutas picadas, como fresas, kiwi, mango…

Ingredientes

• 250 ml de leche
• 250 ml de nata líquida
• 1 ramita de canela
• 4 yemas de huevo
• 75 g de azúcar
• 1 ½ cucharadita de extracto de vainilla

Para el acabado

• Azúcar
• Unos frutos rojos variados
• Unas hojas de menta fresca

Preparación

1. Vierte la nata y la leche en un cazo, añade la canela y caliéntala sin que llegue a hervir. Retira del fuego y déjala reposar, para que se temple un poco y tome el sabor y la fragancia de la canela.
2. Bate en un cuenco las yemas con el azúcar hasta que queden blanquecinas y espumosas. Retira la canela de la mezcla de leche y nata y vierte ésta sobre las yemas, poco a poco y mientras remueves con unas varillas manuales.
3. Reparte la preparación en cuencos refractarios y cúbrelos con film transparente resistente al calor o con papel de aluminio. Ponlos en una fuente de horno y añade agua caliente al fondo, de modo que llegue hasta la mitad de los moldes.
4. Cuece la crema, en el horno precalentado a 160°C, entre 30 y 35 minutos, hasta que haya cuajado; el tiempo dependerá del horno y de lo profundos que sean los moldes. Retíralos y, cuando la crema se haya enfriado, resérvala en la nevera tres o cuatro horas, hasta que esté bien fría.
5. Justo antes de llevar a la mesa, espolvorea la superficie con azúcar. Para que quede una capa uniforme, lo mejor es dejarlo caer suavemente a través de un colador. Quémalo con el soplete de cocina hasta que quede una capa dorada y sirve la crema en seguida, con los frutos rojos y las hojitas de menta lavados y secos.

4. Macedonia caramelizada

El soplete de cocina puede convertir una simple macedonia en un postre de altura. Bajo la fruta van unos copos de avena ablandados en leche o yogur, que son supersaludables, pero puedes poner los cereales que más te gusten o unas natillas, un arroz con leche…

Ingredientes

• 12 cucharadas de copos de avena hinchados
• Leche o yogur
• 250 g de fresas
• 2 plátanos
• 4 cucharaditas colmadas de azúcar

Preparación

1. Reparte la avena en cuatro cuencos y añádele leche o yogur. Deja reposar hasta que se ablande.
2. Lava las fresas y sécalas. Elimina las hojitas y córtalas en rodajas. Pela los plátanos y córtalos igual.
3. Reparte las frutas en los cuencos, sobre la avena; procura que la parte cortada quede hacia arriba, para exponer al calor la superficie plana de las frutas.
4. Espolvoréalas con el azúcar, enciende el soplete de cocina y caliéntalo hasta que se dore, asegurándote de pasar la llama lentamente de arriba abajo sobre la fruta y con cuidado de no quemar los bordes de los cuencos. Deja templar unos instantes antes de servir.

5. Peras caramelizadas con jamón

Un aperitivo de lujo para sorprender a tus invitados. A los niños seguro que también les gusta; si el queso de cabra les resulta muy fuerte, puedes ponerle un manchego semicurado rallado o cualquier otro que les guste. Todos quedarán encantados.

Ingredientes

• 3 peras
• El zumo de 1 limón
• 6 cucharadas de azúcar moreno
• Pimienta negra recién molida
• 12 lonchas finas de jamón curado
• 12 cucharaditas de mermelada de arándanos rojos o de frambuesa
• 100 g de queso de cabra
• 12 ramitas de tomillo

Preparación

1. Lava las peras y sécalas. Córtalas en rodajas gruesas y elimina las semillas. Diluye el zumo de limón en diez cucharadas de agua fría y sumerge las rodajas de pera en la mezcla para evitar que se oxiden.
2. Escúrrelas un poco y disponlas en una fuente de servir. Espolvorea cada una con media cucharada de azúcar moreno y dóralo con el soplete de cocina hasta que quede una capa caramelizada.
3. Aromatiza con una pizca de pimienta y cubre con una loncha de jamón curado plegada. Dispón encima una cucharadita de mermelada y espolvorea con el queso de cabra desmenuzado. Decora con una ramita de tomillo lavada y seca y sirve en seguida.

Si quieres más ideas para animar a los niños a comer fruta, mira nuestras recetas en las que las combinamos con yogur.