Los beneficios que tiene para niños y niñas jugar con muñecas

Entendidos como objetos concebidos para el entretenimiento de los niños, los juguetes son importantes para el desarrollo durante la primera infancia. Contribuyen al desarrollo cognitivo y al del lenguaje y el simbolismo, así como a la capacidad de solucionar de problemas, la interacción social y el ejercicio físico. Factores positivos que, según la Academia Americana de Pediatría, son realmente patentes cuando en la actividad intervienen adultos.

El juego imaginativo y sus ventajas

Pero, dentro del amplísimo universo lúdico contemporáneo, hay unas opciones mejores que otras. Por ejemplo, los beneficios de jugar con muñecas y otros artículos que fomenten la imaginación nada tienen que ver con los efectos de alternativas pasivas como las videoconsolas que, ya de entrada, interrumpen la interacción con los padres o cuidadores y cuyo abuso, por otro lado, puede llegar a ser el origen de trastornos psicológicos.

Para los más pequeños, dice la Asociación Española de Pediatría, son recomendables artículos susceptibles de ser manipulados, como puzles sencillos, cubiletes y bloques para apilar, objetos para golpear como tambores o xilófonos u otros para espacios abiertos como cubos, rastrillos o palas. Durante los años posteriores, se recomiendan otros elementos que promuevan la realización de actividad física, como las pelotas, que facilitan el desarrollo motor, la autorregulación y la interacción con otros niños.

Y, ante todo, a lo largo de la infancia se debe potenciar el juego imaginativo, en el que una simple muñeca, figura, vehículo o construcción son el punto de partida de un ejercicio de creación de historias en el que nuestros hijos imitan los que ven, lo describen, lo modifican a su antojo y, en definitiva, progresan en su dominio del lenguaje y de la abstracción en general y ejercitan su inteligencia social y emocional.

Muñecas para niños y niñas, aprendizaje libre de estereotipos

La conciencia colectiva tradicional ha mantenido vivos ciertos prejuicios a la hora de dirigir a los individuos, desde su nacimiento, hacia unas alternativas u otras dependiendo de su sexo. El color azul o la equipación del club de fútbol de turno para ellos y el rosa, los pendientes y vestidos para ellas. Y si entramos en el ámbito lúdico, más de lo mismo.

Sin embargo, vistos los beneficios de jugar con muñecas, balones u otros juguetes que fomenten la creatividad, ¿qué importa que un niño quiera vestir a una figura de plástico femenina o que una niña desee dar rienda suelta a sus habilidades deportivas? Lo verdaderamente esencial, recuerda la Academia Americana de Pediatría, es el desarrollo cerebral que se produce gracias a este tipo de experiencias.

Preguntada por New York Times, Lauren Spinner, investigadora postdoctoral asociada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Kent, en Gran Bretaña, sitúa el comienzo de la adquisición de conocimiento y comprensión de las categorías de género a partir del primer o el segundo año. Entre los 4 y los 6 puede darse una visión más rígida al respecto pero, a medida que se desarrollan más, vuelve a haber cierta flexibilidad.

Considera muy útil la misión de los padres a la hora de animar a sus hijos a que se experimenten en sus emociones, aparte de la ira, que suele ser la principal forma de expresión masculina. Otro de los beneficios de jugar con muñecas reside en mostrarles una visión matizada y diversa de los roles de género, en lugar de la estereotipada que domina en la sociedad.

En la misma línea, la profesora adjunta de sociología en la Universidad Estatal de San José, Elizabeth Sweet, especializada en el estudio del marketing de juguetes basado en el sexo, ve esa intervención de los adultos como el primer paso en la dirección correcta. Aunque, reconoce, el camino es aún largo y el enemigo a derrotar, el conjunto de prejuicios acumulados en el ámbito lúdico, sigue favoreciendo el crecimiento de estructuras de desigualdad entre hombres y mujeres.