10 Juegos para mejorar y trabajar la autoestima de los niños

Contar con una buena autoestima es un elemento básico para la construcción de nuestra felicidad. Es lógico, ya que tener una buena opinión de nosotros mismos, creernos capaces y suficientes es la semilla para que lleguemos a sentirnos felices y en paz.

Las bases de la autoestima se construyen durante la infancia. En ella, los niños van a percibir una visión de sí mismos en función de lo que perciben de sus padres y en el entorno que los rodea. Una autoestima deficiente va a tener consecuencias en todos los planos de la vida del niño. Su vida familiar, escolar, social e íntima se van a ver afectadas. Por ello, es fundamental trabajarla desde que son pequeños. Hacer que se sientan queridos, valorados, comprendidos y escuchados va a ser determinante para un desarrollo positivo de nuestros hijos.

Para ello podemos utilizar frases y actitudes que favorecen una autoestima sana en nuestros hijos, pero también podemos hacerlo de una manera divertida y explotando todos los límites de nuestra imaginación.

A continuación te traemos una selección de juegos para mejorar la autoestima de los niños, compartiendo con ellos un rato divertido y de calidad.

1. El tarro mágico

Edad recomendada: De 3 a 5

Consiste en realizar un listado con frases positivas que puedan ayudar a nuestros hijos en situaciones complicadas. Las introduciremos en un tarro que guardarán como si fuera un tesoro y al que podrán recurrir cuando necesiten un subidón de ánimo.

Para los más pequeños, cuando aún no saben leer, podemos acompañar las frases con dibujos o imágenes explicativos que les motiven. Y si nos sentimos creativos, podemos, incluso, construir un móvil para su habitación con esas imágenes. El límite lo pone tu imaginación.

2. La silla caliente

Edad recomendada: De 3 a 5

Un juego para trabajar en grupo. Un niño se sienta en una silla. El resto de los amigos o familiares van pasando por delante de él y le dirán algo que les guste de él o que les haga sentir bien. Una vez que todos hayan hecho algún comentario positivo sobre el niño, se intercambiarán los roles.

Es posible que muchos niños se sientan incómodos ante esta situación. Es normal, no están acostumbrados a que les digan cosas positivas. Sin embargo, el resultado es que el niño va a recibir muchos estímulos positivos que van a tener un impacto muy beneficioso sobre su autoestima.

3. Las gafas positivas

Edad recomendada: +5

Un juego que trabaja, además de la autoestima infantil, el optimismo y el positivismo. Se trata de pedir a los niños que se pongan unas gafas imaginarias y muy especiales. A través de ellas solo verán lo positivo que hay en el mundo.

El juego puede realizarse pidiendo a los niños que escriban cualidades de sus amigos o familia, mientras llevan las gafas positivas puestas. Estos mensajes supondrán un gran estímulo para la confianza de los niños a través del reconocimiento de sus seres queridos.

También se puede hacer este juego pidiendo a los niños que utilicen dos tipos de gafas imaginarias. Con unas solamente verán los aspectos positivos de una situación, mientras que con las otras se centrarán en los aspectos negativos. De esta manera, podemos preguntarles qué tipo de gafas prefiere llevar puestas y ayudarles a diferenciar su actitud frente a las diversas situaciones.

4. Reparto de estrellas

Edad recomendada: +5

Para este juego, colocaremos a los niños en círculo. Si solamente es un niño, nos colocaremos los padres o familiares formando un círculo con él. Cada uno de los niños irá diciendo algo positivo de los demás, al tiempo que le entrega una estrella de papel o una pegatina.

Lo fundamental de este juego no es el número de estrellas conseguidas, pues al final todos terminaremos con la misma cantidad. Lo importante es pensar en lo que decimos a los demás, lo que nos dicen y qué sentimos con ello.

Además de trabajar la autoestima de los pequeños, también estaremos fomentando de manera indirecta la empatía.

5. La caja del tesoro

Edad recomendada: +5

Se trata de una dinámica de grupo dirigida a hacer que los niños descubran que son únicos y especiales. Para jugar, la persona que dirige el juego les va a decir a los niños que va a esconder un tesoro dentro de la caja. Sin que los niños vean lo que está guardando, introducirá un espejo dentro y les dirá que acaba de guardar el tesoro más valioso y único que existe.

De esta manera, generaremos una expectativa en los niños, que estarán entusiasmados por conocer cuál es ese tesoro tan misterioso. Les iremos pidiendo, uno a uno, que abran la caja, pero teniendo mucho cuidado de que no digan nada a los demás para no romper la sorpresa.

Cuando todos los niños hayan abierto la caja y visto qué esconde, les preguntaremos cuál es el tesoro que han visto. ¡Serán ellos mismos! Podemos preguntarles, entonces, qué es lo que ellos creen que les hace únicos, especiales e importantes.

Un juego genial para demostrarles a los niños que ellos son el mayor tesoro, único y crucial, que existe.

6. El día del achuchón

Edad recomendada: +5

Una divertida y entrañable manera de fomentar la autoestima en los niños es declarar en casa el “Día del achuchón”. Durante este día, pediremos a los niños que trabajen como auténticos detectives, que tienen que encontrar las cosas que más les gustan del resto de la familia. Cada vez que identifiquen una, tendrán que decirle un piropo a la otra persona, ¡junto con un gran achuchón!

Un juego que no solo refuerza la autoestima, sino que nos ayuda a favorecer el contacto entre los miembros de la familia y a estrechar los lazos familiares.

7. Yo puedo

Edad recomendada: +5

Un juego ideal para jugar por la noche antes de ir a dormir. Consiste en pedir al niño que repase los logros que haya conseguido a lo largo del día, por simples o pequeños que pudieran parecer. También podremos pasar un rato divertido decorando una caja en la que iremos guardando papeles en los que describiremos todos los logros conseguidos. No únicamente fortalecerá su autoestima, sino que mejorará su optimismo y reforzará sus éxitos.

También podemos realizar una versión del juego que podemos llamar “Yo podré”. Consiste en trabajar en una lista con propósitos que ayuden al niño a recordar lo que quiere conseguir y, de esta manera, alentarle a lograr sus objetivos.

8. Autorretrato

Edad recomendada: +8

A casi todos los niños les encanta dibujar y nosotros podemos aprovecharlo para trabajar en su autoestima. Pediremos al niño que haga un dibujo de sí mismo, en el que tendrá que destacar sus cualidades positivas y aquellas cosas que no le gustan tanto. Después, le pediremos que nos cuente cuáles son cada una de ellas, cómo se siente al respecto y qué podría hacer para cambiar aquello que no le gusta de sí mismo.

De esta manera, a través del dibujo podemos trabajar con ellos la construcción de una imagen de sí mismos sana y positiva.

9. ¡Fuera etiquetas!

Edad recomendada: +12

Se trata de una dinámica que podemos realizar con los más mayores. Permite a los niños reflexionar sobre las etiquetas que nos condicionan y que nos vienen impuestas desde el exterior. Para ello, le pediremos que escriba en pegatinas esas etiquetas con las que se siente identificado y se las vaya pegando por todo el cuerpo. Después, podrá decidir con cuáles de ellas se queda y quitarse las que no quiere.

Una dinámica que les ayuda a aceptar las etiquetas que les vienen impuestas, a la vez que les enseña que son ellos mismos los que tienen el poder de quitárselas o cambiarlas.

10. Una carta para ti

Edad recomendada: +12

Con este juego vamos a pedirle al niño que se escriba una carta a sí mismo. En ella se tendrá que contar las cosas que ha hecho durante el último año, cómo se ha sentido, cuáles han sido sus miedos, sus logros y qué emociones ha experimentado. De esta manera, trabajaremos su expresión emocional, ayudándole a gestionar y expresar sus emociones. Al mismo tiempo, la imagen de sí mismo saldrá reforzada al recordar los logros que ha conseguido.

Si estamos en un grupo, podemos realizar una versión de este juego en la que cada niño escribirá tres cualidades positivas y tres defectos de sí mismo. Luego lo irá pasando al resto de compañeros, que tendrán que añadir tres virtudes, aunque no defectos. Así, cada niño podrá leer lo bueno que los demás piensan de él. Aprenderán que, aunque todos tengamos defectos, tenemos muchas otras cualidades positivas que los demás aprecian en nosotros.