Cuando nuestros hijos empiezan a crecer pensamos que las actividades más tradicionales o menos tecnológicas ya no son de su interés. Sin embargo, ¡todo lo contrario!, los preadolescentes y jóvenes también pueden divertirse así y mejorar el trabajo en equipo. Aquí te proponemos algunas ideas de juegos colaborativos para pasar un día muy divertido.
1. Engranaje perfecto
Necesitas una banda de plástico ancha y alargada, tanto como para que los jugadores quepan dentro. Forma con ella un círculo. Asegúrate de que los extremos están bien fijados el uno al otro para que no se desprendan. Una vez que tengas dos grandes círculos iguales de plástico tienes que dividirles en equipos y colocarlos dentro.
El objetivo es llegar primero a meta, pero para ello, los integrantes del equipo tendrán que caminar al unísono pasando la cinta como si de una rueda se tratase. Aún más difícil es hacerlo con papel de periódico uniendo las hojas entre sí, ya que el material, al ser más fino, corre mayor riesgo de romperse.
2. De cuatro en cuatro
Fomenta la organización y la cooperación con estos juegos colaborativos que puedes hacer con unos vasos de plástico, una goma elástica y un poco de hilo o lana. Amontona los vasos unos encima de otros. Por otra parte, ata a la goma a cuatro hilos diferentes de modo que se establezca un cuadrado elástico. Los jóvenes tendrán que coger los vasos de uno en uno, tirando y aflojando sus hilos hasta atraparlos con la goma. Una vez en su poder tienen que bajarlos de la torre que has creado, darles la vuelta y formar con ellos una pirámide. Las estrategias de equipo para conseguir el resultado final serán importantes.