10 Actividades refrescantes para hacer con niños en el interior si no tienes terraza ni jardín

Ni piscina, ni jardín, ni patio, ni terraza. Si vives en un piso y no dispones de ninguno de estos espacios donde poder entretener a los niños durante los días de verano, no puedes perderte esta selección de actividades refrescantes de interior para realizar en casa. Propuestas para tener a los niños entretenidos y fresquitos durante las horas de calor más intenso.

Tienes desde experimentos científicos, recetas de polos y granizados caseros para hacer con los niños, pintar con hielo, hacer un spa o crear castillos de arena en el salón. Propuestas con las que romper la rutina de los largos días de verano con las que os divertiréis mientras os protegéis de las horas más intensas de sol.

1. Dibujar con sombras

La mejor manera de mantener la casa fresquita en las tardes de verano es tenerla a oscuras. Aprovecha esas penumbras para jugar con los niños a dibujar sombras chinescas. Puedes hacerlo de dos modos: con objetos que proyecten sombras divertidas y creativas o con las manos. Solo necesitas enfocar los objetos o las manos con una linterna sobre una pared y ver la reacción de los niños.

Si quieres dar un paso más, también puedes ir moviendo la linterna para simular el movimiento del sol a lo largo del día. A medida que cambias la posición de la linterna, las sombras se transforman. Con esta actividad no solo estaréis entretenidos, sino que además puedes explicar a los niños conceptos básicos sobre la luz y la sombra.

2. Spa casero

Convierte el baño en un relajante spa en el que organizar un día de cuidados caseros sin tener que salir de casa. Deberás tener a mano algunas sales relajantes o unas bombas de baño que, incluso, puedes hacer previamente con alguna de estas recetas caseras.

Completa con una limonada o unos batidos de frutas fresquitos a modo de cócteles para tomarlos durante la sesión, unas toallas o albornoces mullidos, zapatillas, cremas hidratantes para el cuerpo y unas mascarillas caseras. No olvides unas rodajas de pepino para los ojos y un surtido de colores para pintar las uñas de manos y pies. Terminaréis la mar de relajados.

3. Ciencia con hielo

Estas actividades refrescantes de interior combinan la ciencia y el arte. Si eso lo mezclas con un poco de hielo, es el resultado perfecto para entretener a los niños en casa durante las horas más cálidas. El objetivo es congelar agua y aceite y ver cómo interactúan estos dos elementos. Usa una cubitera y añade en la mitad de las cavidades agua y, en la otra mitad, agua con un poco de aceite vegetal. Agrega un poco de colorante antes de meter en el congelador.

Una vez que estén congelados, sácalos y colócalos en una hoja de papel y observa lo que pasa a medida que los cubos se derriten. Los cubos de hielo se funden rápido, dejando gotas de agua en el papel. Por el contrario, los cubos con aceite se derriten más despacio y dejan formas y patrones de colores a medida que el aceite se separa del agua.

4. Hielo mágico

Pon algún que otro destello a las tardes de verano con esta actividad en la que conseguirás que el hielo brille. El secreto es cambiar el agua del grifo por tónica y añadir un poco de brillantina. Congela la mezcla en cubiteras y, cuando el hielo esté formado, apaga las luces y enciende una luz negra. Verás cómo los hielos comenzarán a brillar.

También puedes probar a hacer la misma propuesta con agua del grifo, aunque en este caso el hielo no brillará. El desencadenante de esta reacción está en la quinina presente en el agua tónica.

5. Pintura congelada

Si a tus hijos les gusta pintar, haz que este verano sus creaciones sean muy refrescantes, cambiando los tradicionales pinceles por cubitos de hielo. Solo tienes que poner agua en cubiteras y echar en cada uno de los huecos una gota de colorante alimentario. Remueve, para que se mezcle bien, y pon un palito de helado en cada uno. Congela varias horas o toda la noche, y ya solo habrá que tirar de cada palito para tener listas las pinturas heladas y que los niños puedan usarlas de pincel.

6. Pícnic dentro de casa

Cuando el calor aprieta, lo mejor es trasladar tus planes del aire libre al interior de tu casa. Preparar un pícnic bajo techo en un rincón fresquito tiene la ventaja añadida de no tendrás que pelearte con los insectos.

Tira una colcha en el suelo y coloca encima algunos cojines cómodos sobre los que sentaros. Prepara una selección de tentempiés veraniegos: sándwiches, ensaladas ligeras, frutas frescas y algunos batidos y limonadas. Aporta un toque especial de glamour con algunas flores silvestres y guirnaldas de colores.

7. Haz tus propios granizados

Anímate a preparar tus propios granizados caseros. Además de refrescaros con el resultado, disfrutaréis con el proceso de elaboración. Hacerlos es más fácil de lo que piensas. Todo lo que necesitas son ingredientes que seguro encuentras en tu casa: agua, frutas frescas y algo de azúcar, miel u otro endulzante, aunque a menudo basta con el que aporta la fruta.

La técnica es sencilla, solo tienes que triturar la pulpa elegida (de sandía, melocotón, frambuesas, nectarina o cualquier otra, ¡en verano hay un montón!), mezclarla con agua y azúcar, y ponerla en un recipiente amplio de paredes bajas. Luego hay que congelar la preparación una o dos horas, sacarla, removerla con un tenedor para romper los cristales de hielo y volver a ponerla en el congelador. Después de repetir el proceso una o dos veces más, ya tendrás tu granizado, una propuesta perfecta para mantener a los niños hidratados en verano.

De todas formas, tenemos aquí cinco recetas de granizados de frutas caseros para que consultes las proporciones de los ingredientes y nuestra selección de mezclas, aunque siempre puedes probar con las tuyas, claro.

8. Helados para todos

Qué puede haber más refrescante en los calurosos días de verano que unos polos de sabores. Hacerlos es tan fácil como contar con unos moldes para paletas, agua y zumos de frutas naturales. También podéis jugar a mezclar sabores hasta conseguir vuestra mezcla favorita. Si quieres ir un paso más allá, echa unas gotas de colorante alimentario para intensificar su color y añade algunos trocitos de frutas o incluso un toque de yogur para que queden más cremosos.

Solo tienes que verter la mezcla en los moldes y añadir, si quieres, los ingredientes extra. Colócalos en el congelador durante varias horas, o mejor aún, durante toda la noche. Para desmoldarlos, sácalos del congelador unos minutos antes de consumirlos o pásalos por el chorro de agua tibia.

9. Burbujas

Seguro que cuando piensas en dejar que los niños jueguen con burbujas, te imaginas una actividad al aire libre, pero aquí te proponemos una versión para que puedas hacerla en interior. Solo necesitarás un plato hondo o un cuenco y una pajilla para cada niño. Coloca una gota de lavavajillas del tamaño de una moneda en cada plato y mézclala con un poco de agua hasta que se forme espuma.

La parte divertida consiste en sumergir el extremo de la pajilla en la espuma, formando una capa de jabón en su punta. Si se sopla suavemente y de manera constante, la pompa empieza a crecer.

Es posible que los niños tengan que hacer varios intentos antes de conseguir una gran burbuja, pero será bueno para trabajar su paciencia y la constancia. Además, podéis hacer competiciones para ver, una vez que todos los niños conocen la técnica, quién hace la pompa en el menor tiempo, cuál es la más grande o qué burbuja es la que más dura antes de explotar.

10. Arena cinética

Juega a hacer castillos de arena sin tener que pisar la playa. Puedes crear tu propia arena cinética solo con dos ingredientes que, estamos seguros, tienes en tu despensa. La receta consiste en combinar en un recipiente grande dos tazas de harina con media cucharada de aceite vegetal. Otra opción para crearla es usar dos tazas de arena, una cucharada de maicena y entre una taza y media y dos tazas de agua jabonosa, que podrás hacer incorporando media cucharada de detergente líquido. En cualquiera de los dos casos puedes añadir unas gotas de colorante alimentario.

Coloca la arena casera en una bandeja grande o sobre una superficie que sea de fácil limpieza y dales a los niños los cubos y palas de la playa. Ponles los bañadores y disfrutad de un ambiente de playa dentro de casa. La arena cinética es una excelente opción para desarrollar la imaginación y la motricidad fina. Pueden utilizar moldes o hacer las construcciones con sus manos. Además, su textura suave les aportará una sensación relajante y divertida.