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Experimentos caseros

Descubre por qué flotan los cuerpos en el Mar Muerto con un experimento con agua salada

Experimentos con agua salada: densidad de los cuerpos
Analiza cómo influye la cantidad de sal que hay en el agua en la flotabilidad
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 13.07.23

Con el calor del verano, una de las cosas que más apetece es estar en contacto con el agua. Desde la del mar o los ríos, a un buen chapuzón en la piscina, refrescarse con los chorros del aspersor o en una fuente, todo es bienvenido para calmar los efectos de las altas temperaturas. Por eso queremos proponerte hacer en familia unos experimentos con agua salada que enseñen a los niños que este líquido no es igual en todos los sitios donde lo encontramos, sino que, dependiendo de la cantidad de sal que tenga, varía su densidad.

En estos casos lo mejor para aprender es observar, como hacemos en este planteamiento, cómo reaccionan unos cuerpos sumergidos en agua dulce, en agua con sal, con bicarbonato, con azúcar o con otros elementos, tales como arena, arroz o semillas, que no se disuelven en el agua.

Materiales

  • Cuentas de colores que no sean excesivamente pesadas
  • Vasos transparentes
  • Pegatinas blancas para escribir
  • Rotulador o bolígrafo
  • Agua
  • Sal
  • Azúcar
  • Bicarbonato
  • Opcional: arena, arroz u otros elementos de cocina

Pasos

Ideas para hacer un experimento de densidad
Con este experimento explicarás cómo influye la densidad de los líquidos | Fuente: sciencekiddo
  1. Empieza estos experimentos con agua salada echando líquido del grifo en cinco vasos. Intenta que todos tengan la misma cantidad.
  2. Disuelve 2 cucharadas de sal en un vaso, 2 cucharadas de azúcar en otro y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio en el tercero.
  3. El cuarto vaso no debe tener más que agua corriente.
  4. El quinto lo utilizaremos para ver cómo reacciona con alguno de los elementos opcionales que hemos puesto en la lista de materiales. Todos ellos son no solubles, por lo que no afectarán a la densidad del agua.
  5. Escribe en cada una de las etiquetas el elemento que has añadido al agua.
  6. Haz que los niños dejen caer las cuentas de colores en los vasos y verán cómo reaccionan en cada uno de estos experimentos con agua salada.
  7. Si las piezas de colores no flotan en los vasos con sal y bicarbonato, añade un poco más de cada una u otro hasta asegurarte que el agua queda saturada del elemento que has añadido; es decir, cuando el líquido ya no admite disolver más sal o bicarbonato y este se deposita en una capa en el fondo.

Explicación

Cuando pones un objeto en el agua, hay dos fuerzas que actúan sobre él: la gravedad y la flotación. La fuerza de gravedad es la que nos atrae hacia el suelo, la que provoca que los objetos se caigan cuando los soltamos. Mientras, la fuerza de flotación es la que hace que las cosas floten en el agua, pero para ello el objeto tiene que ser menos denso que el agua. En este caso la fuerza de flotación es más fuerte que la de gravedad y el objeto flota.

Al añadir sal al vaso conseguiremos que el líquido sea más denso. Por ello, estos experimentos con agua salada demuestran que la fuerza de la flotación empuja las cuentas hacia arriba con más fuerza, lo que hace que llegue a la superficie.

¿Qué sucede con el bicarbonato?

¿Por qué también flotan en el vaso donde hemos añadido bicarbonato de sodio? Cuando agregamos bicarbonato al agua, se forma dióxido de carbono en forma de burbujas. Estas burbujas de gas se pegan al objeto, como si fueran diminutos salvavidas, lo que hace que flote en el líquido. Es similar a cuando inflamos un globo y lo soltamos en el aire, el aire dentro del globo lo hace flotar porque el aire es menos denso que el aire circundante. Es por esta reacción por lo que el bicarbonato se utiliza en cocina como gasificarte. 

¿Y con el azúcar?

Podríamos pensar que la reacción sería igual en el vaso en el que hemos añadido azúcar, pero en este caso, las cuentas no flotan. El azúcar se disuelve en el agua dulce, pero no hace que el líquido sea más denso. El resultado es que la fuerza de flotación en el agua con azúcar es más débil y los objetos no flotan tan fácilmente.

Los elementos insolubles

En el caso de la arena o el arroz, por ejemplo, pasa lo mismo, pero el motivo es porque no se disuelve en el agua, sino que crea una capa en el fondo, lo que no interfiere en la densidad del agua.

Lo que sucede en el Mar Muerto

El ejemplo más conocido de densidad en una superficie de agua es el Mar Muerto. Cuenta con 1,24 kg/litro, es decir, es aproximadamente un 24 % más densa que el agua dulce. Por eso, cuando te metes en sus aguas, flotas sin tener que hacer esfuerzo alguno. Para que veas la diferencia, el Mar Mediterráneo tiene una concentración de sal aproximada de 1,03 kg/litro, por lo que sus aguas son menos densas que las del Mar Muerto.

En contraposición, el que menos concentración de sal tiene es el Mar de Aral, un lago salado ubicado en Asia Central, entre Kazajistán y Uzbekistán. No obstante, debido al descenso en el nivel de agua fruto de la extracción excesiva de los ríos que lo alimentan, se ha vuelto más salado y concentrado en minerales, aunque su densidad sigue siendo menor en comparación con otros mares o lagos.