ConsejosPsicología y salud mental

Todo lo que debes saber cuando descubres que estás embarazada

Acabas de ver las dos rayas en el test de embarazo y de repente te surgen docenas de preguntas, desde las más banales a las más complejas. Incluso si no es tu primer bebé, hay cosas que no recuerdas o se te plantean dudas que no te surgieron la vez anterior. Pero no te preocupes, porque aquí tienes una lista con lo que debes saber cuando descubres que estás embarazada.

1. Mantén la calma

En primer lugar, lo más importante es mantener la calma: ten en cuenta que tu cuerpo está perfectamente preparado para acometer la tarea de gestar un bebé y, por supuesto, de parirlo. El cine y los medios de comunicación han contribuido durante décadas a crear un ambiente de pánico al parto, alimentando la creencia de que es un momento peligrosísimo para madre y bebé, pero vivimos en una sociedad con acceso a los mejores cuidados sanitarios, así que ten la seguridad de que los dos estaréis bien.

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No temas, tu cuerpo está preparado para gestar a tu bebé | Fuente: Canva

2. Solicita una consulta

Cuando recibes la noticia, lo primero que deberías hacer (tras avisar a quien te apetezca, por supuesto) es concertar una cita con tu matrona a través de tu centro de salud. Ella es la profesional encargada de supervisar el proceso de gestación y será la que paute los controles necesarios en su consulta y en el departamento de ginecología. En ausencia de patologías previas o riesgos, lo más habitual es que te sugiera hacer tres ecografías (una por trimestre) y tres analíticas para comprobar que el embarazo progresa con normalidad. Las demás pruebas son opcionales y deberéis valorarlas juntas en función de tus circunstancias particulares.

3. No temas a los cambios físicos

Es posible que notes algunos cambios físicos casi inmediatos, como la sensibilidad en los pechos, un sentido del olfato excesivamente aguzado o el rechazo a algunos alimentos que solían gustarte, pero todo es temporal, así que no le des demasiada importancia. Conforme el embarazo avance, quizá notes las areolas de los pechos agrandadas y coloreadas. Cierta retención de líquidos también es normal y puede provocar que sientas las piernas y los dedos algo hinchados, o incluso cambios en tu graduación de la vista, así que no corras a cambiar las lentes de tus gafas enseguida, porque tus ojos volverán a su estado anterior cuando hayas perdido el líquido retenido, tras el parto.

4. Sigue las recomendaciones profesionales

En tu primera consulta con la matrona recibirás una serie de recomendaciones generales para cuidarte: evitar el tabaco y el alcohol, dormir lo suficiente, realizar actividad física acorde a tus condiciones (si ya eras deportista, no lo dejes, simplemente escucha a tu cuerpo para ir adaptándote a sus necesidades; y si no lo eras, este momento es excelente para comenzar a hacer algo de ejercicio) y suplementar tu alimentación con ácido fólico (está demostrada su eficacia en la prevención de la espina bífida y la anencefalia).  

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Programa tus consultas y sigue las pautas profesionales de acuerdo con tu embarazo | Fuente: Canva

5. Cuida tu alimentación

Deberás evitar algunos alimentos para reducir el riesgo de problemas tanto para ti como para tu bebé: por ejemplo, los quesos elaborados con leche cruda (por la posibilidad de sufrir listeriosis), las carnes crudas o poco cocinadas (por el anisakis y la salmonelosis) y las verduras sin lavar.

Habrás oído hablar de la prohibición de comer jamón curado durante el embarazo; pues bien, el Toxoplasma gondii, responsable de la transmisión de la toxoplasmosis, puede verse afectado tanto por la concentración de sal que se emplea en el proceso como por el tiempo de curación del jamón, lo que disminuye mucho los riesgos de contraer la enfermedad. No obstante, los expertos aconsejan la congelación para inactivar el parásito, pero el producto deberá estar durante cinco días a 25º C bajo cero. Así que no está de más ser cautas y aplazar el bocata de jamón para el día del parto.

6. Controla tu salud bucal

Algo que puede preocuparte si es tu primer embarazo es tu salud bucal: es frecuente que las encías de las embarazadas sangren con facilidad, así que es buena idea acudir a revisiones con tu odontólogo para mantener tu boca en óptimas condiciones. Durante la gestación puedes realizarte casi todos los tratamientos, pero no olvides avisar de tu estado antes de que te realicen una radiografía. Como sabes, es preferible prescindir de ellas hasta que nazca el bebé.

7. Traza un plan de parto

Con vistas al nacimiento del bebé, es posible que te interese trazar un plan de parto. Este documento recoge tus voluntades y deseos en lo relativo a la atención al parto y resultará de gran ayuda para aclarar dudas y miedos. Puedes redactarlo junto con tu pareja y consultar a tu matrona acerca de las opciones disponibles en el centro en el cual quieres dar a luz. De este modo, puedes recabar información acerca de las posibilidades de analgesia, acompañamiento y recibimiento del bebé. Por ejemplo, si quieres utilizar o no la analgesia epidural, si quieres estar acompañada por tu pareja, por otro familiar o por una doula, incluso las circunstancias que rodearían una posible cesárea.

Por supuesto, la Ley de Autonomía del Paciente te ampara y todas las intervenciones que se te practiquen deben de estar justificadas y han de ser sometidas previamente a tu consentimiento, pero reflexionar acerca de tus expectativas y dudas te ayudará y, además, llevar por escrito estas voluntades te servirá para poder centrarte en el parto sin tener que repetir varias veces cómo deseas ser atendida.

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