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Música clásica para bebés y desarrollo infantil: ¿Conoces el ‘Efecto Mozart’?

¿Existen bases científicas que sustenten que la música clásica para bebés realmente aumenta la inteligencia? Que tiene efectos positivos para el desarrollo cognitivo de los niños es una creencia muy extendida. También es habitual que muchas madres gestantes escuchen esta música durante el embarazo, convencidas de sus beneficios para el feto. Pero, ¿sabemos realmente cómo puede influir en el crecimiento infantil?

Durante los años noventa, el llamado ‘Efecto Mozart’, que relacionaba la música del genial compositor austriaco con el desarrollo de la inteligencia, se hizo increíblemente popular. La industria no dejó pasar de largo esta excelente oportunidad de negocio, convirtiendo la música en una herramienta de marketing de lo más rentable. En Estados Unidos, la música clásica para bebés se convirtió en un regalo habitual para futuros padres.

El origen del ‘Efecto Mozart’

El nacimiento del ‘Efecto Mozart’ lo encontramos 1991 en el libro ‘Pourqui Mozart‘ del otorrinolaringólogo Alfred A. Tomatis. La publicación exponía su Método Tomatis, en el que se incluía la música durante las sesiones de terapia. El objetivo primigenio era estimular el oído y el sistema nervioso, aunque Tomatis también observó que escuchar a Mozart tenía efectos positivos en caso de depresión.

Música clásica para bebés

Posteriormente, la psicóloga Francesa Rauscher, de la Universidad de California, realizó un estudio en el que demostraba que escuchar a Mozart mejoraba el razonamiento espacio temporal. Aunque existía un pequeño inconveniente: este efecto duraba solamente diez minutos. Rauscher recogió esta investigación en su artículo ‘Music and Spatial Task Performance’, publicado por la prestigiosa revista Nature.

Sin embargo, muchos investigadores, entre ellos la propia Rauscher, se muestran molestos por el crédito que se ha dado a esta teoría. La relación entre la música clásica para bebés y las capacidades cognitivas ha sido estudiada ampliamente, pero hasta la fecha no existen evidencias científicas que prueben que escuchar música clásica te hace más listo.

Música clásica para bebés e inteligencia

Si la comunidad científica niega una relación directa, ¿por qué hacemos que nuestros bebés sigan escuchando música clásica? Aunque no podamos afirmar que vaya a hacerlos más inteligentes, sí que existen beneficios asociados a este tipo de música. La elección de Mozart no es algo casual. La música de este genio nacido en Salzburgo se caracteriza por su armonía, con ritmos y melodías altas, que estimulan el neo córtex y el sistema límbico.

Música clásica para bebés

La cadencia característica de la música clásica facilita alcanzar un estado de relajación y concentración, que sí tiene efectos beneficiosos para desarrollar capacidades como la creatividad, la memoria, la visualización o la atención, todas ellas claves para el aprendizaje.

En el caso de las embarazadas, los beneficios vienen derivados del estado de relajación que suscita. Esta sensación de calma también se transmite al bebé nonato, que aprende a relacionarlos con los sonidos y melodías que le llegan del exterior.

Banda sonora para el aprendizaje

La música clásica no debe ser empleada como una herramienta para conseguir bebés superdotados. Su valor se encuentra en su capacidad para generar estados mentales y físicos propicios para el desarrollo de otras habilidades. La música puede ayudar a que los niños mantengan su atención y se concentren en la tarea que están realizando.

Desde este estado, sí podemos afirmar que los niños mejorarán su rendimiento y serán capaces de desarrollar múltiples habilidades para avanzar en su aprendizaje. La música propicia un entorno idóneo, que pone la banda sonora para que el niño avance en su desarrollo cognitivo y emocional. Por eso, en Sapos y Princesas hemos creado 5 playlists de música clásica para niños y ayudaros así a mejorar sus capacidades.

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