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El origen gallego de la fiesta de Halloween: descubre nuestro pasado

Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado (o incluso dicho vosotros mismos) eso de que es absurdo celebrar Halloween en España, porque es una fiesta exportada por Estados Unidos que nada tiene que ver con nuestras costumbres. Pues bien, sentimos deciros que ¡estáis equivocados! Porque no hay más remedio que hablar del origen gallego de Halloween, cuyas raíces se hunden en nuestro pasado celta y que se realizaba hace miles de años en Galicia y Asturias, así como en otros países, mucho antes del Descubrimiento de América. Y allí llegó, como sabemos, de la mano de los emigrantes irlandeses.

Tradiciones ancestrales

Los antiguos pobladores celtas celebraban a finales de octubre una gran fiesta que conmemoraba el final de la cosecha. Se conocía como Samhain, que significa literalmente ‘el final del verano’. Creían que, esa noche, los espíritus de los muertos volvían para visitar el mundo de los vivos. Por ello realizaban distintos rituales para alejar a los malos espíritus y atraer a los buenos. Así, muchas de las costumbres que presenta el actual Halloween beben de estas tradiciones ancestrales.

Y tiene sentido que hayan pervivido en Galicia y Asturias, sobre todo si tenemos en cuenta que investigaciones bastante recientes han demostrado que fueron los celtas del norte peninsular los que se expandieron a otras tierras. Así es, porque Bryan Sykes, profesor de genética humana en la Universidad de Oxford, realizó un estudio, publicado en 2006, con el ADN de 10.000 británicos que resultó revelador: los celtas que se convirtieron en la tribu dominante en aquellas islas procedían del noroeste de la península ibérica.

Tras la invasión romana, los pueblos celtas fueron perdiendo la religión de los druidas, pero mantuvieron algunos de sus ritos y costumbres. Con la llegada del cristianismo, la fiesta de Samhain se convirtió en el ‘Día de todos los Santos’, cuya traducción en inglés es ‘All Hallow´s Eve’, que evoluciona y se convierte en ‘Halloween’. Desde el siglo XVIII, los inmigrantes irlandeses comienzan a llegar en masa a Estados Unidos y se llevan con ellos su cultura, folklore y, cómo no, su Noche de los Muertos.

Los orígenes gallegos de Halloween

El origen gallego de Halloween: carteles de Samaín
Estos son los carteles de las fiestas del Samaín de Cedeira de 2021 y 2022 | Fuente: Ayuntamiento de Cedeira

En la celebración celta del Samhain tiene su origen la ‘fiesta de las calabazas’, el Samaín gallego, una tradición que el municipio coruñés de Cedeira se encargó de recuperar hace treinta años y que cada vez se vive más en esta localidad y en toda Galicia la noche del 31 de octubre. Lo cierto es que nunca desapareció de ciertos enclaves del medio rural, eso sí, nuestros abuelos y tatarabuelos no le daban ese nombre (Samaín) y simplemente hacían determinados rituales cada año en esa fecha.

Uno de los más destacados es de la Santa Compaña, que tiene lugar en la Noche de Todos los Santos. Se trata de una leyenda fantástica sobre una procesión de ánimas o aparecidos que discurre desde las 12 de la noche con el propósito de visitar o advertir a todas aquellas casas en las que en breve habrá una defunción.

Quien encabeza la comitiva es en realidad una persona viva, condenada a portar una cruz delante de la procesión espectral y que solo quedará libre cuando pueda traspasar su condena a otro; normalmente un incauto sorprendido en una encrucijada o cruce de caminos. Las gentes pueden protegerse de la Santa Compaña si están cerca de alguno de los muchos cruceiros que hay por aquellas tierras.

La fiesta de las castañas en Asturias

El origen gallego de Halloween, también asturiano
En Asturias es tradición asar castañas y comerlas, acompañadas de sidra, claro | Fuente: Canva

En Asturias a la Santa Compaña le llaman la Güestia, o la ‘bona xente’ (buena gente). Es una procesión de ánimas encapuchadas que se acerca a la casa de los moribundos. Se dice que van exclamando: «Andai de día que la nuechi ye mía» («Andad de día, que la noche es mía»).

También aquí existía la tradición de dejar calabazas vaciadas con velas encendidas en cruces de caminos y en los huertos. En la actualidad se comen castañas asadas en esa noche, una tradición que se prolonga en el mes de noviembre en la llamada Fiesta de las castañasFiesta del Magüestu, Amagüesto y fornaos, en la que la gente se reúne para recoger las castañas caídas, asarlas y comérselas acompañadas de una buena sidra.

Características y diferencias

1. Los disfraces

Respecto a los paralelismos de nuestro Samaín con el Halloween norteamericano, recurrimos a las explicaciones que daba a El Correo Gallego Carlos Labraña, de la Asociación Amigos do Samaín de Cedeira: “Aunque el origen de las dos fiestas es el mismo, porque los irlandeses llevaron la celebración a Estados Unidos, allí el sentido original se pervirtió bastante. Una de las perversiones es que mezclaron el Entroido (carnaval) con el Samaín. Por eso nosotros no promovemos los disfraces, son cosas que para nosotros no tiene sentido mezclar”.

No obstante, sí existe un vínculo con esta tradición de disfrazarse, pues simbólicamente también estaba presente en la celebración de Samhain, ya que los celtas se ponían pieles y cabezas de animales para espantar a los malos espíritus, que terminó transformándose en el uso de máscaras y capas.

2. Las calabazas

Los orígenes gallegos de Halloween: las calabazas
La tradición tallar las calabazas es muy antigua en Galicia y Asturias | Fuente: Canva

La costumbre de vaciar calabazas y tallarlas con formas de caras parece ser que proviene de los nabos huecos con carbones encendidos dentro que llevaban los druidas consigo cuando recogían alimentos por las casas para ofrecer a los espíritus en Irlanda.

En Galicia, el tallado de calabazas es una tradición aprendida de las abuelas que pervivió en algunos enclaves rurales — en Cedeira y la comarca de Ferrol, las Rías Baixas y en algunos lugares del norte de la provincia de Lugo—, que nunca llegó a perderse del todo y que ahora ha resurgido con fuerza. Las velas que se ponen en el interior de las calabazas talladas representan a las ánimas. Aquí os dejamos una muestra de las del año pasado, publicada en el perfil de Instagram de Amigos de Samaín de Cedeira: 

 
 
 
 
 
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3. Los dulces

Regalar dulces también tiene sentido, ya que los celtas dejaban comida fuera de sus casas junto a velas encendidas para mantener contentas a las almas de los muertos y ayudarlas a encontrar el camino hacia la luz y el descanso. Y las gentes del noroeste peninsular dejaban el fuego encendido en sus hogares y la mesa sin recoger después de la cena, por si los fantasmas querían alimentarse.

Sea como sea, lo llamemos Halloween, Samhain o Samaín, hoy en día se ha convertido en una fiesta para celebrar y divertirse, así que, ¡adelante!

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