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Nuevos tiempos, nuevas familias. ¿Cuál es la tuya?

¿Qué es la familia? Según la RAE, es “el grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas”. En las últimas décadas, los cambios sociales han provocado que en muy poco tiempo los patrones clásicos del modelo familiar se hayan visto modificados. La incorporación de la mujer al mundo laboral, el divorcio, la posibilidad de matrimonio de las parejas homosexuales, la inseminación artificial, las madres y padres solteros, son cambios que nos permiten hablar de nuevos conceptos, más allá del tradicional.

Actualmente, nos encontramos de manera habitual con multitud de patrones; como pueden ser familias reconstituidas, en la cual uno o ambos miembros de la actual pareja tiene hijos de uniones anteriores; monoparentales, ya sea por divorcio o por decisión de llevar a cabo una maternidad o paternidad sin pareja (con inseminación artificial o gestación subrogada); otras con padres o madres homosexuales; hijos adoptados o niños acogidos. Todas ellas, unidas por el amor, que es lo importante.

Para profundizar en cada caso, hemos hablado con Ascensión Iglesias, Presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), una organización abierta y plural, cuyo objetivo fundamental es la defensa del derecho que tiene la ciudadanía a formar el modelo de convivencia que más le satisfaga, según su situación personal, creencias y convicciones. Desde UNAF trabajan en el ámbito de la sensibilización y la incidencia política para exigir medidas que garanticen el bienestar de todos; además de ser pioneros en España en mediación familiar.

Nuevos tiempos, nuevos modelos familiares ¿Cuál es el tuyo?

Sabemos que las transformaciones han sido muchas y muy rápidas; sin embargo, Ascensión cree que la sociedad española “no solo ha sabido adaptarse sino que ha sido impulsora de esos cambios, aunque aún hay que seguir trabajando en las diferentes problemáticas”.

“Podríamos decir que por lo general la principal dificultad de las nuevas familias es la visibilización. Y no nos referimos a que no se conozca su existencia, sino a que todos modelos que hay no están igualmente representados en nuestra sociedad: en materia educativa, en los medios de comunicación, en el ámbito administrativo”. También, hay algunos más aprobados que otros. “Han ido aceptándose progresivamente las familias monoparentales, las adoptivas, las reconstituidas o las que tienen algún miembro con discapacidad. Sin embargo, aquellas cuyos componentes son migrantes, de etnia gitana, u homoparentales, se siguen enfrentando a la discriminación. Un hecho que, muchas veces, tiene que ver con la ignorancia y el desconocimiento de nuestro entorno.

Tenemos que ser los padres los que transmitamos a los hijos la normalidad y el valor de la diversidad. No debemos adoctrinarles en nuestras propias creencias, sino ayudarles a analizar la realidad, a contrastar puntos de vista y a actuar en consecuencia. Pese a que está demostrado que no existen diferencias en el desarrollo entre los niños pertenecientes a los distintos modelos de familia, Ascensión Iglesias sí que cree que “en materia de educación, generalmente las no tradicionales, suele ser, a priori, más inclusivas y fomentan el respecto a la pluralidad, puesto que son más conscientes de ella”. El colegio en estos casos juega un papel fundamental ya que, una manera de asegurar una formación en torno a la diversidad es a través de la escuela. “En este sentido, la asignatura de Educación para la Ciudadanía nos pareció, en su momento, una herramienta muy útil y necesaria para trabajar los valores cívicos fundamentales”.

Pero, según UNAF, desde la escuela no se da la suficiente respuesta a este asunto. “La familia tradicional es, en la mayoría de ocasiones la única que aparece representada, cuando en realidad nuestra sociedad no responde a ese esquema monolítico, sino que es mucho más rica y diversa. Trabajar desde el ámbito educativo es fundamental para normalizar la existencia de todos los modelos de familia y favorecer la inclusión social desde la infancia. Por ejemplo, hay situaciones como la separación o el divorcio que son frecuentes y que no se abordan en los centros. Sería de gran ayuda para muchos niños y niñas.

Nuevos tiempos, nuevos modelos familiares ¿Cuál es el tuyo?

Sin embargo, para la Unión de Asociaciones Familiares, las más vulnerables son aquellas que disponen de menos recursos económicos y que, por tanto, no pueden hacer frente a sus necesidades básicas. Cualquier familia puede encontrarse en esta situación y es responsabilidad de los poderes públicos apoyarla con las medidas adecuadas. Además de eso, necesitan impulsos de otro tipo: que les ayuden en su tarea educativa y de crianza, que fomenten aun más la conciliación y la corresponsabilidad entre hombres y mujeres para que tanto unos como otras tengan garantizada la igualdad de oportunidades.

Al fin y al cabo se trata de proteger lo que siempre ha sido y siempre será la familia, independientemente del modelo que nos toque: un pilar fundamental para todos los individuos y un lugar privilegiado para la educación, la protección y la seguridad.

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