Cómo prevenir el acoso escolar con videojuegos

Los videojuegos van más allá de una forma de ocio y son un importante agente socializador, a través del cual los menores pueden aprender patrones de comportamiento y modelos de conducta, e incluso pueden servir para prevenir el acoso escolar.

Los últimos estudios de la neurocientífica Daphne Bavelier están demostrando las bondades que tienen los videojuegos en los niños, no viéndolo solo como un mero entretenimiento sino también como un potenciador cerebral para entrenar habilidades de atención, cognitivas, sensoriales y espaciales. En la misma línea se expresa Carlos Mateos, vicepresidente de AIES y coordinador del I Hackathon de Salud Junior, que se llevó a cabo en Madrid el pasado 23 de mayo: “Los videojuegos diseñados para educar en hábitos saludables (…) han demostrado su eficacia en numerosos estudios científicos para concienciar tanto a los niños como a sus familias”.

Bajo esta premisa, el Dr. Baltasar Fernández Manjón, catedrático de la Cátedra Telefónica-UCM de Educación Digital y Juegos Serios de la Universidad Complutense, conjuntamente con su cátedra, ha desarrollado un videojuego contra el bullying y el ciberbullying, que fue dado a conocer en la rueda de prensa de presentación del I Hackathon de Salud Junior.

Se trata de aprender a identificar los diferentes roles necesarios para que el bullying se produzca: acosado, acosador y observadores.

El videojuego, que recibe el nombre de Conectado, estará finalizado antes de las vacaciones de verano, y está realizando sus primeras pruebas en diversos colegios e institutos (en Madrid en Las Escolapias de Puerta de Hierro y en Zaragoza en el IES de Monreal) para poder contar con la opinión de los alumnos y la comunidad educativa.

El objetivo principal de este videojuego, según relata el Dr. Baltasar Fernández Manjón en una entrevista concedida a Sapos y Princesas, es poner en evidencia que el ciberbullying es un problema real, y su intención es que se juegue en clase con él, usándolo como una herramienta de discusión, sirviendo, de esta manera para prevenir el acoso escolar. “A partir del momento del juego, se analiza todo, cuando todos han vivido más o menos la misma experiencia en la que todos han tenido que tomar decisiones y vivir situaciones que se dan día a día en el colegio”.

En el juego se representa un instituto en el que se produce acoso escolar, en los baños, en la cafetería, en la clase, en los pasillos… además de en las redes sociales. Las conversaciones que mantienen los alumnos juegan un papel fundamental en el desarrollo del videojuego, en el que se representan diferentes escenarios, desde la familia al colegio. “La idea es alejarse de los estereotipos. Hay un malote y hay una malota. No solo se acosa al gordito, sino que también se acosa a otra persona que pueda tener otras circunstancias, al diferente o al que se puede en un determinado momento”.

“El sistema reacciona cuando sabe que existe un problema y no tienes que ser un superhéroe que eres capaz de enfrentarte a todo sin ayuda”.

Se trata de aprender a identificar los diferentes roles necesarios para que el bullying se produzca: acosado, acosador y observadores; y que los alumnos se pongan en la situación de cada uno de ellos, colaborando de esta manera a erradicar la lacra social del acoso escolar. “Tú en un videojuego puedes ser quien no eres en tu vida diaria, algo que te puede hacer entender mejor cuál es la situación del otro. Ponerte en el papel del otro en alguno de los casos de acoso escolar es algo fundamental, porque el problema de fondo es la falta de empatía”.

El videojuego pretende transmitir una idea fundamental: del ciberbullying no se puede salir solo. “No se puede luchar solo contra un grupo organizado en una red social y además es un fenómeno que dura las 24 horas. Tienes que hablarlo con otras personas, relativizar el problema y buscar ayuda fuera, en tu familia, en el colegio… porque el sistema reacciona cuando sabe que existe un problema y no tienes que ser un superhéroe que eres capaz de enfrentarte a todo sin ayuda”.