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Cómo evitar los verdaderos sustos de Halloween

La noche del 31 de octubre es una de las más esperadas por los niños, y por algunos adultos, por sus sustos, dulces y travesuras. Pero sin la prevención adecuada, Halloween puede acabar por convertirse en una auténtica pesadilla. 

Lo mejor es contar con las medidas de precaución oportunas para que todo transcurra sin incidentes. Pero, ¿cuáles son los peligros a los que nos enfrentamos en la noche de Halloween? Las alergias, los desconocidos, los disfraces que se enganchan y la decoración demasiado atrevida son solo algunos de los grandes enemigos de la diversión en esta celebración tan terrorífica. Así que, antes de empezar la fiesta, revisemos algunos de los puntos más importantes a tener en cuenta. 

Niñas decorando su casa por Halloween
Evita las velas y los objetos pesados en la decoración de Halloween | Fuente: Canva

Prevención en Halloween: decoración del hogar

A la hora de decorar el hogar hay algunos elementos que pueden acabar provocando accidentes. Así que, antes de empezar a adornar la casa como un lugar terrorífico, asegurémonos de que el terror no vaya a hacerse realidad. En general, debemos tener cuidado con tres tipos de decoraciones típicas de estas fiestas: 

1. Velas

Las velas dan una luz ambiental tenebrosa, algunas huelen muy bien, y son un elemento clásico de la decoración de estas celebraciones. Pero si no tenemos cuidado pueden acabar en desastre. Es importante evitar que puedan estar en contacto con objetos inflamables, como manteles, cortinas u otras telas similares. También es recomendable no dejarlas al alcance de los más pequeños, en portavelas seguros, o podrían acabar quemándose. 

2. Objetos grandes

Aunque son menos comunes, los objetos grandes y pesados a veces forman parte de las decoraciones de Halloween. Esqueletos, momias, incluso sarcófagos y calabazas. Para añadir este tipo de elementos sin correr riesgos innecesario, podemos dejarlos siempre sobre el suelo (nada de colgarlos) y de forma que queden bien sujetos. De esta forma podremos evitar caídas innecesarias. 

3. Vendas, telarañas, y cuerdas

Estos elementos son también típicos de las fiestas, y aunque por lo general las tiendas especializadas procuran que sean objetos seguros, si hacemos locuras con la decoración podemos convertirlos en un potencial riesgo. Para evitar que nuestros hijos acaben, literalmente, enredados en las telarañas lo mejor es ponerlas sobre superficies, y no colgando por casa. O si queremos que cuelguen, ponerlas a suficiente altura como para que los niños no puedan acceder a ellas.

Niña disfrazada de Halloween
Un disfraz seguro es aquel que no tiene piezas pequeñas | Fuente: Canva

Cuidado con los disfraces, ¿cómo podemos reducir riesgos?

La prevención en Halloween empieza siempre por los disfraces. Sobre todo si apostamos por la originalidad e intentamos no gastar demasiado en maquillaje y otros productos similares. Y es que, como dice el refrán, a veces lo barato sale caro. Nunca hay que escatimar en precauciones. Halloween debe ser una noche para recordar, y no precisamente por las pesadillas. 

Para empezar, el maquillaje que usemos en los niños debe ser especial. No podemos usar el que utilizamos en casa habitualmente, ni uno que hayamos comprado en un bazar. Es recomendable acudir a tiendas especializadas y pedir maquillaje infantil. Uno de los ingredientes que debemos evitar a toda costa en la pintura infantil es el plomo. También es recomendable evitarlo en la nuestra, pero en la de ellos más aún, ya que su piel es aún muy delicada. Y para asegurarnos de que no va a haber reacción alérgica, lo mejor es hacer una prueba en la muñeca. Toda precaución es poca. 

En cuanto al disfraz, hay varias cosas a tener en cuenta. En primer lugar, si nuestro hijo aún es pequeño, de entre 2 y 6 años, es fundamental que  le ofrezcamos uno que no tenga piezas pequeñas que puedan desprenderse y que puedan acabar por llevarse a la boca. Es habitual que las tiendas especializadas tengan precaución con estas cosas, pero si lo revisamos por nosotros mimos mejor que mejor.

Otro detalle a tener en cuenta es la talla. Aunque a veces heredemos las prendas, o nuestro hijo elija un disfraz que no es de su tamaño, tenemos que tener cuidado en este aspecto. Una prenda demasiado holgada puede provocar tropiezos indeseados. Para prevenirlos, los zapatos ajustados y antideslizantes serán también un gran aliado. En cuanto a las caretas, a todos nos encantan. Pero además de dar miedo, deben permitir que el niño vea sin dificultad. También debe favorecer que respiren bien, con facilidad y sin ningún inconveniente. 

Mujer dando dulces a unos niños en Halloween
Los caramelos representan uno de los riesgos más importantes de Halloween | Fuente: Canva

Truco o trato: prevención en Halloween fuera de casa

Con la casa decorada y los niños disfrazados, es hora de pensar en la seguridad fuera de casa. El truco o trato es una actividad que se ha hecho cada vez más común en España, aunque sea un juego importado de EE. UU. A los más pequeños les encanta, ya que les permite recibir dulces y golosinas a raudales. Pero como padres nos toca tener en cuenta todos los posibles desastres, para prevenirlos antes de que sucedan. 

Uno de los puntos claves de la prevención en Halloween son los caramelos. Son los elementos estrella de las fiestas, y de los accidentes. Hay muchos riesgos que debemos tener en cuenta, ya que el juego de ‘Truco o Trato’ facilitará que tu hijo tenga acceso a elementos nuevos y desconocidos. Lo más importante es tener en cuenta estos aspectos: 

1. Diabetes, alergias e intolerancias

Las alergias alimenticias, la diabetes o cualquier tipo de intolerancia pueden acabar por arruinar la noche de nuestro hijo si el dulce equivocado cae en sus manos. Por eso es recomendable que llevemos nosotros los caramelos, y los vayamos dispensando cuando hayamos revisado que sean los adecuados. 

2. Atragantamientos

Los caramelos pequeños y los niños de menor edad no son buenos amigos. Cuando llevamos de truco o trato a nuestros hijos de entre 2 y 5 años es importante que tengamos mucho cuidado con el tamaño de los dulces, indicándole a la familia que dispense los caramelos la edad de los disfrazados. 

3. Empachos

Aunque en noches como Halloween sea difícil decir que no o controlar cuántos caramelos ha comido nuestro hijo, es especialmente importante que tengamos cuidado con los empachos. Una vez más, lo más recomendable es que llevemos nosotros la cesta con las golosinas recogidas, y que vayamos dándosela a nuestros hijos cuando corresponda. 

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