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Las nuevas carreras raras que han aparecido con Bolonia ¿Tienen futuro?

En la última década, debido a la creación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEE), proyecto que pretende armonizar los distintos sistemas educativos de la Unión Europea, han llegado muchos cambios a la Universidad española. Estos cambios son suficientes para que los padres, incluso aquellos que en su día cursaron estudios universitarios, se sientan confundidos respecto a algunos aspectos de esta nueva universidad.

¿Es la oferta de nuevas carreras necesaria?

Uno de estos cambios ha sido una, en ocasiones excesiva, proliferación de nuevos títulos universitarios. Cuando nosotros tuvimos que elegir carrera teníamos que elegir entre titulaciones como médico, abogado o ingeniero. Aquellos estudios se correspondían con profesiones de larga tradición y teníamos una idea sobre el tipo de salidas profesionales podíamos esperar al terminarlos. Aunque estos estudios siguen existiendo, con los planes de Bolonia han aparecido muchas otras titulaciones nuevas: «Grado en Diseño de Videojuegos», «Grado en Gestión Deportiva», «Grado de Igualdad de Género» o «Grado en Ingeniería Biomédica» son solo unos pocos ejemplos.

En algunos casos, en mi humilde opinión, esta proliferación de títulos se debe a un énfasis excesivo por parte de las universidades en ofertar titulaciones únicas para diferenciarse. En esto ha jugado un papel el hecho de que la reforma del EEE sucedió en un mal momento para la Universidad española (el Real Decreto que regula en España esta reforma se aprobó en 2007). No solo por la coyuntura de la crisis económica, que impactó la financiación de las universidades, sino también por el marcado decremento en la natalidad en España, desde casi 3,0 hijos por mujer a principios de los 80, hasta 1,3 hijos por mujer en la actualidad. Este bajón en la natalidad comenzó a afectar el volumen de estudiantes que entraban en la Universidad en torno al cambio de siglo, forzando a las universidades a competir por un número cada vez más reducido de estudiantes. Y menos estudiantes para una universidad significa menos financiación.

Las nuevas carreras raras que han aparecido con Bolonia

En este contexto el riesgo de cursar unos estudios universitarios efímeros que, incluso antes de que nuestro hijo pueda concluirlos, hayan desaparecido, es real. Un ejemplo de esto es Grado de Igualdad de Género. Esta titulación se comenzó a impartir en 2011 y, debido a la baja matrícula, dejó de aceptar alumnos de nuevo ingreso en 2014, estando actualmente en proceso de extinción. Si bien la igualdad de género es un tema muy importante, no está claro que comprender los problemas de género requiera de cuatro años de estudio (probablemente un máster hubiera sido más adecuado). La demanda que tuvo esta titulación parece estar acorde con este punto de vista. Como consecuencia, en nuestro país va a haber unas pocas docenas de jóvenes españoles con un título universitario que ya no existe, que solo se impartió en una universidad durante un corto periodo de tiempo, y que tendrán que pasar por entrevistas de empleo bastante complicadas tratando de en qué consistía y que pasó con su titulación universitaria.

¿Cómo saber si es una carrera con demanda real?

Sin embargo, en ocasiones estos nuevos títulos responden a carencias en el sistema universitario español y están basados en una demanda real del mercado laboral. En este caso estas titulaciones suelen acarrear excelentes oportunidades laborales a nuestros hijos, ya que literalmente son las profesiones del futuro. Un ejemplo en este sentido que yo conozco de primera mano es el Grado en Ingeniería Biomédica.

Cuando uno de nuestros hijos quiere estudiar una de estas “nuevas carreras” que no estamos seguros en qué consiste o qué futuro profesional tendrá ¿Cómo podemos saber si esa carrera se corresponde a una demanda real del mercado laboral o es un intento de una universidad para diferenciarse de las demás que podría terminar en un punto muerto? Responder esta pregunta no es demasiado complicado. La realidad es que España no es en absoluto un país puntero a nivel mundial. No somos líderes, sino que tendemos a seguir a los líderes. Es altamente improbable que en España inventemos una titulación universitaria que termine siendo adoptada por el resto del mundo. Es mucho más probable que la Universidad española copie los éxitos de otras universidades de países más avanzados.

Las nuevas carreras raras que han aparecido con Bolonia

Si a lo largo de los próximos meses al lector le entra la duda de si la titulación que quiere estudiar uno de sus hijos es una moda pasajera o una buena apuesta de futuro, le recomiendo que trate de buscar equivalentes a esos estudios en las universidades extranjeras. Por ejemplo, si buscamos “Bachelor degree in Biomedical Engineering” (Grado en Ingeniería Biomédica) en Google descubriremos que solo en Estados Unidos existen más de un centenar de universidades ofreciendo esa titulación, siendo la primera en haberla ofrecido la Universidad de Boston en 1966. Si buscamos en las webs de las universidades más prestigiosas, esas nombres no suenan a todos (Berkeley, Stanford, Harvard, MIT o Cambridge) veremos que en ellas se imparte esa titulación. También veremos que la primera sociedad profesional (“Biomedical Engineering Society”) se fundó en 1968, y encontraremos estadísticas del Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos mostrando que esta es una de las profesiones para las que se prevé un mayor crecimiento a lo largo de los próximos años. En vista de esa evidencia, está claro que el hecho de que esta situación no apareciese en España hasta hace una década se debe a que a menudo en nuestro país estamos en el vagón de cola.

Por la contra, si intentamos buscar en Google «Bachelor degree in Gender Equality», no encontraremos ninguna universidad en el mundo que imparta este título. Lo más cercano que encontraremos es el “Bachelor degree Gender Equality and Social Justice” impartido por una única universidad en el mundo, la Universidad de Nipissing (¿Había usted oído hablar antes de esta universidad? Yo no).

Mi consejo para aquellos padres intentando comprender en qué consiste esa “carrera rara” que quiere estudiar su hijo e intentan analizar si tendrá o no futuro, es que busquen referentes internacionales. Si existen y esos referentes son sólidos, esa titulación no es una moda pasajera, sino simplemente la Universidad española poniéndose al día. Pero si no existen, yo al menos sería reticente a que mi hijo estudiase ese título.

Abraham Otero Quintana
Profesor Titular de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial
Coordinador del Grado en Ingeniería Biomédica
Escuela Politécnica Superior, Universidad San Pablo CEU Carretera

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