ConsejosOpinión de Nora Kurtin

Preguntas para Nora Kurtin de 10 años inolvidables de Sapos y Princesas

Nora Kurtin, fundadora de Sapos y Princesas, reflexiona junto a cinco grandes periodistas, sobre la evolución del modelo familiar durante estos diez años y contesta a las preguntas de Elena Siegrist, directora de CRECER FELIZ; Cristina Sánchez, redactora jefe de MI CASA; Isabel García-Zarza, jefa de sección Nacional y Sociedad de YO DONA; Edurne Romo, directora editorial de MI BEBÉ Y YO, e Isabela Muñoz, redactora jefe de Cocina, Niños, Viajes y Decoración de TELVA.


Elena Siegrist:¿Cómo surgió la idea de crear Sapos y Princesas?

Nora Kurtin.:Hace 10 años trabajaba en multinacionales y los fines de semana me resultaba muy difícil encontrar actividades para hacer con mis hijos, de 3 y 1 año en aquel entonces. Yo quería ofrecerles todas las opciones que había en Madrid y su riqueza cultural, pero no había ningún medio de comunicación que se enfocara en ayudar a los padres a disfrutar del tiempo de ocio con sus hijos. Como sabía lo importante que era para fortalecer el vínculo con ellos y enriquecerme como madre y los niños como personas, decidí empezar mi medio de comunicación. Recordemos que entonces no había llegado todavía Facebook a España y no existían los blogs. ¡Era otro siglo! Estoy feliz de haber formado parte del gran movimiento hacia la familia y a fortalecer al niño desde todos los aspectos.

E.S.:¿Piensas que con la abundancia de ofertas de ocio que tienen hoy en día nuestros hijos han perdido la capacidad de aburrirse, el placer de tener que inventar e imaginar para pasarlo bien?

N.K.:Como padres tenemos que estar pendientes de las áreas en las que nuestros hijos necesitan aprender. En un momento como el que vivimos, acostumbrados a la gratificación inmediata, tenemos que enseñar a nuestros hijos a esforzarse, a luchar para conseguir su objetivo y a encontrar soluciones. Por eso es importante que no saltemos del sofá ante la temida frase “me aburro”. En ese momento, fomentemos que ellos mismos busquen la solución a un problema (sin que esa solución sea una pantalla). Así aumentarán su creatividad y ejercitarán su capacidad de resolver problemas más complejos que se les presentarán a lo largo de su aún corta vida.

Cristina Sánchez¿Cómo crees que debemos adaptar la casa para una familia con niños de forma cómoda, bonita y funcional para todos?

N.K.Para mí la casa tiene sentido cuando se convierte en hogar, y no lo tiene cuando es un museo con habitaciones impenetrables e intocables. Tenemos que educar a nuestros hijos a tratar ciertas cosas con cuidado y a seguir reglas de comportamiento que les servirán cuando estén de visita en casa de los abuelos o de amigos. Si no practican en casa, será difícil que lo hagan fuera. Para que la casa se convierta en hogar, todos debemos tener ganas de estar en ella, sentirnos cómodos y a gusto. Para los niños tiene que ser el sitio de confort, donde sean ellos mismos y se sientan seguros, aceptados en su individualidad y donde se sienten queridos.

C.S.¿Cómo debemos implicar a los niños en las pequeñas tareas de casa para que entiendan que la familia es un equipo en el que todos colaboran?

N.K.La casa es de todos y el bienestar de la familia se basa en el equilibrio. Así como nosotros trabajamos, nuestros hijos estudian. Que sepan que ellos también tienen responsabilidades para que nuestro hogar esté bien. Estas responsabilidades se tendrán que ir adaptando con la edad del niño y de la niña, no con su habilidad (ya que al principio no sabrán hacer nada) ni, por supuesto, con el género. En mi casa, las tareas van desde hacer las camas, sacar y poner el lavavajillas, barrer el patio, sacar la basura, recoger y poner la mesa y hasta algún día preparar la cena.

Isabel García-Zarza:¿En estos 10 años ha cambiado mucho la manera en la que los padres disfrutan el ocio con sus hijos?

N.K.: Creo que cada vez somos más conscientes de la necesidad de disfrutar de nuestros hijos y compartir con ellos todo lo que la ciudad nos ofrece. Lo que más ha cambiado es la forma de estar con nuestros hijos, en parte por el poco tiempo que tenemos y la irrupción de la tecnología. Ahora estamos muy pendientes de nuestros móviles y hay veces que esto nos interrumpe una verdadera forma de comunicación con ellos.

I.G-Z.:¿Cuál es tu receta para un fin de semana familiar perfecto?

N.K.: En mi casa nos gusta dividir el fin de semana en dos, un día para hacer cosas fuera, como ir al teatro a ver una obra, al cine, que nos apasiona, o visitar un museo. El otro día, generalmente el domingo, nos despertamos tarde y todos participamos en la preparación de un gran desayuno que se alarga mientras dure la charla. Es nuestro día de bajar las revoluciones. Nos vamos de paseo, charlamos y disfrutamos de estar juntos.

Edurne Romo: En estos 10 años, ¿qué consejos darías a los padres para reforzar los vínculos afectivos con sus hijos?

N.K.: Lo más importante es que nuestros hijos sientan que siempre estamos a su lado (aunque no estemos físicamente), para ello es fundamental que sepan dónde nos posicionamos como familia. Cuáles son nuestros valores y las reglas que todos respetamos. Eso les da seguridad. Todos los días, desenchufémonos un rato. Mi primer truco sería fijar la regla de NO tecnología en la mesa. Al no haber televisión, ni dispositivos, habrá silencio y empezaremos a conversar. Sin comunicación no hay vinculación. En el coche, cuando vamos con los niños, quitemos los dispositivos y la radio, y también se favorecerá el diálogo. Cuando escuchamos, vamos entendiendo más lo que le puede estar pasando a nuestros hijos.

E.R.: Tres destinos/lugares en los que más has disfrutado con tu familia, aquellos que siempre recordarás…

N.K.: Los momentos inolvidables con mis hijos son muchos y cada uno tiene su foto en la pared de casa. Así todos los rememoramos cuando las vemos. Las anécdotas, cómo van creciendo y lo que descubren en cada lugar. Es divertido volver a hablar de los viajes, porque sus recuerdos tienen enfoques diferentes dependiendo de la edad. Si eligiera tres, uno sería un viaje por el norte de España, haciendo surf, sorprendiéndonos con grutas y compartiendo caminatas a las que esperaba una riquísima cena. Otro, un viaje con nuestra hija de 9 meses por los parques naturales de Canadá hasta Vancouver inmersos en la naturaleza en una autocaravana. Y, por último, un viaje de esquí a Las Dolomitas con amigos, disfrutando de bajadas interminables de pistas con la nieve perfecta (seguida y superada por mi hijo) y terminando el día en grupo alrededor del fuego compartiendo risas.

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