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Psicología y salud mental

Hablar de sexualidad con nuestros hijos adolescentes: claves para saber acompañarlos

Hablar de sexualidad con nuestros hijos
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 09.07.23

La adolescencia es una etapa de cambios a todos los niveles: físico, psicológico y social. Por esta razón, es necesario que, cuando los niños y niñas dejan de serlo y comienzan el tránsito a la pubertad, las familias sepan acompañarlos. Esto es aún más importante si cabe en la esfera de la sexualidad. Porque, básicamente, el concepto de pubertad alude a los cambios físicos desencadenados por el sistema hormonal, aunque también hay otros que afectan al desarrollo cognitivo. Todo ello complica bastante las cosas a los padres y las madres, pero si lo asumimos, será más fácil hablar de sexualidad con nuestros hijos y contribuir a que tengan unas relaciones saludables y respetuosas.

Las transformaciones propias de la pubertad se manifestarán, aproximadamente, desde los 10 o 12 años en las niñas y de los 11 a los 13 años en los niños. Aparte de las corporales, que son las más evidentes y que de por sí ya tienen bastante repercusión en ellos, se producen otras en el plano cerebral que, como padres, debemos conocer. Esto nos ayudará a entender que todo lo que ocurre en estos momentos tiene más que ver con esta variación en su configuración mental que con la mudanza en los afectos de los hijos hacia sus progenitores.

La gran poda neuronal

Lo más característico de esta etapa a nivel cerebral es que se produce lo que llamamos una gran poda neuronal. Esto significa que el cerebro, por un lado, está necesitando y buscando impulsos y experiencias novedosas, y que, por otro, todavía no tiene desarrollada la corteza prefrontal, que es la encargada de pasar, digamos, por el filtro del raciocinio. Por eso, las decisiones y las conductas son mucho más impulsivas, y los adolescentes suelen actuar sin pensar en las consecuencias.

Lo que los padres solemos vivir es que esos hijos, que hace nada te obedecían, estaban a tu lado y te admiraban, de repente pasan a ser extraños que te contradicen y en ocasiones te faltan el respeto. Y que, además, si no estás junto a ellos, te echarán en cara que quieren ser importantes para ti. Pero esta fase pasará y lo que ahora tenemos que comprender es que muchas de las cosas que nosotros no entendemos de nuestros hijos e hijas ocurren precisamente por estos cambios cognitivos.

Por todos estos motivos, es fundamental mantener la comunicación con los hijos en estos años, lo que, a menudo, será complicado, porque, por un lado, demandan su espacio y, por otro, nuestra guía y acompañamiento.

¿A qué edad debemos hablarles de sexualidad?

Lo recomendable es que les informemos de esos cambios corporales antes de que ocurran porque, de no ser así, podrían sentirse desbordados y abrumados con su propio cuerpo, y llegar a no reconocerlo e incluso rechazarlo. Todo esto, en una fase de gran vulnerabilidad, pues para ellos pasa a tener mayor trascendencia el juicio del grupo de iguales que el nuestro, y nos podemos encontrar de bruces con que desarrollan problemas de autoestima y autoconcepto.

Por lo que respecta a la edad adecuada para hablar de sexualidad con tus hijos, no se puede determinar una concreta, pero nos servirá de guía su propia curiosidad. Es decir, cuando empiecen a hacer preguntas será porque están preparados para obtener respuestas. Eso sí, recomendamos adaptar dichas respuestas a la edad madurativa del niño o la niña más que a la edad biológica.

El tabú de la masturbación

Por otro lado, hay otro asunto que conviene tratar aquí: la masturbación infantil, que con frecuencia constituye un tabú. Además, hay un sesgo evidente, puesto que se asume de manera cultural que es algo exclusivo de los niños cuando las niñas tienen las mismas necesidades. En cualquier caso, hay que asumirla como algo normal. De hecho, el de la masturbación es un entrenamiento necesario, para luego llegar a experimentar el sexo con más naturalidad y autoconocimiento.

Una etapa de conocimiento con demasiada información

Otro de los temas que preocupan a los adolescentes de hoy en día es todo lo que gira en torno a la orientación sexual. También ante estas preguntas es aconsejable responder con naturalidad, evitando cualquier tipo de juicio, y estar abiertos a reconocerlos y aceptarlos con aquellos intereses sexuales que vayan manifestando. Eso sí, sin perder de vista como adultos que están en una etapa de conocimiento, de exploración, y que todo lo que esté ocurriendo ahora, puede no ser definitivo en su vida.

Los adolescentes de hoy están viviendo en un entorno hipersexualizado, acceden a veces a contenido pornográfico y sexual mucho antes de lo que las familias piensan y, desde las consultas de psicología, también se observan cada día más problemas relacionados con la identidad sexual. Esta es una razón de peso para hablarles solamente de aquello que puedan entender, y de aquello que pregunten.

Hablar de sexualidad con nuestros hijos: buscan información en internet
Es preferible que resolvamos sus dudas a que busquen información por su cuenta | Fuente: Canva

Oportunidad y naturalidad

No obstante, hay que tener presente que, en ocasiones, no van a consultarnos a nosotros y acudirán a Internet o de las redes sociales para resolver sus dudas. Por eso, y como medida preventiva, lo saludable es adelantarnos y entablar conversaciones sobre estos temas con naturalidad para poder abrir en ellos un pensamiento crítico y propio con respecto a cuestiones que están de gran actualidad entre ellos.

Lo cierto es que las nuevas generaciones se están viendo inundadas por asuntos relacionados con la orientación e identidad sexual por todas partes: en series de televisión, cómics, videojuegos y redes sociales, y son permeables a una gran cantidad de información, pero no están lo suficientemente maduros para cuestionarla.

Claves para acompañar a nuestros hijos en su despertar a la sexualidad

Por todo lo explicado anteriormente, debemos acompañarlos en esta etapa, y para hacerlo, aconsejamos tener en cuenta los siguientes puntos esenciales:

1. La comunicación

Hablar con nuestros adolescentes es clave y, para hacerlo, estaremos atentos a las señales que nos envíen con respecto a cuándo y cómo tratar con ellos este asunto.

2. Asumir las dificultades de la adolescencia

Como hemos visto, las transformaciones corporales también vienen acompañadas de cambios cerebrales y a nivel social. Si los padres y las madres entendemos a qué obedecen y les ayudamos también a que los comprendan, todo será más fácil para ellos y para las familias.

3. Hablar en positivo

Hay que dar respuesta a sus preguntas sobre este asunto desde un punto de vista positivo, no solo centrado en los problemas que pueden tener (embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, situaciones de riesgo, de abuso o acoso). Estos últimos también son temas necesarios, pero pongamos el foco en que entiendan primero que la sexualidad debe ser algo sano, basado en el respeto mutuo y del otro, y que, ante todo, es indispensable que su cuerpo sea respetado y sus afectos, también.

4. Estar atentos y ofrecerles ayuda

En caso de que observemos cambios en su conducta que nos hagan intuir que está ocurriendo algo negativo con respecto a su sexualidad o a sus relaciones con otras personas, más vale abrir una conversación sincera y fluida sobre el asunto. Porque no hacer frente a una cuestión importante a estas edades de cambio sí que puede tener repercusiones, desde estar viviendo relaciones abusivas, a mantener relaciones sexuales no deseadas, que a menudo se llevan a cabo por la presión social del grupo, hasta situaciones de riesgo. La comunicación es clave para no llegar a estos extremos.

Diana Sánchez
Psicóloga y sexóloga
Psicologosentorrelodones.es