Los expertos inciden en la importancia de realizar una adecuada planificación de la alimentación y mantener los buenos hábitos.
En este sentido, Luján Soler, decana de CODINMA, recomienda una cesta de la compra en la que predominen productos de la dieta mediterránea “verduras, frutas y legumbres, y si son de temporada mejor, ya que son alimentos frescos, con más sabor y nutrientes, y se pueden encontrar a mejor precio. Así se contribuye a actuar una compra más sostenible y saludable y es la única forma de reducir la huella que deja en el medioambiente su traslado desde el cultivo hasta nuestra cocina”.
Con el verano, las frutas se hacen más apetecibles y jugosas, ya que tienen gran cantidad de agua. Además, la huerta se llena de hortalizas ideales para preparar ensaladas, gazpachos, sopas frías y verduras asadas.
Según el calendario publicado en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre las frutas y verduras de temporada, en estos momentos se pueden consumir frutas como albaricoque, arándano, cereza, melón, frambuesa, fresa, grosella, lichi, limón, mango, melocotón, melón, nectarina, plátano, entre otras. Por lo que respecta a las verduras, ahora es un buen momento para optar por el pimiento, el calabacín, la berenjena, la lechuga, el tomate, el pepino, la zanahoria, la judía verde y la cebolla. Es importante ingerir tanto las frutas como las verduras enteras y con piel, pues de esta forma se fomenta la masticación y se conservan sus propiedades nutritivas, especialmente el contenido en fibra.
También es prioritario planificar las comidas y menús diarios utilizando todos estos productos de temporada y evitando la improvisación, ya que si se cocina con antelación, cuando llegue la hora de la comida, no se elegirá lo primero que esté en la despensa o nevera. Otro de los consejos que aportan los nutricionistas es aprovechar el periodo estival, donde con el calor apetece comer más ligero, para descubrir nuevos alimentos de temporada que pueden hacer los platos más apetecibles.
