Tomar el sol inadecuadamente tiene riesgos muy altos. En España se diagnostican cada año alrededor de 74.000 casos de cáncer cutáneo no melanoma y 4.000 de melanoma, el menos frecuente pero con más capacidad de producir metástasis, según los datos ofrecidos por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). La mayor parte de estos se deben a hábitos de exposición inadecuados durante la infancia y juventud. Por tanto, es fundamental inculcar a los niños medios de protección apropiados para que los mantengan a lo largo de su vida.
Según datos del informe ‘Comportamientos de protección solar y percepción del riesgo de cáncer de piel en la población española’, de la Asociación Española contra el Cáncer, el 80 % de la población considera que está expuesta al sol únicamente durante las vacaciones y los días libres, no entre semana. Fuera de la playa y la piscina, las precauciones para evitar las radiaciones se reducen. De hecho, en días de verano, realizando actividades cotidianas al aire libre, tan solo el 42,2 % se aplica crema especial en la cara y el 20,4 % dice no utilizar ninguna protección.
Consejos útiles
Para que el sol no se convierta en un problema y podamos disfrutar de él de forma sana, hay que tomar algunas precauciones:
1. Utilizar una crema especial para los niños
Hasta los 14 años debemos emplear un producto específico para ellos, ya que su piel no es igual que la de los adultos y necesita mayores cuidados. Cubrir su cabeza con un gorro es una medida también recomendable, sobre todo para los más pequeños.
2. Tener en cuenta el tipo de piel
Las personas rubias o pelirrojas y de piel clara o pecosa son las que más atención deben poner, puesto que son más sensibles al sol y se queman con mucha facilidad. Pero no son las únicas.