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Psicología y salud mental

6 Ideas prácticas para comenzar una conversación con nuestros hijos

Conversación con los hijos
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 02.03.18

Mantener una conversación con nuestros hijos, puede resultar, en algunas ocasiones, complicado. Muchas veces no sabemos cómo comenzar a hablar con ellos o dejar de dar rodeos para hacer las preguntas que nos interesan. La comunicación en el seno familiar es uno de los grandes retos que tenemos que mejorar día a día y que hay que empezarlas cuanto antes.

Además, es una de las maneras más fáciles de transmitir nuestros valores a nuestros hijos. “La comunicación es una de las formas más eficaces de que la familia muestre a los niños y jóvenes los valores para enfrentar situaciones de riesgo y ponerlos a salvo de las malas influencias”, según confirmó un estudio científico realizado en cuarenta países europeos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).Conversación en familia

La importancia de la comunicación entre padres e hijos

En la convivencia familiar pueden surgir muchos conflictos que pueden acabar en incómodas discusiones. Para evitar estas situaciones límite que pueden acabar con roces y problemas, lo mejor es establecer una buena comunicación habitual en la familia. Las discusiones suelen minar las relaciones familiares y pueden ser un obstáculo para el futuro de nuestros hijos.

A veces incluso se producen por problemas de interpretación de momentos o palabras como con las amistades. Para no llegar a estas situaciones límite lo mejor es sentarnos todas las semanas e intentar solucionar los conflictos familiares con calma.

Ideas para mejor la comunicación en la familia

Si queremos mejorar la convivencia familiar, tenemos que esforzarnos en mantener una buena comunicación con nuestra pareja y nuestros hijos. Los niños necesitan que los escuchemos todos los días y que conozcamos sus problemas, preocupaciones y anhelos. La hora de la cena puede ser el momento adecuado para reservar un espacio para hablar todos los días. Otros consejos a tener en cuenta son:

1. Escuchar más que hablar

En lugar de acribillar a nuestros hijos con preguntas, lo mejor es hacerles solo una y esperar a que nos respondan. Tenemos que escuchar con tranquilidad y cuidado lo que nos está contando. Es importante tomarnos tiempo suficiente mientras ellos hablan para no precipitarnos. Tenemos que darles nuestra opinión porque los niños necesitan conocer lo que pensamos siempre, y debe ser una respuesta coherente, medida y útil.

2. No darle conferencias o discursos

Para establecer una buena comunicación con nuestro hijo desde pequeño no es una buena idea darle una conferencia o un largo discurso cada vez que nos cuenta algo. Los padres solemos aprovechar estos momentos para intentar convencer con nuestras palabras. Menos un rapapolvo por su comportamiento. Si lo hacemos, corremos el riesgo de que el niño desconecte o se cierre a cualquier conversación.

3. No minimizar los problemas 

Muchos de los conflictos surgen porque los adultos a veces creemos que nuestros problemas son más importantes que los de los niños. Nos parecen situaciones poco relevantes que tendrán una fácil solución. Pero para ellos son fundamentales para seguir con su vida. No darle importancia suele generar en nuestros hijos una falta de confianza en sí mismos. Si detectamos que tienen un dilema tenemos que sentarnos con ellos e intentar que nos lo cuenten.

4. Establecer una conversación de ida y vuelta

La comunicación será efectiva si logramos que la conversación sea de ida y vuelta. Nos preguntarán y nosotros contestaremos y al revés. No puede ser un monólogo o un discurso. Si nuestros hijos sienten que nos preocupamos por su problema, seguro que intentarán solucionarlo con nuestra ayuda.

5. Lanzar preguntas clave

Una buena idea es tener preparada una batería de cuestiones clave sobre temas que les interesan. Por ejemplo, les podemos preguntar: “Si pudieras tener superpoderes, ¿cuáles serían y por qué?”. Así descubriremos lo que les preocupa si nos fijamos en la razón por la que necesitan los superpoderes. Les podemos cuestionar sobre sus recuerdos, lo que les gustaría cambiar de su vida, sus objetivos e incluso sobre sus problemas. Otra buena idea es interesarse sobre la familia, los amigos, el acoso escolar, educación sexual o el consumo de tabaco o alcohol. Pero siempre buscando nos cuenten su opinión.

6. Enseñar el respeto mutuo

El respeto es un concepto abstracto que se puede enseñar con palabras muy simples. Por ejemplo, si les enseñamos a que presten atención cuando alguien les habla, tanto a aquello que les están diciendo como al lenguaje corporal y al contacto visual.

Si queremos establecer un clima de comunicación positivo en la familia, tenemos que buscar un momento diario para poder mantenerlo. Además, podemos seguir estos sencillos consejos y pensar en una serie de preguntas clave que nos ayuden a descubrir de forma indirecta cuáles son sus problemas y lo que les preocupa. Valorar sus opiniones y tener la intención de ayudarlos es el primer paso.