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7 Formas en que el Design Thinking puede ayudarnos a educar niños con recursos

El design thinking es un método que desde hace años se implementa en el mundo empresarial para obtener mejores resultados y conseguir proyectos innovadores. Pero, ¿y si nos proponemos llevar esta metodología a los más pequeños? Algunas escuelas ya lo ponen en práctica para fomentar la creatividad en el pensamiento infantil. Porque las edades tempranas son las mejores para inculcar nuevas formas de pensamiento.

Objetivo de design thinking

El objetivo del design thinking es llevarnos a pensar como un diseñador en el proceso de desarrollo de productos, servicios, estrategias y proyectos.  Aquí damos algunas técnicas para ayudar a nuestros hijos a tener un pensamiento innovador. 

1. Motivación

Padres y educadores tenemos en nuestras manos la posibilidad de motivar a los niños. Estimular a los más pequeños con actitudes creativas y conseguir que se motiven puede suponer la diferencia entre un niño proactivo y otro falto de interés. Por eso los padres podemos fomentar este pensamiento con pequeños desafíos que hagan discurrir a los niños cómo enfrentarse a ellos.

2. Probar, probar y volver a probar

El design thinking es un método que se basa en la escucha, la observación y la prueba constante. Hay tantas soluciones como alternativas seamos capaces de encontrar. Por eso, es importante animar a los niños a probar propuestas creativas. Solo con la prueba conseguiremos alcanzar la meta. No importa equivocarse. Los errores forman parte del proceso del aprendizaje.

3. Fomentar la empatía

Una de las bases del design thinking es la creación basada en las necesidades que tienen otros. Por ese motivo la empatía es fundamental en el desarrollo de este proceso de pensamiento creativo.

4. Trabajo colaborativo

Para fomentar este tipo de pensamiento tenemos que conseguir un trabajo en equipo constructivo. Todos tenemos algo que decir y debemos ser escuchados con respeto. El objetivo es dar lo máximo de cada uno. Las críticas deben ser constructivas en bien del trabajo común. Los adultos debemos ser los primeros en desterrar prejuicios sobre lo que un niño dice. Eliminemos de nuestro vocabulario la expresión “es una tontería” o nos arriesgamos a minar la creatividad por falta de comprensión. Anima a tus hijos a que experimenten la respuesta que han dado y que sean ellos mismos los que comprueben el error o acierto de su propuesta. De lo fallos se aprende mucho.

design thinking con niños

5. Buscar respuestas conjuntas

No trates de dar lecciones a tus hijos. Disfruta aprendiendo con ellos. Los padres y madres no tenemos que saberlo todo. Por eso, deja el rol de adulto y vuelve a ser un niño curioso que disfruta aprendiendo con su hijo. Tu hijo agradecerá que, junto a él, trates de descubrir aquello que no sabes.

6. Compartir y diseñar reglas en común

Si hacemos a los niños partícipes de las costumbres o normas familiares serán mucho más respetuosos con ellas. Haz que también ellos participen en la creación de ciertas pautas que ayuden a mejorar la convivencia familiar. Por ejemplo, establece con ellos los días y horarios que pueden utilizar el smartphone. De este modo no impones tu regla, sino que será la norma de todos, la que habéis consensuado en familia.

7. Resuelve los problemas de forma flexible

Cuando surja un problema míralo desde diferentes enfoques para abordarlo desde la perspectiva más sencilla y tratar de solucionarlo. Enseñar a los niños a hacerlo de este modo permite que consideren todas las variables y que puedan hacer predicciones sobre lo que podría suceder.

En cualquier caso el design thinking nos enseña que cada niño es diferente y que, lo importante, es llegar a conocer y comprender a la persona que tenemos frente a nosotros.

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