ConsejosPsicología y salud mental

Cómo detectar el maltrato físico en los niños

Según la Guía para el profesorado para la prevención y detección del maltrato infantil, elaborada por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, existen muchas formas de maltrato infantil: el maltrato físico, el abandono físico, el abuso sexual, el abandono emocional, el maltrato emocional, la explotación laboral o el abandono institucional. Todas ellas tienen consecuencias, aunque estas dependerán siempre de la edad o etapa evolutiva en que se encuentre el niño, además de la intensidad y prolongación de este maltrato al que sea sometido.

El maltrato físico, en concreto, se define como cualquier acción no accidental por parte de los padres o cuidadores que provoque daño físico o enfermedad en el niño o le coloque en grave riesgo de padecerlo. Este tipo de maltrato es más frecuente en niños de edades más cortas, observándose más en la Educación Infantil y primeros ciclos de Educación Primaria.

Indicadores físicos en el menor

Entre los indicadores que nos pueden alterar de que un niño está siendo maltrato físicamente, están los siguientes:

  • Lesiones cutáneas, como magulladuras o moratones en diversas zonas del cuerpo, quemaduras, heridas o raspaduras, señales de mordeduras, cortes o pinchazos.
  • Lesiones óseas, tales como fracturas de distintos huesos, y en el caso de un niño menor de dos años, cualquier fractura, torcedura o dislocación.
  • Lesiones internas, que pueden ser abdominales, oculares, viscerales o neurológicas, y otras lesiones como asfixia o ahogamiento, intoxicaciones no accidentales (por ingestión de sustancias químicas, medicamentos, etc.).

Indicadores conductuales en el menor

Si el niño está sufriendo maltratos físicos, es posible que puedan alertarnos conductas como estas:

  • Receloso con respecto al contacto físico con adultos.
  • Parece tener miedo de volver a casa.
  •  Muestra conductas extremas y contradictorias: agresividad o retraimiento.
  •  Se siente rechazado y con baja autoestima.
  •  No quiere desnudarse ante otros y va excesivamente vestido.

Indicadores de los adultos responsables

También podemos observar la presencia de algunos de estos indicadores en los padres, cuidadores o tutores de los niños:

  • Utiliza una disciplina severa, inapropiada para la edad, falta cometida o condición del niño.
  • No da explicaciones con respecto a la lesión o éstas son ilógicas, no convincentes o contradictorias, e intenta ocultar la lesión o proteger la identidad del responsable.
  • Percibe al niño de manera significativamente negativa (malo, perverso, etc…).
  • Abuso de alcohol o drogas.

Factores de riesgo asociados con el maltrato físico

Entre los factores de riesgo asociados al maltrato físico infantil se encuentran los siguientes:

  • Historia de maltrato físico infantil en los padres.
  • Ausencia de apoyo social
  •  Mayor frecuencia en familias monoparentales.
  • Presencia de una figura paterna masculina sin relación biológica.
  • Alteraciones psicopatológicas en los padres: alcoholismo y toxicomanías, alteraciones psicológicas, baja autoestima, déficit neuropsicológico.

Cómo y cuándo intervenir

Los criterios para poder afirmar que ha existido maltrato físico serían al menos la presencia de un indicador en el niño y que esas lesiones no sean previsibles en la edad del mismo.

También podría darse la circunstancia de no haber percibido ninguna señal pero tener una certeza clara de que ha sucedido, pudiendo, por ejemplo, haberlo expresado abiertamente el maltratador o la víctima.

El maltrato físico puede obedecer a distintas situaciones, que requerirán una intervención diferente. Puede deberse a castigos físicos que los padres consideran como métodos de educación, a situaciones de claro rechazo al niño, a descontrol de los adultos provocado por una situación de presión ambiental grave o a situaciones extremas de perversión y sadismo.

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