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Psicología y salud mental

Trucos para acostar a los niños cuando normalmente no lo hacemos

dormir niño
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 03.01.18

Seguro que en alguna ocasión habéis tenido que dejar a los niños al cuidado de algún familiar o amigo. A la hora de acostarse algunos niños están acostumbrados a una rutina diaria y un mínimo cambio puede suponer un problema a la hora de acostar a los niños.

En la familia cada uno suele tener un rol. Por ejemplo el padre hace la cena, la madre les baña y el padre les cuenta una historia para dormir. La rutina es buena para nuestros hijos porque le ayuda a mantener un orden en su vida. Pero crea un hábito en los niños y el día que el padre o la madre no les puede acostar suele crearse un conflicto difícil de solucionar.

Incluso cuando se ocupan los padres, los niños suelen tener dificultades para dormir. Frases como ¡No me quiero ir a dormir! ¡Tengo sed! Quiero ir al baño! ¡Enciende una luz que tengo miedo a la oscuridad! son habituales en muchas familias todas las noches. Resulta complicado que nuestros hijos se vayan a dormir voluntariamente y sin una rutina. Esta suele funcionar si se repite todos los días por la persona que les acuesta.

acostar niño

La importancia del sueño para nuestros hijos

El sueño es básico para la salud y la estabilidad de nuestros hijos. Los trastornos del sueño son muy frecuentes en niños, del 25 al 84% tiende a aparecer en la infancia temprana, durante un periodo que puede alcanzar hasta los 3 años de vida. “La importancia de dormir bien radica en el buen desarrollo infantil, ya que durante la noche tienen lugar cambios de las funciones corporales. Se originan actividades de gran trascendencia para el equilibrio físico y psíquico, se producen modificaciones hormonales, bioquímicas y metabólicas imprescindibles para el buen funcionamiento durante el día. Y a nivel psicológico, se dan cambios funcionales también importantes, como la regeneración de procesos mentales, el aprendizaje y la consolidación de la memoria a largo plazo…”, explican en el estudio Aprender a dormir.

Por lo tanto es importante que el niño aprenda a dormirse sin la canción de cuna que le canta su madre o la historia que le cuenta su padre todas las noches. La dificultad a la hora de acostar a un niño aumenta si la persona que se encarga no lo puede hacer por una enfermedad o lesión. El niño no suele entender que su padre por ejemplo esté en casa y que no vaya a acostarle como todas las noches. Si el padre está de viaje fuera de casa, el niño lo aceptará más fácilmente. Normalmente cuando nuestros hijos van creciendo empiezan a entender las situaciones y se suelen adaptar a los cambios a la hora de dormir.

acostar niñoCómo acostumbrar a nuestro hijo a aprender a dormir

Nuestros hijos deben acostumbrarse a irse a la cama sin la ayuda de una tercera persona. Pero ya sabemos que esto es muy complicado lograrlo de un día para otro. Si otra persona nos va a sustituir en esa tarea por un día o dos tiene que conocer las rutinas de sueño de nuestros hijos que suelen durar de 30 a 60 minutos. Os vamos a dar varios consejos útiles para que no haya ningún problema cuando otra persona se quede en casa con nuestros hijos.

1. Preparar a nuestro hijo para el cambio

A nuestros hijos no les gustan las sorpresas ni los cambios. Lo mejor es el día anterior le contemos que vamos a tener que hacer algo ineludible y que vendrá a quedarse con ellos y acostarles su tía o una vecina. Si espera que otra persona le va a cuidar al día siguiente no se sorprenderá y lo aceptará más rápido.

2. Enseñar las rutinas

Una buena idea es contarle a la persona que nos va a sustituir cuál es la rutina que hacen nuestros hijos antes de acostarse. Como se trata de la misma que realizan los padres considerarán que nada ha cambiado y se dormirán sin sorpresas. Además hay que preparar a nuestros hijos el día anterior para el cambio de la próxima noche.

acostar a un niño3. Un cuadro explicativo

Podemos crear un cuadro con dibujos sencillo sobre lo que suelen hacer los niños antes de acostarse y pegarlo en la nevera o en algún lugar visible de la casa. Los niños recordarán el orden y esperarán la misma rutina aunque no estén en casa sus padres. Además si lo hacemos con dibujos explicativos lo podrán comprender aunque no sepan leer todavía. Podemos dibujarlo como un cómic con viñetas con diferentes dibujos. Por ejemplo un libro para la hora del cuento, un cepillo de dientes, un abrazo y una bombilla. Dibujos simples pero muy explicativos.

4. Marcar un horario

Además de la rutina es importante establecer horarios y límites. Nuestros hijos tienen que acostarse a la misma hora de todos los días. Además hay que evitar que comiencen a hacer travesuras, correr o saltar encima de la cama por ejemplo. Si lo hacen romperán la rutina y será más difícil que se duerman con tranquilidad.