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Psicología y salud mental

Claves para ayudar a niños con alta sensibilidad

Alta sensibilidad
Fuente: Canva
Sapos y Princesas
Sapos y Princesas
Fecha de actualización: 20.07.17

Puede que tu hijo sea extrovertido y abierto, o reservado y tímido, pero si es una persona con exceso de empatía y le afectan más las cosas de lo normal, es posible que estés ante un niño con alta sensibilidad (NAS). Alrededor de un 20% de la población mundial es altamente sensible, aunque la mayoría lo desconoce. Y, en el caso de los menores, es muy probable que provengan de familias donde uno de sus miembros también lo es.

Lo que caracteriza a los niños con alta sensibilidad es que perciben y reaccionan ante pequeños detalles que la mayoría pasamos por alto. Ese gesto que hiciste cuando le decías adiós en la puerta del colegio, el compañero que no le saludó por la mañana, aquel niño que se cayó y al que corrió a ayudar mientras el resto seguía jugando. Detalles que pueden ocasionar un sufrimiento en los menores si no somos capaces de encauzar este rasgo de personalidad. 

¿Cómo escuchar a un niño introvertido o sensible?

Sin duda a los padres y educadores nos preocupa cómo identificar lo que ocurre en su mente y cómo podemos ayudarle. La psicóloga Manuela Pérez, investigadora experta en Neurosensibilidad, nos da tres consejos.

1. Establecer un espacio de apertura sin juicios para que el niño exprese sus inquietudes

Si el menor percibe que es un lugar seguro donde puede contar sus sentimientos e historias sin ser juzgado, esto facilitará su confianza en nosotros y nos abrirá la puerta de su mundo emocional.

2. Estar en contacto con él

En este caso no es solo fundamental la actitud sin juicio sino que además el espacio físico debe ayudar. Estar cerca, mejor a su misma altura y prestar toda la atención acompañando con la mirada y evitando cualquier otra distracción. En ese momento el niño sentirá que estamos para él y que todo cuanto le ocurre nos afecta.

3. Entregarle un firme amor incondicional

No basta con que lo sintamos así, debemos verbalizarlo. Sabemos que todos, y en especial los menores, necesitamos escuchar expresiones como “te quiero”, “me gustas como eres”, “me lo paso bien junto a ti”. No cuesta tanto y es solo cuestión de practicar.

Alta sensibilidad
Alrededor de un 20% de la población mundial es altamente sensible | Fuente: Canva

Lo importante es, si detectamos que nuestro hijo es altamente sensible, mostrarle unas herramientas básicas para que su desarrollo sea equilibrado. Aquí te damos algunas pautas para ello: 

1. Convive con sus emociones

En ocasiones los niños con alta sensibilidad pueden llegar a frustrarse porque no saben cómo canalizar sus emociones. Ayúdalo con técnicas de respiración, relajación o mindfulness.

2. Atiende sus necesidades

Necesitan que les prestemos una atención especial. Por eso, demandan más atención cuando tienen un problema. No tengas prisa, escucha lo que tiene que decirte.

3. Ayúdalo a mostrar sus sentimientos

Poner nombre a los sentimientos es necesario para que los niños conozcan qué es lo que les pasa. Haz que exprese el motivo que le ha llevado a sentirse triste o enfadado para intentar descubrir lo que le pasa. Realiza esta tarea sin prisa, dándole el tiempo que necesita para trasladar a palabras aquello que siente.

4. Compréndelo

La empatía es fundamental para abordar el trabajo con los niños con alta sensibilidad. Tenemos que intentar ponernos en su lugar y, en ningún caso, ridiculizar las reacciones como la ira o el llanto. Tenemos que dejar que se tome el tiempo que necesite para calmarse y, una vez que lo haya conseguido, intentar explorar la causa de su dolor.

5. Enséñale a perdonar

Aunque en ocasiones pensemos que está alterado por cosas sin importancia, no lo son para él. Muéstrale que el camino para que sus sentimientos no generen una herida interna es el perdón. Los padres debemos mostrar cómo pueden mejorar, a través de esta herramienta, el disfrute de sus experiencias.