ConsejosPsicología y salud mental

5 Preguntas que todos los padres nos hacemos sobre el acoso escolar

Desde las primeras etapas de la vida de nuestros hijos es imprescindible trabajar en la educación emocional dentro del hogar y en la creación de un canal de comunicación y de confianza, pues los valores familiares inculcados influyen en los niños desde su primera infancia.

Algo muy importante a tratar con ellos desde pequeños es el acoso escolar, un tema que, por desgracia, está continuamente en los medios de comunicación y es actualidad.

La prevención de la violencia desde el hogar familiar también forma parte de esta ecuación a resolver relacionada con el acoso escolar.

Hoy en día nos encontramos en un momento de cambio dentro del ámbito escolar. Los colegios se están dotando de defensas culturales apropiadas, tanto psicológicas como materiales para prevenir. Sin embargo, la labor en la educación de nuestros hijos no está supeditada a la escuela, sino que también desde casa debemos ayudar a que el ideario educativo del colegio sea bastante parecido al de la familia. La prevención de la violencia desde el hogar familiar también forma parte de esta ecuación a resolver relacionada con el acoso escolar, pero son muchas las dudas y miedos a los que nos enfrentamos los padres cuando el bienestar de nuestros hijos está en juego:

¿Cuánto cuesta prevenir el acoso escolar?

Depende de cómo llega la llamada de aviso, si llega desde casa, desde la escuela o bien desde terceras personas. Una anécdota real que os podemos contar fue cuando una madre se enteró por su hijita que sus compañeritas en la escuela la llamaban gafotas. La niña le contaba a su mamá triste y enfadada lo acontecido por una discusión entre ellas. La madre preguntó, indagó y por suerte para ella fue la primera vez que había ocurrido. En un par de horas se sentó frente al ordenador y escribió un email al tutor-orientador de la niña de su colegio explicando ese comportamiento grupal de 5 amiguitas en contra de su hija. Por la noche se lo contó a su marido. Al día siguiente hizo una llamada personal al móvil del orientador— tutor donde envió el email ¡y ya está! En menos de 24 horas se pone en alerta al colegio. En menos de una semana el colegio pone en marcha el plan de prevención, que en este caso solo fue necesaria una charla con toda la clase de la niña y sus amigas. Ha costado amor, preocupación, responsabilidad y superación del miedo parental y colegial, y por último ¡una agradable charla con los niños!

¿Por qué es tan difícil dar la voz de alarma?

Por un fenómeno emocional. Muchas veces no podemos pensar, nos cuesta reaccionar, tenemos miedos… Un número importante de adultos son personas introvertidas (aunque de carácter afable) y poseen un alto grado de protocolo social de tipo cuidar las formas, el excesivo respeto de no me voy a meter donde no me llaman. Pero también existe un tema cultural propio de esta época de nuevas tecnologías, lo que denominamos la inercia emocional por el desarrollo tecnológico y el mercado de las telecomunicaciones (en sentido peyorativo).

El bullying no entiende de distinciones sociales o de sexo, el bullying hace su presencia en casi cualquier contexto y se trata de un fenómeno grupal y social

En este último nos brindan placeres y satisfacciones para todos los gustos y exigencias, la mayoría de las veces cargados con una excesiva publicidad con el afán de vender, mercadear, comercializar. Todos estos inventos de nuestra época moderna provocan fácilmente emociones sin ningún esfuerzo creativo (en épocas anteriores leer, pintar y/o dibujar implicaban cierto esfuerzo por parte del autor). Esta pasividad consumista, el esforzarse por aprender con el mínimo esfuerzo posible, trae consecuencias dañinas a la psique de los niños. El niño no tiene nada que hacer, solo ver la tele, conectarse a internet, jugar con la videoconsola y, en muchas ocasiones, dentro del mundo virtual se banaliza la violencia.

Es prioritario hacerle ver que no es culpable de lo que le está pasando y que tiene todo el apoyo de la familia.

El acoso escolar, ¿está limitado a la víctima y a su acosador o se puede considerar un fenómeno grupal y social?

El bullying no entiende de distinciones sociales o de sexo, el bullying hace su presencia en casi cualquier contexto y se trata de un fenómeno grupal y social. “No hay centros que sean más conflictivos que otros, pero sí aulas más problemáticas que otras”. (Consejero de Educación Rafael van Grieken). Por tanto, para prevenir es necesaria la intervención con el grupo-clase completo y las relaciones e interacciones que surgen entre todos ellos.

¿Cómo pueden actuar unos padres que cuyo hijo puede ser víctima de maltrato?

En primer lugar, reaccionando con calma, colocándose en el lugar del hijo e intentando entender sus comportamientos; es prioritario hacerle ver que no es culpable de lo que le está pasando y que tiene todo el apoyo de la familia. A continuación es muy importante ponerse en contacto con el centro educativo para alertar de lo que está ocurriendo y ofrecer cooperación de cara a la resolución de los hechos y, por último y si fuera necesario, contemplar la posibilidad de hablar con profesionales del campo psicológico y psicopedagógico.

¿Cómo deben actuar unos padres si su hijo es acusado de acosador?

En primer lugar, es importante investigar el porqué de esa acusación y hablar con los profesores. Otra recomendación apropiada es acercarse más a los amigos de su hijo y observar qué actividades realizan. Todo esto tiene como base el establecimiento de un canal de comunicación y confianza con el hijo («Escucha Activa»).

Ana Roa García
Psicopedagoga, consejera de Nascia y autora del libro ¡Vive la Vida!

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