ConsejosAlimentación en familia

6 Consejos prácticos para conseguir disfrutar de las cenas familiares

Cenar juntos todos los días es una de las mejores formas para fomentar la comunicación en la familia. Si lo establecemos como costumbre, lograremos marcar un momento diario para conectar con nuestros hijos. Podremos compartir con ellos nuestros problemas y los suyos. Una hora solo para la familia.

Los beneficios de comer o cenar en familia son innumerables. “Las comidas familiares se asocian con valores positivos en la juventud, mayor dedicación al aprendizaje, esfuerzo, solidaridad y cooperación con los más débiles”, explican Beatriz Beltrán de Miguel y Carmen Cuadrado Vives en el estudio Comer en familia: una costumbre saludable y gratificante. Además las comidas familiares pueden tener un impacto positivo en el desarrollo intelectual de los niños y en la adquisición de vocabulario de los más pequeños.

Incluso en este estudio se señala que los niños que regularmente disfrutan de comidas familiares generalmente también están en mejor forma física, tienen menos probabilidades de estar deprimidos y de tener en la adolescencia problemas relacionados con el alcohol o las drogas. Además las comidas en familia constituyen la base para elaborar los recuerdos de alimentación que se forman en la infancia y que perduran a lo largo de la vida, recogiendo las experiencias sensoriales que intervienen en la alimentación como el tacto, el gusto, el olfato, el oído y la vista.

Cenar en familia ayuda a crear en los niños hábitos saludables desde pequeños y a preferir la comida casera a la rápida.

Cómo disfrutar de la cena en familia

Establecer una hora en el día para comer todos juntos es beneficioso para toda la familia pero hay que establecer ciertas reglas para obtener un buen resultado. Cenar en familia ayuda a crear en los niños hábitos saludables desde pequeños y a preferir la comida casera a la rápida. Os vamos a dar cinco consejos  prácticos así las cenas en familia tengan éxito.

1. Un menú familiar

Una buena idea es hacer una reunión semanal para hacer el menú de las cenas. Cada miembro de la familia puede proponer un plato y se puede negociar un menú equilibrado y saludable. Ese calendario se puede escribir y colgar en la nevera para que todos lo tengan en cuenta. Así lograremos no repetir platos y planificar con tiempo las cenas familiares. Otro día de la semana, por ejemplo el sábado, se puede ir a la compra en familia para implicar a los niños en la adquisición de los alimentos. ¡Seguro que les encantará!

2. Dividir las tareas

Además debéis involucrar a los niños en las tareas familiares como poner o quitar la mesa. Podemos hacer turnos para que unos días de la semana les toque a unos y otros días a otros. Los más pequeños pueden poner las servilletas o los trozos de pan. Aunque no nos lo parezca es importante que nuestros hijos vayan teniendo desde pequeños tareas en la casa. Les ayudará a ser más responsables y organizados en el futuro. También podemos involucrar a los niños en la elaboración de los platos en la cocina. Seguro que disfrutarán amasando, mezclando o batiendo. ¡No lo dudes!

preparar cena familiar

3. Una cena tranquila

Lo primero que tenemos que eliminar de la mesa son los teléfonos móviles. Durante esa hora u hora y media que dure la cena debemos apagar también la televisión. Si queremos establecer comunicación con nuestros hijos no podemos estar atendiendo a la televisión o las llamadas. Tampoco debemos dejar la televisión como ruido de fondo porque dificultará la comunicación y nos pondrá nerviosos. Tenemos que estar tranquilos y disfrutar de la cena familiar hablando de los problemas que hemos tenido en la jornada.

4. Una cena informal

Se trata de cenar en familia y todos tenemos que estar cómodos por lo que todos podemos estar en pijama o chándal. Nada de formalidades. Los platos, los vasos y los cubiertos pueden ser de plástico y las servilletas de papel. Debemos elegir un menú también ligero sin platos pesados que puedan causar una dificultosa digestión por la noche. Pero tampoco podemos permitir que nuestros hijos se peleen en la mesa o que jueguen con la comida. Debemos marcar unas reglas de comportamiento desde el principio.

5. No estresarse con los más pequeños

A los más pequeños tenemos que servirles porciones pequeñas y ayudarles sin interrumpir la conversación de sus otros hermanos. Intenta que no se conviertan en los protagonistas de la cena. Si uno de los niños es un comedor conflictivo hay que intentar aprovechar esas cenas familiares para que pruebe alimentos que disfrutar sus hermanos sin agobiarle ni obligarle. No podemos convertir la cena familiar en una lucha constante.

6. Mantener la conversación

Tenemos que pensar antes de la cena en temas interesantes de conversación como hablar de lo que les ha ocurrido hoy en el colegio o de lo que está pasando en el barrio o en el mundo. Los padres debemos mantener el ritmo de la conversación e ir sacando temas que les pueden interesar. No podemos dejar en ningún momento que se convierta en una cena silenciosa o incómoda. Nuestros hijos deben sentirse lo suficientemente cómodos para poder aprovechar ese momento para contar sus problemas o preocupaciones.

Ver más
ConsejosAlimentación en familia
×