El Jardín de Ayora, del siglo XIX, cuenta con un estilo variopinto, muy ecléctico, con zonas de diseño libre y otras de tinte más romántico. Los árboles centenarios que viven en él proporcionan innumerables sombras y dotan al espacio de gran majestuosidad.
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Jardín de Ayora
Este maravilloso espacio verde ha sufrido muchas modificaciones a lo largo de los años y, actualmente, se pueden contemplar varias secciones muy diferentes entre sí. La primera de ella es la parte del jardín que rodea el Palacete, y que conserva los árboles originarios de este espacio verde. La segunda está formada por un espacio rectangular, donde se ha instalado un área de juegos infantiles y donde se pueden contemplar especies como naranjos, limoneros, falsas acacias, plátanos y una grandísima hiedra que cubre los muros.
La tercera sección del jardín es la más amplia, y está formada por un extenso rectángulo cerrado por muros de ladrillo y puertas de hierro forjado, donde se pueden ver varias pérgolas en la rosaleda, bancos de obra recubiertos de cerámica y una fuente pública de hierro fundido que data de principios de siglo.
El Jardín de Ayora cuenta con una gran variedad de flora, y el visitante podrá contemplar ejemplares muy diversos entre los que se encuentran acacias y falsas acacias, eucaliptos, pinos canadienses, palmeras, limoneros, naranjos, ficus, hibiscos, adelfas, alteas, mimosas, bambúes, buganvillas, rosales, cactus y muchas más.
La última parte del parque, la más moderna, es una ampliación que se ha realizado a raíz de la inclusión de la nueva parada de metro en la que se han incorporado nuevos elementos como una piscina cubierta, una nueva zona de juegos infantiles, área de deporte y un extensísimo paseo central.
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