La piscina natural Charco de la Araña está situada en la zona del puerto de la localidad de Silos, en Tenerife, junto al Complejo Turístico de las Piscinas Municipales. Actualmente, este nombre hace referencia tanto a la zona de la playa como a la de la piscina natural.
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Charco de la Araña
La particularidad de este charco es que aparece cuando la marea está baja y desaparece cuando sube, dato a tener muy en cuenta para saber a qué hora se puede visitar. Es el lugar perfecto para conectar con la naturaleza, bañarse en sus aguas cristalinas y practicar deportes como el snorkel.
La playa en la que se encuentra el charco es pequeña, de unos 150 metros de largo por 15 de ancho. Se trata de una cala de piedras, y soporta un oleaje moderado. Debido a que es una zona semiurbana, cuenta con una zona de aparcamientos, aseos, duchas y vestuarios. En verano, la Cruz Roja patrulla la zona con lancha de verano. Muy cerca se pueden encontrar comercios, restaurantes y teléfonos públicos.
Consejos prácticos
Una de las recomendaciones básicas para visitar esta playa de piedras y rocas, así como su piscina natural, es llevar escarpines o calzado tipo cangrejera para evitar lesiones en los pies. Con fuerte oleaje está prohibido utilizar la piscina natural, ya que puede ser muy peligroso para los bañistas.
Si se visita la zona con niños, se debe estar muy pendiente de la marea y del nivel de agua del Charco de la Araña.
Hay que recordar que el paisaje de los Acantilados de la Culata, en el que se encuentra la piscina, son espectaculares, y que en el paseo que bordea la playa se puede ver el impresionante esqueleto natural de una ballena Rorcual Boreal. Esta escultura se ha convertido en un tributo a los cetáceos que se pueden ver en aguas canarias.
Otros charcos de Tenerife
Si vamos a estar tiempo en la isla y queremos visitar otros charcos o piscinas naturales, aquí os dejamos algunas recomendaciones para que las tengáis en cuenta.
El Caletón en Garachico es una piscina natural muy conocida, y en temporada alta suele estar muy llena. Está perfectamente acondicionada, y tiene también una cómoda zona con solárium. Parte de su atractivo residen en que esta zona se formó con la última de las erupciones volcánicas de la isla, la del Trevejo o Arenas Negras en el año 1706, que sepultó el antiguo puerto ganando, además, terreno al mar.
El Charco de La Laja está ubicado en el municipio norteño de San Juan de la Rambla. Está muy valorado por los tinerfeños, y tiene un pequeño sendero de escaleras que desciende hasta la propia piscina natural, que siempre sorprende por su tamaño y por la belleza del entorno que lo rodea. En este no hay ni restaurantes ni bares, por lo que es aconsejable llevar comida.
El Charco del Viento está ubicado en La Guancha, un poco escondido, por lo que no hay demasiados turistas. Se trata, por lo tanto, de un lugar ideal para relajarse y desconectar en sintonía con la naturaleza. Es un charco bastante amplio y cuenta con dos áreas de baño, además de ser una buena zona para practicar snorkel.
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