El antiguo ferrocarril remolachero de Arganda es hoy la Vía Verde del Tajuña, que discurre junto al río por un apacible paisaje de vegas. Esta crucial pista acerca pueblos de ricas tradiciones y supone un verdadero escape desde la ciudad hacia el entorno rural de los paisajes de la Comunidad de Madrid.

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Vía Verde del Tajuña

La Vía Verde del Tajuña discurre entre los municipios madrileños de Arganda del Rey y Ambite por el antiguo trazado de los trenes remolacheros.

La senda está asfaltada en prácticamente todo su recorrido y tiene una longitud de 49 km en total más 4,3 que van desde el metro de Arganda del Rey a la estación del Museo del Ferrocarril. Su fácil tránsito permite dar bonitos paseos, hacer rutas de senderismo más extensas e incluso rutas en bicicleta. Al estar asfaltada puede ser utilizada tanto por carritos de bebés como por sillas de ruedas.

Si decidimos adentrarnos en este curioso recorrido, podremos contemplar el valle y el bosque de la ribera del Río Tajuña, las imponentes paredes de yeso que surgen entre Perales y Tielmes y el fabuloso Parque Regional del Sureste.

En cuanto al patrimonio cultural que puede visitarse en toda esta amplia ruta se encuentra el Museo del Ferrocarril de Arganda, los restos del Castillo de Perales e incluso las Cuevas Trogloditas del Palacio de Ambite.

Recomendaciones

Es una ruta muy extensa que no puede realizarse en toda su longitud con niños pequeños, pero sí que se pueden elegir diferentes tramos, más cortos, para caminar en familia. Uno de los más frecuentados, sin duda, es el que sale del Museo del Ferrocarril de La Poveda, en Arganda del Rey.

Esta senda puede ser transitada todo el año, pero en verano se aconseja evitar las horas centrales de día, pues buena parte de ella no cuenta con sombra.

Museo del Ferrocarril de la Poveda
Museo del Ferrocarril de la Poveda | Fuente: Vías Verdes Accesibles

Más en Arganda del Rey

Arganda cuenta también con relevantes monumentos históricos. Especial mención tiene su Iglesia de San Juan Bautista, construida a finales del siglo XVII, con su característica torre de 57 metros de altura adosada al muro occidental un siglo más tarde.

La Casa del Obispo Sancho Granado, cercana a la Iglesia de San Juan Bautista, es la única casa solariega conservada de las varias que hubo en el casco histórico. Se trata de la Casa de D. José Sancho Granado, obispo de Salamanca desde 1729 a 1748. Data del  siglo XVIII y presenta fachada típica barroca con frontón partido, rematado por el escudo nobiliario de la familia. Frente a esta casa se encontró el hogar de la madre de Cervantes, donde según apuntan diferentes estudios cervantinos, habría nacido el más ilustre escritor de nuestras letras.

Casa del Obispo Sancho Granado
Casa del Obispo Sancho Granado | Fuente: Ayto de Arganda del Rey

También destaca la Casa del Rey, un palacete de finales del Siglo XVI muy vinculado a las cortes de Felipe II y Felipe III. Un siglo más tarde, con la instalación de la Compañía de Jesús en el municipio, los monjes la convirtieron en casa de labranza y añadieron la bodega, que llegó a ser la más importante de la Comunidad de Madrid. Desde entonces y hasta ahora, si hay algo que define a este municipio es su tradición vinícola.

En sus inmediaciones se encuentra la Ermita de la Soledad, edificio barroco del siglo XVII donde se venera la imagen de la virgen que lleva su nombre. La talla de la virgen, que fue realizada por el escultor José Ginés en 1810, levanta grandes pasiones entre sus devotos.

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