Una de las rutas más bonitas de Cazorla, y la más visitada en el parque natural, es la Ruta del Río Borosa. Concretamente, la parte de la Cerrada de Elías, que destaca por sus bonitos paisajes durante todo el año.
No te olvides de la cámara de fotos para inmortalizar las vistas. Igual que tampoco puedes dejar de llevar una botella de agua para hidratarte y algo para picar y reponer fuerzas. El calzado y la ropa deben estar adaptados a la actividad que vas a realizar.
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Ruta del río Borosa
La ruta es bastante larga, unos 21 km ida y vuelta que se pueden acortar cuando uno quiera. La ruta comienza en la piscifactoría de truchas, que se nutre de las aguas de este río, y los primeros pasos se dan por una ancha pista forestal que discurre pegada al río por su margen izquierdo. A partir de aquí, y en todo el recorrido, podrás disfrutar del sonido del agua y de las inmensas pinadas y vegetación riparia.
El río Borosa es un pequeño afluente del río Guadalquivir, que nace en la Sierra de Cazorla, Jaén. Se encuentra dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa.
Este tramo es el menos espectacular de la ruta, pero pronto llegas a la Cerrada de Elías. Es, con diferencia, una de las partes más bonitas del recorrido. Se trata de un encañonamiento del río por donde discurre una antigua senda de pescadores de gran riqueza geológica, vegetal y visual.
Además, puedes encontrar una especie vegetal curiosa y propia de la Sierra de Cazorla. Se trata de una planta carnívora cuyas hojas están recubiertas de una grasilla que atrapa a los insectos para obtener nutrientes de estos, que en el medio no abundan.
De vuelta a la pista forestal
Una vez sales del cañón, vuelves a la pista forestal que dejaste antes de entrar y el camino empieza a hacerse más duro. Hasta ahora, el recorrido era llano y te ibas resguardado entre la vegetación. Pero ahora no hay sombras y el desnivel empieza a notarse cada vez más hasta que llegas a la Central Eléctrica del Salto de los Órganos (a unos 7 km del inicio de la ruta).
Aquí podrás refrescarte en la fuente para poder seguir el camino. Todavía te queda lo peor, ya que el desnivel ya empieza a ser fuerte; y lo mejor; ver las pozas, cascadas y el final de la ruta.
Mucha gente termina la ruta aquí. De hecho, hay un cartel de fin de ruta, pero puedes seguir ascendiendo hasta el Salto de los Órganos. Es el mayor salto de todos, con una altura de 60 metro que te dejarán sin habla. Ahora el camino es mucho más complicado y el desnivel más acusado.
Si todavía te quedan fuerzas y ganas de seguir hasta el final, no te pierdas la Laguna de Aguas Negras. Se encuentra en la parte de arriba de la cascada del Salto de los Órganos. Tendrás que ascender vertiginosamente por un camino que queda a la izquierda de la cascada, atravesar unos túneles y llegarás a la laguna. Aquí tendrás varias opciones: seguir hasta el nacimiento del Borosa (300 metros más) o hasta la laguna de Valdeazores (1 km más).
Siendo el mismo camino de ida y de vuelta, en cualquier momento puedes deshacer tus pasos. Además, hay espacios en los que puedes realizar paradas para comer o descansar.
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