Llívia es una localidad española perteneciente a la provincia de Gerona, en la comunidad autónoma de Cataluña, que está rodeada totalmente de territorio francés y a 6 km de la frontera internacional con España en Puigcerdà.

Llama la atención por sus construcciones medievales, donde lo antiguo y lo moderno se entremezclan para darle un particular encanto a este pequeño pueblo catalán. Considerado uno de los pueblos mejor conservados de España y de Europa, no está lejos de Barcelona, por lo que es una muy buena opción para realizar una excursión en familia. Esta villa está construida por callejuelas empedradas, palacetes barrocos, casas de montaña y construcciones medievales.

Qué ver en Llívia

Farmacia Esteve

La Farmacia de Llívia, una de las más antiguas de Europa, ya existía en 1415. Uno de los primeros propietarios fue el boticario Jaume Esteve y la farmacia se mantuvo en la familia durante 23 generaciones. En 1942, León Antonio Esteve la cerró y legó la custodia al ayuntamiento. Desde 1981 los materiales de la farmacia, así como el mobiliario, instrumentos de laboratorio, forman parte del Museo Municipal de Llívia. Se conservan el mobiliario, instrumentos de laboratorio, preparados e incluso tarros de cristal del siglo XIX.

Castillo de Llívia

El castillo de Llívia se encuentra en la cima de una colina, desde donde se puede controlar visualmente el conjunto de la llanura ceretana, razón por la cual ha sido desde la antigüedad un lugar de gran valor estratégico. Se levanta unos 1.330 metros sobre el nivel del mar y a sus pies se alza la villa de Llívia. Actualmente, los restos del castillo se consideran Patrimonio Cultural Catalán y Bien Cultural de Interés Nacional.

Llívia
Castillo de Llívia | Fuente: Museo Municipal de Llívia

Forum de Iulia Libica

El Foro de Iulia Libica es un yacimiento situado en lo alto del pueblo, junto a la iglesia y el museo, y que constituye el antiguo edificio administrativo, religioso y político de la antigua ciudad romana de Iulia Libica, el precedente de Llívia. Construido en el siglo I ac todavía está en proceso de excavación. Encontramos en medio del recinto el templo, y en el ángulo nororiental la puerta de entrada, la exedra, el pórtico y varias salas con funciones administrativas y políticas.

Fue probablemente construido en el Siglo I d.C., y entre sus ruinas se han encontrado vasijas, utensilios y monedas acuñadas de Julio César, Tiberio y Claudio. Por el momento es el único foro romano encontrado en los pirineos.

Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

Construida en el siglo XVI con una Pila Bautismal que data del siglo XII, lo más notable de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles es que posee tres torres que tienen oberturas de defensa típicas de la época.

Fiestas patronales

Fiesta del castillo

Esta fiesta local se celebra el 12 de mayo y conmemora la donación a los pobladores, en 1257, por parte del rey Jaime I El Conquistador. Esto conllevó la autorización para habitar la ladera de la colina, lo que daría mayor acceso a las vías de comunicación; para poder cultivar los campos de la parte baja y estar más resguardados de los crudos inviernos, y para seguir teniendo la protección del señor del castillo. Durante todo el día, la ciudad se adorna con motivos medievales, con feria artesanal, juegos y entretenimientos medievales para niños, talleres, comida y música popular.

Feria de la trashumancia

Cuando llega el buen tiempo, y los pastos alpinos empiezan a verdear, el ganado de Llívia se traslada hasta que pasen los meses de verano. Los ganaderos hacen este viaje cada año con su ganado para aprovechar la hierba fresca de alta montaña. Llívia impulsó que de esta tradición agraria se hiciera una fiesta y cada año agricultores y turistas acompañan las reses hasta arriba en los prados de las Boullouses y se hace una comida popular con carne a la brasa y torta de Llivia.

Llívia
Fiesta de la trashumancia | Fuente: Ayuntamiento de Llívia

Un poco de naturaleza: el Valle de Eina

“El Valle de las flores”, como es comúnmente conocido, fue declarado Reserva Natural en 1993, y es de una belleza y valor incalculable. Conocido desde el siglo XVII, el valle fue un lugar de estudio privilegiado por parte de célebres botánicos. Desde primavera hasta otoño, muchas especies florales se van turnando como los colores del arcoíris: narcisos, miosotas, acianos, gencianas, ranúnculos, lupinos, rododendros, lirios, martagones, cólquicos rosa. Las sesenta especies de mariposa contribuyen también a la reputación del valle mágico.

¡Un plan perfecto para pasar un día en familia!