El Parque Ribalta se sitúa en pleno centro de la ciudad Castellón, y es uno de sus jardines más emblemáticos. Este espacio natural, que data de la segunda mitad del siglo XIX, cuenta con una gran variedad y riqueza botánica que contiene más de cuatrocientas cincuenta especies. Sin duda, se trata de un lugar precioso que es ideal para pasar una tarde agradable en familia.
Parque Ribalta
El parque Ribalta se encuentra en el sitio que ocupaba el antiguo cementerio municipal del calvario. Su creación data del último tercio del siglo XIX por lo que en su arquitectura podrás ver algunas influencias románticas. El parque se diseñó como muestra del poder económico que tenía Castelló de la Plana. Así lo podrían ver los visitantes que llegaban a la antigua estación de tren, que se situaba junto al parque.
El jardín está configurado por dos triángulos que se comunican por una avenida y dos rotondas. En la más grande se instala un edificio circular. La otra rotonda tiene en el centro la estatua sedente del pintor Francisco Ribalta, del escultor español Juan Adsuara, que se inauguró en el año 1927. La avenida central transcurre desde la plaza de la Independencia hacia el recinto donde se encuentra la pérgola, que es uno de los elementos más representativos del parque. Allí te encontrarás con preciosos bancos con decoraciones barrocas en cerámica.
Además, este jardín emblemático contiene una extensa variedad de especies vegetales. Allí también se encuentra un estanque con un quiosco en el que se pueden ver diversas aves acuáticas y un palomar. Asimismo, podrás ver un templete de música, un obelisco y una balaustrada decorada con cerámica de los años veinte. Del mismo modo, el parque contiene diversos monumentos. Por ejemplo, junto al templete te encontrarás con un busto en bronce de Tárrega y un busto de Vicente Castell, también en bronce. Junto al parque infantil verás un monumento al Año Internacional del Niño de 1979, construido en chapa metálica. Y al lado del estanque podrás ver un monumento a Domingo Herrero.
Alrededores
Desde el parque Ribalta te podrás acercar al Castell Vell, que se encuentra a poco más de diez minutos en coche. El castillo se encuentra en el cerro de la Magdalena, junto a la ermita de la Magdalena. Los restos del castillo datan de los siglos X y XI, de la era islámica. El recinto se compone por tres zonas. Una de ellas es la alcazaba, donde podrás ver restos de murallas y tres torres.
También, a unos diez minutos caminando desde el parque te encontrarás con El Fadrí, que se instala en la plaza Mayor de la ciudad y está catalogado como Bien de Interés Cultural. Esta es una torre campanario de planta octogonal que tiene una altura aproximada de sesenta metros. La torre se divide en cuatro zonas que corresponden a la cámara del reloj, la prisión del eclesiástico, la vivienda del campanero y la cámara de las campanas.
